Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Siria quedó desde hace varios meses en el olvido. Aunque la guerra que mata al país y que comenzó en 2011 continúa, cada vez con mayor gravedad, no pasa nada. La Unión Europea (UE) denunció los bombardeos, que han dejado en las últimas semanas cientos de civiles muertos y más allá de prometer que "no habrá impunidad", las acciones son nulas.
La UE mantiene que "una solución política" es la única forma viable de "acabar con el sufrimiento" en el país, y espera que las llamadas "zonas de desescalada" sean "un paso hacia la mejora de la situación sobre el terreno" y para "crear las condiciones para el éxito de las negociaciones de paz.
La ONU dijo que va a organizar una nueva ronda de negociaciones de paz sobre Siria dentro de aproximadamente un mes y exigió al Gobierno y a la oposición que se preparen para una verdadera discusión sobre el futuro del país.
Desde el 19 de septiembre, subrayaron los comisarios, se han incrementado los bombardeos sobre Idleb, Alepo y Hama, que han dejado cientos de muertos y muchos más heridos; entre ellos niños, mujeres, "y trabajadores que están arriesgando sus vidas por salvar las de otros". "Esto es una clara violación de las leyes y convenciones internacionales", afirmaron.
Pero aún así no pasa nada. Y lo más grave es que se confirman los temores más oscuros: en esta guerra se usaron armas químicas, que hace tiempo están prohibidas. El gas sarín, un agente neurotóxico, fue utilizado en una localidad del noroeste de Siria a fines de marzo, cinco días antes del mortífero ataque de Jan Sheijun en el que hubo más de 80 muertos, anunció este miércoles la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
"El análisis de las pruebas recogidas (por la OPAQ) remite a otro acontecimiento ocurrido en la parte norte de Siria el 30 de marzo de este año", declaró el director general del organismo, Ahmet Üzümcü, en una entrevista con la AFP.
"Los resultados prueban la existencia de sarín", añade. "No sabemos mucho por el momento. Se informa que hubo 50 heridos. No se informó de muertos", añadió.
El 4 de abril, un bombardeo aéreo contra Jan Sheijun -pequeña localidad controlada por rebeldes y yihadistas en la provincia de Idlib- causó al menos 83 muertos, según la ONU, 87 según la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En la madrugada del 7 de abril, 59 misiles de crucero Tomahawk fueron lanzados desde dos buques estadounidenses, que navegaban en el Mediterráneo, contra la base aérea siria de Al Shayrate (centro) en represalia.
El ataque de Jan Sheijun era hasta ahora considerado como la primera utilización de sarín desde el 21 de agosto de 2013, cuando fue lanzado en las zonas controladas por los rebeldes en la periferia de Damasco. Según Estados Unidos, aquel ataque de 2013 causó al menos 1.429 muertos.
En la entrevista, Üzümcü declaró a la AFP que se había usado cinco días antes sarín en la localidad de Al Latamina, a unos 20 km al sur de Jan Sheijun, entonces bajo control de los rebeldes.
La OPAQ concentra actualmente su trabajo en este suceso, que ha tomado "muy en serio". "Es preocupante que haya habido una utilización o exposición al gas sarín antes del incidente del 4 de abril", comentó Üzümcü.
¿Quién es el responsable?
En junio, la organización había confirmado que se había utilizado gas sarín en el ataque contra Jan Seijun, sin señalar a eventuales responsables. A comienzos de septiembre, investigadores de la ONU afirmaron por primera vez, en el 14º informe de su Comisión de investigación sobre la situación de los derechos humanos en Siria, que el gobierno era responsable. Algo que Damasco rechazó con firmeza.
En una carta dirigida al presidente de dicha comisión, el gobierno sirio afirmó: "Siria no ha utilizado y no utilizará gases tóxicos contra su propio pueblo porque no los tiene"
El régimen de Bashar al-Asad niega constantemente cualquier implicación en ataques químicos, afirmando haber entregado todas sus existencias de este tipo de armas tras un acuerdo concluido en 2013.
En total, la OPAQ estudia 45 presuntos ataques químicos en Siria desde mediados de 2016, según había anunciado en abril. La comisión conjunta de la ONU y la OPAQ ya había concluido que las fuerzas del régimen sirio perpetraron ataques con cloro en 2014 y 2015. También estimó que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) utilizó gas mostaza en 2015.
Esta comisión conjunta, que investiga también el ataque de Jan Sheijun, todavía debe determinar cuál fue la parte resonsable. Un informe al respecto será dado a conocer en las próximas semanas.
La situación de los civiles en los feudos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria también es precaria: unos 30.000 han huido de sus casas en la provincia de Deir al Zur, mientras que 18 murieron en un solo día por un bombardeo de la coalición internacional en Al Raqa, antigua "capital" del "califato".
Al menos 3.000 personas, un tercio de ellas civiles, murieron en el conflicto de Siria en septiembre, el mes más sangriento en lo que va de 2017, debido en parte a las ofensivas contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), según una ONG.
"Más de 3.000 personas resultaron muertas" en ese mes, "el balance de víctimas más elevado del año" indicó este domingo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
*Con información de AFP y EFE