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Según el gobierno catalán, 893 personas resultaron heridas durante la jornada electoral del pasado domingo, en la que Cataluña pretendía votar un referendo independentista, de carácter simbólico al que Mariano Rajoy, presidente de España y otras instituciones españolas se opusieron férreamente por considerarlo inconstitucional.
La jornada estuvo marcada por una fuerte arremetida de la policía española contra la población que persistía en votar, a pesar de la negativa del gobierno central. Cientos de catalanes denunciaron que habían sido agredidos de manera desproporcional por las autoridades.
Jordi Sánchez, presidente de la ANC, aseguró en una entrevista en el portal La Sexta que un número semejante no se veía desde la Segunda Guerra Mundial en Europa, afirmación que exagera al desconocer otros conflictos europeos como la Guerra de Kosovo, Yuguslavia o Ucrania.
Según el diario español El País, las cifras confirmados presentadas por las instituciones de salud reportan que heridos solo han ingresado 4. Más de 800 han visitado un doctor, pero no todas ellas como resultado de lo sucedido en las votaciones.
Ahora bien, imágenes de la fuerza desmedida usada por la policía española contra civiles desarmados le dieron la vuelta al mundo y unificaron el sentimiento catalán.
Prueba de ello es que la policía municipal de Barcelona indicó que 700.000 personas se manifestaron este martes en la ciudad para protestar contra las cargas policiales del domingo.
Un portavoz del ayuntamiento precisó que ese cálculo tomaba en cuenta varias manifestaciones realizadas en la ciudad, algunas por la tarde y otras por la noche. En medio de la tensión Felipe V, rey de España, pidió que el Estado defienda el orden constitucional de lo que él considera "la deslealtad" de los independentistas catalanes.
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