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La Corte Penal Internacional abrió un procedimiento penal para investigar los ataques a la población civil en Libia. Dará a conocer a los 10 ó 15 presuntos responsables de estos crímenes, entre los que estará Muamar Gadafi. El argentino Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe del tribunal, asegura por teléfono desde su despacho de La Haya que el proceso se llevará a cabo con la máxima rapidez para tratar de evitar que se sigan cometiendo matanzas. Colaborará en su investigación el juez español Baltasar Garzón. Se trata de la gran oportunidad de la corte para probar que, a pesar de las críticas sobre su escasa efectividad durante los nueve años que lleva funcionando, tiene un papel que desempeñar en la esfera internacional.
¿Por qué decidieron abrir la investigación?
El Consejo de Seguridad de la ONU nos remitió el caso el sábado, y la ley dice que el fiscal debe proceder a la investigación a no ser que no haya una base razonable para creer que se pueden haber cometido crímenes de lesa humanidad. En este caso, la hay sin duda. Parece que en Libia se están produciendo ametrallamientos o bombardeos de civiles en plazas públicas. Son ataques masivos a la población civil. Los hechos son gravísimos, hay centenares o miles de muertos. Decidimos abrir rápidamente la investigación para poder identificar a los responsables.
¿Qué información manejan?
Hemos estado en contacto con la Liga Árabe, las Naciones Unidas, la Unión Africana y con organizaciones como Interpol. Hemos juntado una cantidad de información enorme. Ahora tenemos que recopilar pruebas para presentárselas a los jueces: testimonios, fotografías, documentos... Esa tarea empieza mañana.
¿Disponen de alguna cifra del número de muertos?
Oscila, porque de algunos lugares no hay información. Se calcula que hay un mínimo de 600 y que puede haber varios miles, pero es imposible precisar cuántos. De todas formas, nosotros no vamos a hacer un análisis de todo lo que está ocurriendo. Nuestra política de investigación es selectiva. Nos centramos en los incidentes más graves y en las personas a las que identificamos como máximos responsables.
¿Quiénes son?
Se anunciará mañana, pero estamos hablando de unas 10 ó 15 personas. Tenemos bastante clara la estructura de mando formal e informal que actúa en Libia.
¿Qué papel tiene el Ejército?
No es el principal elemento de ataque sobre la población civil. Más bien al revés. Hay una tirantez clara entre el Ejército y el Gobierno de Gadafi. Los que están actuando son milicias organizadas y los servicios de seguridad e inteligencia, a los que queremos enviar un mensaje muy claro: los jefes van a responder de los actos de los que están bajo su mando. Estamos preparando una lista de personas que, por su cargo, deben tener mucho cuidado: si sus unidades cometen crímenes, serán investigados.
¿Cuánto cree que pueden tardar en reunir pruebas para pedir a los jueces que emitan órdenes de detención contra Gadafi y los demás responsables?
Lo antes posible. La rapidez es vital. Son crímenes muy graves que se siguen cometiendo.
Gadafi ha anunciado que no abandonará el país. Si lo hiciera, probablemente buscaría refugio en algún Estado amigo que no lo entregara. ¿Qué posibilidades hay de que la orden de detención se haga efectiva?
La emisión de una orden de arresto,. en sí misma, tiene un impacto muy importante y supone un problema serio para los implicados. A diferencia de la época del Holocausto, ahora hay un tribunal listo para actuar. Estos crímenes comenzaron el 15 de febrero y ya estamos en marcha. Los líderes que cometen crímenes contra la humanidad tienen que saber que no gozarán de impunidad. Cómo se implementa después una orden de detención es un desafío distinto que tendrá que ser abordado en su momento. Ahora debemos probar los crímenes y llegar a los responsables.
La corte ha tenido problemas para actuar con eficacia en otros casos.
El mundo está cambiando, a pesar de todo progresa, y el desafío de hoy es el caso de Libia. Facebook tiene que ver mucho con lo que está sucediendo en ese país, y nació el mismo año en el que empezó a trabajar la Corte Penal Internacional. Son dos formas modernas de participación. Facebook pone en contacto a 500 millones de personas; el tribunal conecta a 114 Estados parte y a 2.000 millones de personas. Vamos a asegurar que se hace justicia y que los responsables de la represión, de los ataques a la población civil, sean perseguidos y castigados.