Pensión femenina a debate, ¿hijos y cuidado deben tenerse en cuenta?
A escala mundial, sin excepción alguna, las mujeres realizan las tres cuartas partes del trabajo de cuidado no remunerado. Muchas de ellas, que dedicaron su vida a estas labores, quedaron excluidas de los derechos laborales, incluyendo la pensión.
María Paula Ardila
“Trabajaba limpiando pisos y lavando para poder criar a mis hijos, ¿no es un trabajo? Sí lo es, pero hay gente que no lo reconoce porque no lo ha vivido”, dice Azucena que vive en la provincia argentina de Tucumán. “Ahora ya tengo mi jubilación y para mí es una alegría tremenda”, agregó.
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“Trabajaba limpiando pisos y lavando para poder criar a mis hijos, ¿no es un trabajo? Sí lo es, pero hay gente que no lo reconoce porque no lo ha vivido”, dice Azucena que vive en la provincia argentina de Tucumán. “Ahora ya tengo mi jubilación y para mí es una alegría tremenda”, agregó.
Y es que Argentina dio un paso clave para reducir la brecha de género en materia de seguridad social. El país reconoció los aportes por el trabajo de cuidado y crianza realizado por las mujeres, y amplió la cobertura a cerca de 300.000 madres que están en edad de jubilarse, pero que no contaban con los años de aportes necesarios. ¿Cómo funciona? La medida busca sumar uno o dos años de servicios previsionales por cada hijo o hija, y de esta forma reducir las brechas de género en la jubilación.
El tema es clave, pues en ese país, según datos del Ministerio de Economía, las mujeres realizan tres veces más trabajo doméstico no remunerado que los hombres. Ellas se ocupan del 76 % de las tareas domésticas al interior de sus hogares y destinan, en promedio, 6,4 horas diarias a esta labor. El problema es que al no ser reconocido como trabajo, las mujeres que dedicaron su vida a estas tareas quedaron excluidas de los derechos laborales y, por ende, al derecho a la seguridad social.
🙋🏽♀️ Y aquí es donde surge una pregunta clave: ¿Deben las labores de cuidado tenerse en cuenta en la jubilación femenina? Esto es lo que dicen algunas analistas.
- “Si la probabilidad de las mujeres de cumplir los requerimientos necesarios para acceder a una jubilación es menor que la de los hombres debido a sus trayectorias laborales, parece razonable discutir si los sistemas deben intentar solucionar, al menos en parte, este problema”, explicaron varias expertas de la Universidad de la República de Uruguay y de la Comisión Sectorial de Enseñanza en un informe sobre economía feminista.
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- Un argumento similar al de Paola Andrea Ríos, investigadora del Observatorio del Mercado del Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado: “Las mujeres enfrentan unos obstáculos en el mercado de trabajo que obedecen a temas discriminatorios. Esto genera que ellas tengan un menor tiempo de cotización. Sin mencionar que, según varios estudios, ellas se demoran más tiempo en encontrar trabajo que los hombres. De ahí que las tasas de desempleo y la inactividad son más altas para ellas (...). Eso nos lleva a una pregunta importante: ¿Cómo vamos a reconocer ese trabajo de cuidados que no se está teniendo en cuenta?”.
- “Es como una cadena de efectos. La desigualdad en el trabajo de cuidados se traslada y tiene consecuencias en el mundo del empleo para las mujeres: mayores índices de desempleo, mayor inactividad, menores tasas de participación. Y luego eso se refleja en las pensiones; tenemos menos acceso y los ingresos por pensiones suelen ser inferiores”, explicó por su parte Alejandra Trujillo, coordinadora de proyectos en Fescol.
💡📄 Antes de seguir, un dato: La tasa actual de participación de las mujeres en la fuerza laboral mundial se acerca al 49 %. Para los hombres, es del 75 %. Esa es una diferencia de 26 puntos porcentuales, sin mencionar que hay algunas regiones que enfrentan una brecha de más de 50 puntos porcentuales. ¿Por qué es importante? “Desde una perspectiva económica, la reducción de las brechas de género en la participación de la fuerza laboral podría impulsar sustancialmente el PIB mundial. Las regiones con las mayores brechas de género verían enormes beneficios de crecimiento”, se lee en un documento publicado por la Organización Internacional del Trabajo.
🌎 ¿Cómo está la participación de las mujeres en el mercado laboral de la región?
🤦🏻♀️ Toda la carga la llevan las mujeres...
Las desigualdades de género en el acceso a la protección social se explican por las inequidades estructurales derivadas de la división sexual del trabajo, pero también por la poca distribución en las tareas de cuidado.
