¿Qué implica el acercamiento entre Putin y Kim Jong-un, enemigos de Occidente?
Aunque las relaciones entre Pyonyang y Moscú son de larga data, la reciente reunión entre los líderes de Corea del Norte y Rusia, con posibles implicaciones militares y diplomáticas, parece estar dándole nueva validez a la afirmación de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Analistas explican.
Por más de dos horas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunió este miércoles con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en el cosmódromo Vostochni, en el Lejano Oriente ruso.
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Por más de dos horas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunió este miércoles con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en el cosmódromo Vostochni, en el Lejano Oriente ruso.
El lugar, como escribió RFI, no parecía casualidad, pues se trata de la principal instalación de lanzamiento espacial de Rusia, que entró en servicio hace siete años.
Por un lado, “para Corea del Norte, la ayuda rusa supondría un enorme espaldarazo a las ambiciones del régimen, que ha hecho de la puesta en órbita de un satélite espía una prioridad en los últimos meses”, señala el medio francés.
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“Los líderes inspeccionaron lugares en el nuevo cosmódromo: un taller de ensamblaje del lanzador Angará (la nueva generación de cohetes rusos), un sitio de lanzamiento de cohetes Soyuz-2 y el sitio de lanzamiento de los lanzadores Angará aún en construcción”, dijo el Kremlin en un comunicado.
Rusia, por supuesto, tiene sus ambiciones puestas en conseguir apoyos para mejorar el desempeño de su ejército en la guerra en Ucrania. Estados Unidos, pese a que ha dicho que recurrir a un “paria” internacional como lo es Corea del Norte es muestra del desespero de Putin, teme en todo caso que la reunión derive en un acuerdo de venta de armas para apoyar la ofensiva rusa en Ucrania.
Mientras Putin había dicho sentirse “muy contento” por el encuentro, Kim afirmó que su país “siempre estará con Rusia”, que en este momento se “enfrenta […] a fuerzas hegemónicas para proteger [sus] intereses de seguridad”. Añadió que hará de los lazos binacionales la “máxima prioridad” de la política exterior de Corea del Norte.
¿Qué busca Rusia?
Como ha resumido la AFP, “Rusia quiere adquirir municiones de artillería, posiblemente para utilizar en Ucrania, mientras Pyongyang busca ayuda para modernizar sus envejecidos equipos de la era soviética, en especial para sus fuerzas aérea y naval”.
Michael Kofman, investigador principal del programa Rusia y Eurasia del Carnegie Endowment for International Peace, le explicó a The Guardian que “la escasez de municiones de Rusia la ha obligado a conservar sus proyectiles y cohetes, imponer límites de fuego diarios y centrarse más en tipos de municiones guiadas con precisión que en volúmenes de fuego”. Para compensar el déficit, “es probable que busquen importaciones de cualquier fuente que pueda ayudar”.
El medio británico señala que Pyongyang, además, quiere a cambio tecnologías no solo de satélites, sino de submarinos de propulsión nuclear. Sin embargo, no se sabe si Moscú está dispuesta a dar información tan sensible.
Para Víctor Mijares, director del observatorio Strategos de la Universidad de los Andes, si bien las relaciones entre Moscú y Pyonyang son preocupantes, no son algo nuevo. “Hay una relación muy antigua entre ambos desde los tiempos de la Unión Soviética y el surgimiento del estado norcoreano que ha traído como consecuencia una construcción de ese régimen autoritario y dinástico que es Corea del Norte, pero también transferencia tecnológica de sistemas balísticos”.
En ese sentido, agrega que el estrechamiento de la relación “tiende a ser preocupante porque, aunque la tecnología norcoreana se deriva de la tecnología rusa o soviética, la cooperación tecnológica entre países ha demostrado que se puede avanzar mucho más en desarrollo de capacidades cuando se comparte información”.
Y ese es el problema, que en realidad “no sabemos cuánta información van a compartir, no sabemos si se están acercando por razones tecnológico-militares o si hay otro tipo de objetivos más de carácter diplomático”, dice el experto.
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¿Qué impacto podría haber en el frente de guerra en Ucrania?
Un pacto Kim-Putin podría tener repercusiones tanto en el plano militar como diplomático.
“Un posible acuerdo secreto entre Rusia y Corea del Norte de suministro de armas que incluya artillería y otras municiones para rellenar arsenales apoyaría a Moscú para buscar demostrar que puede llevar a cabo una guerra de desgaste”, opina Ildikó Szegedy-Maszák, Ph. D. y directora de la Maestría en Derecho Económico Pontificia Universidad Javeriana.
