Para Irán, la rebeldía de las mujeres al hiyab es un “problema de salud mental”
Irán abrió una clínica de “tratamiento” para mujeres que desafían el uso obligatorio del hiyab, una nueva medida represiva en el país.
Irán reveló sus planes para inaugurar una clínica de “tratamiento” destinada a mujeres que desafían las estrictas leyes sobre el uso del hiyab en el país. Este espacio, según Teherán, promete ofrecer “tratamiento científico y psicológico para la eliminación del hiyab,” según indicó Mehri Talebi Darestani, directora del Departamento de la Mujer y la Familia de la Sede de Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio.
El anuncio se produce después de que a principios de mes fuese detenida la joven e Ahoo Daryaei por quedarse en ropa interior en una universidad en Teherán, en una acción que se consideró como un acto de protesta tras haber tenido supuestamente un problema con la seguridad del lugar por el velo. El Gobierno iraní afirmó que la joven sufría “problemas” y aseguró no considera el suceso como una cuestión de seguridad, sino social.
La iniciativa ha sido recibida con fuertes críticas por parte de defensores de los derechos humanos y grupos de mujeres, quienes califican esta medida de “escalofriante” y “manipuladora.” El Centro de Derechos Humanos de Irán y otras organizaciones han subrayado cómo la represión de las mujeres y los arrestos por no usar hiyab reflejan un intento del gobierno por aplastar el movimiento “Mujer, Vida, Libertad,” que exige una mayor libertad y justicia social.
Muchas iraníes han dejado de usar el velo como gesto de desobediencia civil desde la muerte de la joven Mahsa Amini en septiembre de 2022, tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico, y cuyo fallecimiento provocó fuertes protestas. Desde la muerte de Amini, las autoridades han tratado de reimponer el uso del velo con castigos como la confiscación de vehículos o el regreso a las calles de la Policía de la moral, que detiene a mujeres descubiertas. El uso del hiyab se convirtió en obligatorio en Irán tras la revolución islámica de 1979.
De acuerdo con Talebi Darestani, el centro ofrecerá asistencia “opcional” para aquellas que busquen “restaurar esta identidad social e islámica.” Sin embargo, muchos temen que esta “opcionalidad” no sea genuina y que la clínica funcione más como una herramienta de control coercitivo que de apoyo voluntario. La funcionaria, cabe destacar, ha estado en el foco de controversia en el pasado por apoyar y promover el matrimonio infantil en la televisión estatal.
Sima Sabet, periodista iraní radicada en el Reino Unido, expresó su rechazo al proyecto, calificándolo de “vergonzoso” y alegando que pretende “curar” a mujeres sin velo. Según registró The Guardian, Sabet argumenta que esta estrategia es una forma de apartar de la sociedad a quienes no se alinean con la ideología dominante del gobierno. La percepción es que la clínica puede funcionar como un espacio para reeducar o reprimir a las mujeres que desean ejercer su derecho a decidir sobre su vestimenta.
Aunque el presidente Masoud Pezeshkian prometió durante su campaña electoral que se aliviaría la obligatoriedad del hiyab, la creación de este tipo de centros sugiere que las facciones más conservadoras y religiosas mantienen un control significativo sobre la política de vestimenta en el país.
De hecho, pese a las promesas del presidente, el control se ha endurecido. El Parlamento aprobó una ley en 2023 que establece castigos para las mujeres que violen el estricto código de vestimenta en el país con condenas de cárcel de hasta cinco años en caso de reincidencia, multas de hasta 2.000 dólares, la confiscación de automóviles y la prohibición de conducir, además de deducciones de salario o prestaciones laborales o la prohibición de viajar.
No es la primera vez que Irán usa la psiquiatría para gestionar el disenso de las juventudes. Los críticos de la medida aseguran que se ha recurrido a diagnósticos psiquiátricos para deslegitimar y controlar a las mujeres que se manifiestan contra las políticas de género del gobierno.
📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
Si le interesa algún tema internacional, quiere enviarnos una opinión sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com
Irán reveló sus planes para inaugurar una clínica de “tratamiento” destinada a mujeres que desafían las estrictas leyes sobre el uso del hiyab en el país. Este espacio, según Teherán, promete ofrecer “tratamiento científico y psicológico para la eliminación del hiyab,” según indicó Mehri Talebi Darestani, directora del Departamento de la Mujer y la Familia de la Sede de Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio.
El anuncio se produce después de que a principios de mes fuese detenida la joven e Ahoo Daryaei por quedarse en ropa interior en una universidad en Teherán, en una acción que se consideró como un acto de protesta tras haber tenido supuestamente un problema con la seguridad del lugar por el velo. El Gobierno iraní afirmó que la joven sufría “problemas” y aseguró no considera el suceso como una cuestión de seguridad, sino social.
La iniciativa ha sido recibida con fuertes críticas por parte de defensores de los derechos humanos y grupos de mujeres, quienes califican esta medida de “escalofriante” y “manipuladora.” El Centro de Derechos Humanos de Irán y otras organizaciones han subrayado cómo la represión de las mujeres y los arrestos por no usar hiyab reflejan un intento del gobierno por aplastar el movimiento “Mujer, Vida, Libertad,” que exige una mayor libertad y justicia social.
Muchas iraníes han dejado de usar el velo como gesto de desobediencia civil desde la muerte de la joven Mahsa Amini en septiembre de 2022, tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico, y cuyo fallecimiento provocó fuertes protestas. Desde la muerte de Amini, las autoridades han tratado de reimponer el uso del velo con castigos como la confiscación de vehículos o el regreso a las calles de la Policía de la moral, que detiene a mujeres descubiertas. El uso del hiyab se convirtió en obligatorio en Irán tras la revolución islámica de 1979.
De acuerdo con Talebi Darestani, el centro ofrecerá asistencia “opcional” para aquellas que busquen “restaurar esta identidad social e islámica.” Sin embargo, muchos temen que esta “opcionalidad” no sea genuina y que la clínica funcione más como una herramienta de control coercitivo que de apoyo voluntario. La funcionaria, cabe destacar, ha estado en el foco de controversia en el pasado por apoyar y promover el matrimonio infantil en la televisión estatal.
Sima Sabet, periodista iraní radicada en el Reino Unido, expresó su rechazo al proyecto, calificándolo de “vergonzoso” y alegando que pretende “curar” a mujeres sin velo. Según registró The Guardian, Sabet argumenta que esta estrategia es una forma de apartar de la sociedad a quienes no se alinean con la ideología dominante del gobierno. La percepción es que la clínica puede funcionar como un espacio para reeducar o reprimir a las mujeres que desean ejercer su derecho a decidir sobre su vestimenta.
Aunque el presidente Masoud Pezeshkian prometió durante su campaña electoral que se aliviaría la obligatoriedad del hiyab, la creación de este tipo de centros sugiere que las facciones más conservadoras y religiosas mantienen un control significativo sobre la política de vestimenta en el país.
De hecho, pese a las promesas del presidente, el control se ha endurecido. El Parlamento aprobó una ley en 2023 que establece castigos para las mujeres que violen el estricto código de vestimenta en el país con condenas de cárcel de hasta cinco años en caso de reincidencia, multas de hasta 2.000 dólares, la confiscación de automóviles y la prohibición de conducir, además de deducciones de salario o prestaciones laborales o la prohibición de viajar.
No es la primera vez que Irán usa la psiquiatría para gestionar el disenso de las juventudes. Los críticos de la medida aseguran que se ha recurrido a diagnósticos psiquiátricos para deslegitimar y controlar a las mujeres que se manifiestan contra las políticas de género del gobierno.
📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
Si le interesa algún tema internacional, quiere enviarnos una opinión sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com