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La agencia nuclear de la ONU condenó la medida por considerarla “sin precedentes”. Con esta medida, Irán deja de lado a personas cuya “experiencia en la realización de inspecciones en instalaciones complejas” requiere “años de formación”, deploró el argentino Rafael Grossi, director general del OIEA, en declaraciones a RFI.
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“Me sorprende, porque el gobierno iraní sigue proclamando su voluntad de cooperar con nosotros (…) hemos entrado en una fase compleja por las decisiones inesperadas de Irán”, agregó Grossi.
“El gobierno iraní ha dirigido su comunicación contra los inspectores más experimentados. Así que esto supone un grave coste”, afirmó. “Aunque está permitido por la normativa, porque cada país puede rechazar o aceptar la presencia de tal o cual persona, se trata de una medida totalmente desproporcionada. Afecta clara y concretamente a la misión de verificación”, prosiguió.
Tensas relaciones entre Occidente e Irán
Este domingo, la Unión Europea pidió a Irán que diera marcha atrás en su decisión de retirar la acreditación a varios inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Estos miembros del OIEA, a los que se notificó la decisión de Irán el sábado, son los encargados de supervisar el programa nuclear del país.
“La UE insta a Irán a revisar su decisión sin demora”, declaró escuetamente un portavoz de los 27. Bruselas, que desempeña el papel de coordinador en el marco del acuerdo nuclear de 2015 con Irán, conocido por las siglas JCPOA, está “muy preocupada”, ha añadido. “El impacto directo y severo de esta decisión en la capacidad de la agencia para llevar a cabo sus actividades de verificación, incluida la supervisión” del JCPOA “es particularmente preocupante”, dijo.
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Irán se ha ido desmarcando gradualmente de sus compromisos en virtud del acuerdo de 2015, como reacción a la retirada de Estados Unidos decidida en 2018 por el presidente Donald Trump. Este pacto debía limitar las actividades atómicas de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. Las conversaciones lideradas en Viena por las distintas partes interesadas para reactivarlo fracasaron el año pasado.
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