Ucrania, de otro lado, “está teniendo problemas no necesariamente con asuntos militares”, dice Mijares, en referencia a los escándalos de corrupción dentro del Ejército que rodearon la salida del ministro de Defensa y que hicieron que el presidente Volodímir Zelenski optara en reemplazo del saliente funcionario por un civil que viene del mundo de los negocios con muy buena reputación. (Más sobre esto: ¿Un negociador o un incorruptible? Lo que Ucrania busca con su nuevo mindefensa).
Aunque el relevo, según analistas, se hizo en gran parte para enviar un mensaje de tranquilidad a los aliados que siguen enviando ayuda y recursos a Ucrania, la relativa debilidad de Kiev en su contraofensiva, cuando además se empieza a acercar el invierno, parece casi inevitable.
“No quiere decir que esa distracción política se vaya a traducir en debilidad en la capacidad de defensa, pero lo que sí sabemos es que llevar adelante una contraofensiva es muy costoso y difícil, por eso toda contraofensiva siempre parecerá mucho más débil que sus capacidades de defensa. Cuando Ucrania pelea en su territorio es fuerte, ha mostrado que puede contener a los rusos; pero cuando trata de salir, hay muchas dificultades”, explica Mijares.
En caso de que crezcan las preocupaciones por un conflicto prolongado, como señala la analista, “eso podría ejercer más presión sobre Estados Unidos y sus socios para que entren en negociaciones con Rusia bajo términos más favorables para Moscú”, opina Szegedy-Maszák.
Para Mijares, en todo caso el estrechamiento de los lazos entre Moscú y Pyonyang no deja de ser preocupante “sobre todo teniendo en el contexto que Irán ha transferido tecnología de drones explosivos a Rusia. No sabemos si pasará lo mismo con Corea del Norte”.
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¿Y la comunidad internacional?
“Las tensiones en la península coreana están en su punto más alto en años”, estima la experta de la Universidad Javeriana. En este contexto, explica, Corea del Norte ha estado tratando de aumentar la visibilidad de sus asociaciones con Moscú y Pekín, para contrarrestar la cooperación de seguridad entre Washington, Seúl y Tokio.
Esto va en línea con lo que le dijo Tosh Minohara, presidente y director ejecutivo del Instituto de Investigación para Asuntos del Indopacífico, a El Espectador en días recientes, cuando se anunció la reunión Kim-Putin.
Para él, un mayor acercamiento era previsible: “La maniobra de Kim Jong-un al acercarse a Putin muestra eso. Hay alianzas formándose, y este es un grupo anti-Occidente” (lea más aquí: “Me sorprendería si no vemos una gran guerra en la próxima década”: Tosh Minohara).
Para Mijares, es evidente que Putin “está tratando de diversificar sus relaciones y abrir otros frentes”, pero también señala que podría estar tratando de liberar presión en el frente occidental.
“Hay un interés por levantar la presión de Occidente y llevarla a Oriente, lo que fortalecería a Corea del Norte al mostrar que tiene aliados militares importantes”, sobre todo teniendo en cuenta que, aunque Estados Unidos es aliado de Corea del Sur y Japón, estos dos últimos no son aliados entre sí. “Tendríamos que ver si habrá un efecto en la diplomacia entre Seúl y Tokio” a causa del estrechamiento entre Moscú y Pyonyang, que se puede interpretar como una amenaza creciente.
Otra posibilidad, como le dijo Andrei Lankov, experto en Corea del Norte de la Universidad Kookmin de Seúl, a la AFP, es que se trate de un “suave chantaje diplomático” por parte de Moscú hacia Seúl, pues Rusia no quiere que Corea del Sur le provea armas a Ucrania.
“Seúl es un importante exportador de armas y ha vendido tanques a Polonia, aliado de Kiev, pero una política interna de larga data le impide vender armas en conflictos activos”, explica The Guardian.
“La mayor preocupación del gobierno ruso ahora es un posible envío de municiones surcoreanas a Ucrania, no solo un envío, sino muchos”, dijo Lankov, citado por ese medio.
En un sentido similar comenta Mijares: poner el foco en el Oriente le puede servir a Putin “para atemorizar a la opinión pública de los países que apoyan a Ucrania y que están contra Rusia, para que así consideren que es mejor no seguir alentando conflictos con Moscú y que no haya una expansión de la inseguridad”.
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