Masha Amini: ¿El símbolo de una nueva sociedad en Irán?
Casi tres semanas se cumplen de las protestas en Irán a raíz de la muerte de Masha Amini, quien falleció mientras estaba en custodia policial. La mujer fue acusada por la policía de la moral de infringir el código de vestimenta de la República Islámica, que entre otros preceptos, obliga a las mujeres a llevar velo. ¿Será Masha Amini el símbolo de una nueva sociedad en Irán?
Alejandra Ortiz
Casi tres semanas se cumplen de las protestas en Irán a raíz de la muerte de Mahsa Amini, quien falleció mientras estaba en custodia policial. La mujer fue acusada por la policía de la moral de infringir el código de vestimenta de la República Islámica, que entre otros preceptos, obliga a las mujeres a llevar velo. ¿Será Masha Amini el símbolo de una nueva sociedad en Irán?
Al salir cada noche a las calles de Teherán, al grito de “Mujer, vida, libertad”, las iraníes tienen la sensación de haber tomado las riendas de su vida y están orgullosas de haber arrastrado a los hombres junto con ellas. Incluso, las insistentes protestas han solidarizado a toda Europa, donde activistas y celebridades se han pronunciado públicamente en apoyo a la iraníes.
Pese a los múltiples disturbios, muertes de manifestantes y policías, y los pronunciamientos del gobierno en rechazo a las protestas, las mujeres iraníes continúan saliendo a las calles. Según la organización Iran Human Rights, desde el inicio de las protestas, las cifras de personas muertas por la represión llega a más de 150. A esta cifra, en la que se incluyen al menos nueve muertes de menores de edad, aunque sin tener todas las pruebas documentales verificadas, habría que sumar los más de 63 muertos de las protestas del pasado viernes en Zahedán.
En este país, las mujeres están obligadas a cubrirse el pelo, y la policía de la moral les prohíbe llevar abrigos por encima de las rodillas, pantalones estrechos, jeans con agujeros o ropa de colores vivos, entre otras restricciones.
Dentro de este debate por el uso del velo, el principal partido reformista de Irán exhortó el 24 de septiembre al Estado a acabar con la obligación de llevar velo para las mujeres, tras la muerte de Amini. Según una ley en vigor desde 1983, las mujeres, iraníes y extranjeras y sea cual sea su religión, deben salir a la calle con la cabeza cubierta por un velo y el cuerpo cubierto por vestimenta amplia y que cubra sus formas.
Sin embargo, organizaciones defensoras de las libertades civiles afirman que la represión de las mujeres en Irán es continua y que ellas son las mayores perdedoras de la revolución islámica de 1979, pues fueron obligadas a usar el hiyab y han perdido muchos de sus derechos, entre ellos a viajar, al trabajo y a la custodia de sus hijos mayores de 7 años.
El estallido social tras la muerte de Amini inició desde un movimiento liderado por mujeres, pero ha logrado aglutinar a otros sectores y corrientes. Las manifestaciones se están produciendo tanto en áreas de clase media como de clase trabajadora, y parecen haber avanzado en cuestiones locales o étnicas.
Incluso, estudiantes de varias escuelas en Irán han estado agitando sus hiyabs al aire y cantando consignas contra las autoridades del país, en una muestra de apoyo sin precedentes a las protestas que se están produciendo en la nación persa.
¿Qué opciones tiene el gobierno?
La muerte de Mahsa Amini ha impactado incluso a algunos de los partidarios incondicionales del gobierno. Muchas figuras públicas como cineastas, deportistas, celebridades, hasta algunos clérigos, cuestionan públicamente las tácticas violentas que utiliza la policía de la moral contra las mujeres. Por lo que el gobierno iraní está en una posición difícil.
Bajo este panorama, una de las opciones que puede emprender el Estado es la modificación de las estrictas normas sobre el hiyab, un elemento que hace parte de la identidad cultural de la república islámica. Sin embargo, el gobierno correría el riesgo de que esto aliente a los manifestantes a continuar protestando hasta lograr un cambio de régimen.
