Política de Uruguay hacia Venezuela es una “vergüenza”, dice candidato Lacalle Pou
Luis Lacalle Pou, candidato a la presidencia de Uruguay, ha lanzado una fuerte campaña política contra las políticas del gobierno del Frente Amplio en la que destaca su disgusto con la posición de su país frente a Nicolás Maduro, a quien califica de “dictador”.
* Redacción AFP
El candidato a la presidencia de Uruguay, Luis Lacalle Pou, favorito de la oposición para pelearle las elecciones al partido Frente Amplio de izquierda, atacó duramente este miércoles la política del actual gobierno frente a la situación venezolana, y calificó la política exterior del país como una “vergüenza nacional”
“Es una vergüenza nacional lo que ha hecho el gobierno del Frente Amplio con la dictadura de (Nicolás) Maduro”, declaró Lacalle Pou, del centroderechista Partido Nacional, en un foro con empresarios en Montevideo. “Nos da mucha vergüenza”, insistió el senador de 46 años, segundo en los sondeos (25%) detrás del postulante oficialista Daniel Martínez (33%).
Días atrás, el candidato apuntó en una entrevista en televisión que la oposición se siente avergonzada por las actitudes del gobierno y que esta “no representa el sentir de los uruguayos de oposición”, pues la visión del gobierno “está comprometida por afinidades ideológicas y los negocios entre particulares” han teñido “una trayectoria” de la que siempre se “había jactado”.
El gobierno de Uruguay ha tenido una política de tolerancia hacia el régimen chavista -al que ha evitado condenar en foros internacionales-, que ha generado polémica antes y durante la campaña electoral. Según las encuestas, Lacalle Pou y Martínez disputarán la Presidencia en una segunda vuelta a celebrarse el 24 de noviembre tras la primera ronda que definirá la composición del parlamento. Los sondeos avizoran que, por primera vez desde 2005, el Frente Amplio no tendrá mayoría absoluta en el Congreso.
El mundo no es como lo pintan: La lucha de Uruguay contra el cigarrillo
Lacalle Pou estimó que la incierta situación política que atraviesa el Mercosur, con Argentina por definir su próximo gobierno en elecciones que coinciden con las uruguayas, y la amenaza de Brasil de que podría dejar el bloque si el peronismo regresa al peronismo en Argentina, es una oportunidad para Uruguay.
“Uruguay entre los dos grandes monstruos, entre las estridencias de algunos gobernantes”, podrá esgrimir “la tradición de la certidumbre, del respeto al ordenamiento jurídico, de la institucionalidad, de la paz (...) para convertirse en centro para venir a invertir, a vivir, a quedarse”, lanzó Lacalle Pou.
Las elecciones de octubre y noviembre son una prueba de fuego para el gobernante Frente Amplio, que busca un cuarto período de gobierno consecutivo. En el poder desde 2005, la coalición de partidos de izquierda enfrenta un escenario de estancamiento económico, aumento del desempleo que se ubica en 9%, inflación por encima del techo de la meta oficial, y un persistente agujero en las finanzas públicas equivalente a 4,8% del PIB.
Oficialismo y oposición han desplegado estrategias diferentes de cara a la muy probable ausencia de mayorías partidarias que asegure gobernabilidad al próximo Ejecutivo a partir de marzo de 2020. Mientras Martínez se ha reunido en Buenos Aires con el peronista Alberto Fernández, el favorito a suceder a Mauricio Macri en la Presidencia argentina, en busca de mostrar referencias regionales, Lacalle Pou apuesta a conciliar intereses con los partidos de oposición en Uruguay para armar una coalición que le permita gobernar si es elegido presidente. Vea también: Diálogo sin condiciones en Venezuela, la propuesta de México y Uruguay
Un gobierno de coalición es un escenario que Uruguay no vive desde los años 90, y de producirse ocurrirá en un contexto de surgimiento de nuevos partidos como el derechista Cabildo Abierto, liderado por el excomandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, que fue cesado de su puesto por el presidente Vázquez. Casi 2,7 millones de personas están habilitadas para votar en estas elecciones sobre un total de 3,4 millones de habitantes.
El candidato a la presidencia de Uruguay, Luis Lacalle Pou, favorito de la oposición para pelearle las elecciones al partido Frente Amplio de izquierda, atacó duramente este miércoles la política del actual gobierno frente a la situación venezolana, y calificó la política exterior del país como una “vergüenza nacional”
“Es una vergüenza nacional lo que ha hecho el gobierno del Frente Amplio con la dictadura de (Nicolás) Maduro”, declaró Lacalle Pou, del centroderechista Partido Nacional, en un foro con empresarios en Montevideo. “Nos da mucha vergüenza”, insistió el senador de 46 años, segundo en los sondeos (25%) detrás del postulante oficialista Daniel Martínez (33%).
Días atrás, el candidato apuntó en una entrevista en televisión que la oposición se siente avergonzada por las actitudes del gobierno y que esta “no representa el sentir de los uruguayos de oposición”, pues la visión del gobierno “está comprometida por afinidades ideológicas y los negocios entre particulares” han teñido “una trayectoria” de la que siempre se “había jactado”.
El gobierno de Uruguay ha tenido una política de tolerancia hacia el régimen chavista -al que ha evitado condenar en foros internacionales-, que ha generado polémica antes y durante la campaña electoral. Según las encuestas, Lacalle Pou y Martínez disputarán la Presidencia en una segunda vuelta a celebrarse el 24 de noviembre tras la primera ronda que definirá la composición del parlamento. Los sondeos avizoran que, por primera vez desde 2005, el Frente Amplio no tendrá mayoría absoluta en el Congreso.
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“Uruguay entre los dos grandes monstruos, entre las estridencias de algunos gobernantes”, podrá esgrimir “la tradición de la certidumbre, del respeto al ordenamiento jurídico, de la institucionalidad, de la paz (...) para convertirse en centro para venir a invertir, a vivir, a quedarse”, lanzó Lacalle Pou.
Las elecciones de octubre y noviembre son una prueba de fuego para el gobernante Frente Amplio, que busca un cuarto período de gobierno consecutivo. En el poder desde 2005, la coalición de partidos de izquierda enfrenta un escenario de estancamiento económico, aumento del desempleo que se ubica en 9%, inflación por encima del techo de la meta oficial, y un persistente agujero en las finanzas públicas equivalente a 4,8% del PIB.
Oficialismo y oposición han desplegado estrategias diferentes de cara a la muy probable ausencia de mayorías partidarias que asegure gobernabilidad al próximo Ejecutivo a partir de marzo de 2020. Mientras Martínez se ha reunido en Buenos Aires con el peronista Alberto Fernández, el favorito a suceder a Mauricio Macri en la Presidencia argentina, en busca de mostrar referencias regionales, Lacalle Pou apuesta a conciliar intereses con los partidos de oposición en Uruguay para armar una coalición que le permita gobernar si es elegido presidente. Vea también: Diálogo sin condiciones en Venezuela, la propuesta de México y Uruguay
Un gobierno de coalición es un escenario que Uruguay no vive desde los años 90, y de producirse ocurrirá en un contexto de surgimiento de nuevos partidos como el derechista Cabildo Abierto, liderado por el excomandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, que fue cesado de su puesto por el presidente Vázquez. Casi 2,7 millones de personas están habilitadas para votar en estas elecciones sobre un total de 3,4 millones de habitantes.