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A escala mundial, sin excepción alguna, las mujeres realizan las tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado en el mundo. El tema no es menor, pues ningún país registra una prestación de cuidados igualitaria; un problema que puede plasmarse fácilmente en cifras: A nivel mundial, las mujeres dedican en promedio 3,2 veces más tiempo que los hombres a estos trabajos. Estamos hablando de 4 horas y 25 minutos al día, frente a una hora y 23 minutos en el caso de los hombres. A lo largo de un año, esto representa un total de 201 días de trabajo para ellas, y sin remuneración, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El asunto empeora dependiendo de la región. Las mujeres dedican 1,7 veces más tiempo que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado en las Américas, pero en los Estados árabes esa cifra se eleva 4,7 veces más. El tema afecta de forma desproporcionada a las niñas y mujeres que viven en países de ingresos medios, pero también a las que están casadas, con un nivel educativo más bajo, residentes en zonas rurales y con niños que no han alcanzado la edad de escolarización.
🌎 ¿Qué están haciendo algunos países para reducir la brecha de género en las pensiones?
- Una de las medidas más utilizadas son los créditos pensionales por maternidad. En Italia, por ejemplo, las madres que tienen uno o dos hijos se les acredita un año de edad y a las que tienen tres o más hijos se les acreditan dos, según explican los investigadores Stefano Farné y Paola Ríos de la Universidad Externado.
- Un sistema similar es utilizado en Uruguay. Desde 2009, más de 30.000 mujeres accedieron a la jubilación y otras 30.000 mejoraron sus ingresos tras la implementación del beneficio de un año por hijo.
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- “En Chile, se reconoce a las mujeres un bono pensional por cada hijo nacido vivo o adoptado igual al 10 % de dieciocho ingresos mínimos mensuales. El valor del bono se establece al momento del nacimiento del hijo, pero se liquida con los respectivos rendimientos, cuando la mujer cumple los 65 años”, explican Farné y Ríos.
- En Bolivia también se les reconoce un beneficio por hijo. Las mujeres pueden acceder a esta medida cuando se cumplen los 58 años de edad, se tengan por lo menos diez años de cotización y cuando lo que se otorgaría por pensión de vejez no supere un máximo establecido.
🤷🏽♀️ ¿Qué queda por hacer?
Aunque el paso que dio Argentina es clave a la hora de reconocer estas labores, algunos analistas sugieren que los créditos pensionales no deberían ser solo por maternidad. “No todo el cuidado se deriva de los hijos. También de personas enfermas y en condición de discapacidad, entre otros”, comentó la coordinadora de proyectos en Fescol. Algo en lo que concuerdan algunas mujeres en Argentina: “Deberían contemplar a quienes, como yo, dedicaron su vida a cuidar a sus padres. Hasta me despidieron del trabajo porque ellos me necesitaban. Mis dos padres fallecieron y me quedé sin nada”, comentó Karina.
💡 Incluso, otros expertos aseguran que este tipo de políticas reforzarían los modelos tradicionales de cuidado, pues en la mayoría de casos son las madres las que tienen acceso a este tipo de beneficio.
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Además, Trujillo comentó que algunas de las soluciones, como la medida implementada en Argentina, solo tienen en cuenta a las mujeres que cotizan. “Pero en Colombia, por ejemplo, hay por lo menos 6 millones de mujeres que se dedican de forma exclusiva al trabajo doméstico, a los oficios del hogar. Y estas mujeres están absolutamente desprotegidas porque no cotizan”. Esto sin mencionar que en el país, el 81 % de las mujeres pensionadas reciben menos de dos salarios mínimos. Mientras que esa cifra en el caso de los hombres es de 73,1 %, de acuerdo con datos del 2020 de Colpensiones y Asofondos. ¿Qué hacer?
- En Colombia tenemos una medida diferenciada que se sustenta en reconocer esa mayor carga de cuidado y maternidad. Por eso, en el régimen pensional público las mujeres se pensionan a los 57 años y los hombres a los 62. “La diferencia de edad no es insignificante. Sin embargo, hay que avanzar en la reducción de semanas. Con esta medida las mujeres sí podrían pensionarse antes, y sería una forma de reconocer esas tareas de cuidado”, sostuvo Trujillo.
- Y aunque el tema de las pensiones es clave, “de fondo hay que redistribuir las tareas de cuidado entre hombres y mujeres. Hay que desnaturalizar la idea de que las mujeres tenemos un ‘instinto maternal’ que nos ayuda a hacer mejor las cosas. Además, es clave contar con un sistema público en el que el Estado asuma el cuidado para quitarle una carga importante a las familias”, agregó la experta.
- El tema cultural es importante, pero también hay un componente que puede implementarse desde las políticas públicas. “Si tú tienes una licencia de maternidad de 18 semanas, y una de paternidad que la acabas de ampliar a dos semanas, pues ya estas dando un mensaje muy fuerte de quién es la titular de esa obligación”, comentó Trujillo.