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Desde el pasado 12 de abril Sudán vive una de las peores crisis en su historia, cuando el ejército se tomó el poder político del país y derrocó a su presidente, Omar al Bashir. Desde entonces, una violenta ola de protestas se desató por parte de la oposición, la cual asegura que no hay garantías de que las fuerzas armadas realmente busquen una transición democrática.
Varios países, entre ellos Estados Unidos, así como la Unión Europea (UE), han exhortado a los militares a integrar a los civiles en la transición, sin embargo, el resultado ha sido represión contra la oposición.
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Hoy, las fuerzas armadas anunciaron además que convocarán elecciones anticipadas, que se celebrarán en un plazo máximo de nueve meses, lo que dividió a la oposición civil entre grupos que rechazaron la propuesta y otros que la aceptaron tácitamente. Eso sí, todos ellos se unieron en la condena a la violencia que hoy continuó en Jartum, aunque en menor escala.
El presidente del Consejo Militar Transitorio, Abdelfatah Burhan, hizo el anuncio de elecciones en un discurso televisado de madrugada, en el que además rompió todos los acuerdos suscritos en las últimas semanas con la oposición.
Burhan recalcó que los militares encabezarán el Gobierno en funciones en estos meses "para imponer la paz en el país, permitir las libertades y castigar los remanentes" del anterior régimen, algunos de los cuales, como el expresidente Omar al Bashir, están en prisión.
El anuncio fue rechazado frontalmente por la Asociación de Profesionales, grupo sindical que ha liderado el movimiento de protestas iniciado en diciembre, y por otras fuerzas opositoras, como el Partido de la Conferencia, de tendencia islamista.
Estos grupos opositores querían un periodo de transición más largo para llevar a cabo reformas con las que desmontar el aparato del Estado que articuló Al Bashir para mantenerse en el poder tres décadas, hasta que fue derrocado por los militares el 12 de abril pasado.
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La Asociación de Profesionales afirmó que ve un intento por parte de los militares de "renovar" los planes de Al Bashir de celebrar elecciones en 2020, comicios que usaba para dar un barniz democrático a su régimen. "Es el mismo camino que empezó su predecesor", afirmó un comunicado del grupo opositor, que se refirió a la junta militar como "golpista".
Un dirigente del Partido de la Conferencia, Omar al Daquir, dijo a Efe que esta formación también "rechaza" la convocatoria de elecciones anticipadas.
"No consideramos sus palabras y rechazamos las elecciones anticipadas antes de que se instalen las bases del Estado y de que se lleve a la Justicia a todos los miembros del régimen de Al Bashir", puntualizó Al Daquir.
El principal partido opositor del país, Al Umma, no siguió esa línea y no cuestionó la convocatoria de comicios, ya que esta formación sí defendía que los sudaneses fueran a las urnas lo antes posible.
La comunicación de Burhan "no deja un solo camino para las personas libres que estar alineado sin moverse del lado del pueblo sudanés valiente, de su fuerte revolución y sus demandas nobles", afirmó la nota de Al Umma, formación de tendencia islamista encabezada por el exprimer ministro Sadeq al Mahdi.
Las calles de Jartum continuaban hoy prácticamente vacías tras la jornada sangrienta del lunes, en la que al menos 35 personas murieron y centenares resultaron heridas, según cálculos del Comité Central de Médicos, un sindicato opositor.
Esta organización aseguró en su página de Facebook que ha recibido denuncias de enfrentamientos entre milicias gubernamentales y ciudadanos desarmados en la ciudad de Jartum Norte, en los que se registraron varios heridos.
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Además, una persona murió hoy por una bala perdida dentro de su casa en el distrito de Al Daim, en Jartum, de acuerdo con la misma fuente, que no aportó más detalles.
El comité, que ha documentado un centenar de víctimas mortales desde que comenzaron las protestas contra Al Bashir en diciembre pasado, afirmó que no es capaz de verificar las informaciones sobre fallecimientos que están llegando desde "todos los sectores de Jartum y otros estados", debido, en parte, a las condiciones de seguridad.
"Lamentamos profundamente nuestra incapacidad para confirmar o negar las informaciones por las condiciones de seguridad, por las condiciones de internet (cortado por las autoridades) y por la gran presión sobre los médicos", agregó.
A pesar de estas denuncias, la mayor parte de Jartum estaba hoy desierta, con los comercios cerrados y barricadas en las principales avenidas que la Policía trataba de desmontar, pero que luego algunos jóvenes volvían a levantar con palos, neumáticos o adoquines.