Protestas sin descanso en Irán: niñas se unen a la revolución contra la hijab
Luego de más de 15 días de protestas por la muerte de Mahsa Amini, el pueblo iraní sigue exigiendo respuestas. Niñas y mujeres se manifiestan ondeando sus velos en el aire en sus escuelas y en las calles de Teherán.
Luego de más de 15 días de protestas por la muerte de la iraní Mahsa Amini se siguen exigiendo respuestas.
Mahsa Amini, la iraní cuya muerte desató una ola de grandes manifestaciones en Irán, murió tras un “violento golpe en la cabeza” dado por la policía de la moral tras su detención en Teherán.
Amini, una kurda iraní de 22 años, murió el 16 de septiembre luego de ser detenida por la policía de la moral, presuntamente por no llevar correctamente el velo tal y como exige el estricto código de vestimenta de las mujeres en la República Islámica.
Su muerte generó una ola de protestas, las más importantes en este país desde 2019.
Niñas en Karaj, una ciudad justo al oeste de la capital, Teherán, obligan a un hombre que se cree que es el director de educación local a salir de su escuela y gritan “qué vergüenza”.
Se manifiestan ondeando sus velos o hijabs en el aire en manifestaciones dentro de los patios de las escuelas y en las calles.
Imágenes compartidas por la organización Iran Human Rights, con sede en Noruega, también mostraron protestas de estudiantes en las ciudades de Mashhad y Karaj, con manifestantes gritando consignas y mujeres quitándose el velo.
En la capital, los estudiantes se concentraban en la plaza Enghelab (Revolución), cerca de la Universidad de Teherán, en el centro, para pedir la liberación de los detenidos.
Luego de más de 15 días de protestas por la muerte de la iraní Mahsa Amini se siguen exigiendo respuestas.
Mahsa Amini, la iraní cuya muerte desató una ola de grandes manifestaciones en Irán, murió tras un “violento golpe en la cabeza” dado por la policía de la moral tras su detención en Teherán.
Amini, una kurda iraní de 22 años, murió el 16 de septiembre luego de ser detenida por la policía de la moral, presuntamente por no llevar correctamente el velo tal y como exige el estricto código de vestimenta de las mujeres en la República Islámica.
Su muerte generó una ola de protestas, las más importantes en este país desde 2019.
Niñas en Karaj, una ciudad justo al oeste de la capital, Teherán, obligan a un hombre que se cree que es el director de educación local a salir de su escuela y gritan “qué vergüenza”.
Se manifiestan ondeando sus velos o hijabs en el aire en manifestaciones dentro de los patios de las escuelas y en las calles.
Imágenes compartidas por la organización Iran Human Rights, con sede en Noruega, también mostraron protestas de estudiantes en las ciudades de Mashhad y Karaj, con manifestantes gritando consignas y mujeres quitándose el velo.
En la capital, los estudiantes se concentraban en la plaza Enghelab (Revolución), cerca de la Universidad de Teherán, en el centro, para pedir la liberación de los detenidos.