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Cerca de un centenar de activistas pidieron este lunes frente a la Casa Blanca que el presidente de EE.UU., Barack Obama, haga un cambio "radical" en la política hacia Colombia y ayude a erradicar la "crisis invisible" de los desplazados.
Los manifestantes se congregaron en el Parque Lafayette para destacar la crisis humanitaria causada por el conflicto armado en Colombia que, según ellos, ha causado el desplazamiento interno de cuatro millones de personas.
Durante el acto, los activistas portaron mantas con 4.000 muñecos de papel multicolores, uno por cada mil de los desplazados que a su parecer hay en el país. También portaron carteles con mensajes en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC) y la continuidad del Plan Colombia, por considerar que ambas iniciativas solo agravarán la crisis de los desplazados.
En declaraciones a la Agencia Efe, la directora ejecutiva de Testigos por la Paz, Melinda St. Louis, explicó que las protestas simultáneas que el grupo organizó en Washington, Nueva York, Chicago (Illinois), Portland (Oregón), San Francisco y Los Ángeles (California) tienen el objetivo de presionar por un cambio en la política actual.
El grupo mantiene una campaña de movilización nacional para que los contribuyentes presionen al Congreso y a la Casa Blanca, mediante cartas y correos electrónicos, a fijar un nuevo rumbo en la política hacia Colombia, que dé mayor prioridad a la ayuda social y humanitaria.
"Estamos acá para decirle al presidente Obama que si en realidad quiere un nuevo capítulo en las relaciones con la región...no puede haber un futuro para el Plan Colombia y para el TLC", dijo, por su parte, Ben Beachy, del grupo 'Testigos por la Paz'.
Beachy recordó que durante la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, que concluyó el domingo, Obama prometió una nueva era de cooperación y de acercamiento con América Latina. En ese sentido, Beachy consideró que ese cambio pasa por "una política nueva y distinta hacia Colombia" que apoye a los defensores de los derechos humanos, aumente el combate al consumo de drogas en EE.UU. que alimenta el narcotráfico procedente del sur, y modifique la agenda comercial para respaldar, por ejemplo, a los pequeños agricultores.
Por su parte, Diana Gómez, del grupo 'Hijos e Hijas por la Memoria y Contra la Impunidad', dijo que si Obama "es consecuente con el discurso con el que llegó a la Presidencia, tiene que haber un giro radical en la política hacia Colombia" y descartar medidas que "no contribuyen a mejorar la situación sino a empeorarla".
Aunque las cifras de los desplazados oscilan entre 1,9 millones y cuatro millones, el consenso es que Colombia ocupa el segundo lugar, después de Sudán, en el número de desplazados internos debido al conflicto armado.
Obama, que ganó las elecciones con el espaldarazo de los sindicatos estadounidenses, ha reiterado en el pasado su preocupación por la violencia contra los sindicalistas en Colombia y ha pedido más avances en materia de derechos humanos y laborales en ese país.
El TLC con Colombia fue suscrito en noviembre de 2006, pero continúa bloqueado en el Congreso debido a la oposición de los demócratas. A petición de Obama, el representante de Comercio Exterior de EE.UU., Ron Kirk, dijo hoy que iniciará consultas con el Congreso para definir los temas que deben de resolverse antes de someter a votación el TLC.
Kirk se reunirá la semana próxima con el ministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, al igual que lo harán equipos técnicos de ambos países para analizar las trabas pendientes.
Además de los encuentros de la próxima semana en EE.UU., también se espera un viaje del presidente Álvaro Uribe a Washington el mes próximo, y una visita a Colombia de Obama, en el marco de una gira que emprenderá por América Latina antes de fin de año.