La otra opción es continuar reprimiendo de manera violenta a los manifestantes, calmando temporalmente los disturbios, pero creando un escenario para un futuro estallido social más fuerte que conlleve a cambios más drásticos.
Casi tres semanas se cumplen de las protestas en Irán a raíz de la muerte de Mahsa Amini, quien falleció mientras estaba en custodia policial. La mujer fue acusada por la policía de la moral de infringir el código de vestimenta de la República Islámica, que entre otros preceptos, obliga a las mujeres a llevar velo. ¿Será Masha Amini el símbolo de una nueva sociedad en Irán?
Al salir cada noche a las calles de Teherán, al grito de “Mujer, vida, libertad”, las iraníes tienen la sensación de haber tomado las riendas de su vida y están orgullosas de haber arrastrado a los hombres junto con ellas. Incluso, las insistentes protestas han solidarizado a toda Europa, donde activistas y celebridades se han pronunciado públicamente en apoyo a la iraníes.
Pese a los múltiples disturbios, muertes de manifestantes y policías, y los pronunciamientos del gobierno en rechazo a las protestas, las mujeres iraníes continúan saliendo a las calles. Según la organización Iran Human Rights, desde el inicio de las protestas, las cifras de personas muertas por la represión llega a más de 150. A esta cifra, en la que se incluyen al menos nueve muertes de menores de edad, aunque sin tener todas las pruebas documentales verificadas, habría que sumar los más de 63 muertos de las protestas del pasado viernes en Zahedán.
En este país, las mujeres están obligadas a cubrirse el pelo, y la policía de la moral les prohíbe llevar abrigos por encima de las rodillas, pantalones estrechos, jeans con agujeros o ropa de colores vivos, entre otras restricciones.
Dentro de este debate por el uso del velo, el principal partido reformista de Irán exhortó el 24 de septiembre al Estado a acabar con la obligación de llevar velo para las mujeres, tras la muerte de Amini. Según una ley en vigor desde 1983, las mujeres, iraníes y extranjeras y sea cual sea su religión, deben salir a la calle con la cabeza cubierta por un velo y el cuerpo cubierto por vestimenta amplia y que cubra sus formas.
Sin embargo, organizaciones defensoras de las libertades civiles afirman que la represión de las mujeres en Irán es continua y que ellas son las mayores perdedoras de la revolución islámica de 1979, pues fueron obligadas a usar el hiyab y han perdido muchos de sus derechos, entre ellos a viajar, al trabajo y a la custodia de sus hijos mayores de 7 años.
El estallido social tras la muerte de Amini inició desde un movimiento liderado por mujeres, pero ha logrado aglutinar a otros sectores y corrientes. Las manifestaciones se están produciendo tanto en áreas de clase media como de clase trabajadora, y parecen haber avanzado en cuestiones locales o étnicas.
Incluso, estudiantes de varias escuelas en Irán han estado agitando sus hiyabs al aire y cantando consignas contra las autoridades del país, en una muestra de apoyo sin precedentes a las protestas que se están produciendo en la nación persa.
¿Qué opciones tiene el gobierno?
La muerte de Mahsa Amini ha impactado incluso a algunos de los partidarios incondicionales del gobierno. Muchas figuras públicas como cineastas, deportistas, celebridades, hasta algunos clérigos, cuestionan públicamente las tácticas violentas que utiliza la policía de la moral contra las mujeres. Por lo que el gobierno iraní está en una posición difícil.
Bajo este panorama, una de las opciones que puede emprender el Estado es la modificación de las estrictas normas sobre el hiyab, un elemento que hace parte de la identidad cultural de la república islámica. Sin embargo, el gobierno correría el riesgo de que esto aliente a los manifestantes a continuar protestando hasta lograr un cambio de régimen.
La otra opción es continuar reprimiendo de manera violenta a los manifestantes, calmando temporalmente los disturbios, pero creando un escenario para un futuro estallido social más fuerte que conlleve a cambios más drásticos.