¿Quién es Maha Vajiralongkorn, el extravagante nuevo rey de Tailandia?
Son varios los retos que tiene por delante el monarca, entre ellos la formación de un nuevo gobierno nacional. El padre de Vajiralongkorn era considerado el padre de la nación y un guía para la mayoría de los tailandeses, que lo veneraban con un fervor casi religioso.
- Redacción Internacional con información de EFE
El rey Vajiralongkorn de Tailandia se coronó hoy con boato en el Gran Palacio Real de Bangkok, lo que consolida el inicio de una nueva época en el país tras la de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, fallecido en 2016. Durante la ceremonia, el nuevo rey se convirtió en un semidios para los tailandeses, eregido como divina representación del budismo en la tierra.
El monarca, de 66 años, estuvo acompañado en el acto de su esposa, la reina Suthida, una antigua azafata de vuelo con la que se desposó y elevó al trono por sorpresa el pasado miércoles, así como de miembros de la familia real, el Gobierno y el Consejo Privado del Rey.
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Vajiralongkorn fue purificado con agua sagrada y recibió en el momento álgido la corona dorada, de 7,3 kilogramos y con forma de espiral, en una ceremonia de inspiración hindú y budista, lo que refleja el sincretismo religioso en Tailandia.
Mientras tenía lugar la coronación por la mañana en el palacio, algunas de las avenidas vecinas preparadas para acoger a multitudes con pantallas gigantes se encontraban con escasa afluencia en medio de un calor sofocante.
Jinnarat, una tailandesa de 25 años que se atrevió a desafiar las temperaturas, dijo a Efe que no quería perderse una ceremonia que ocurre "una vez en la vida". La joven, vestida con una camiseta amarilla, color que representa al rey, señaló que la mayoría de sus compatriotas todavía tienen muy presente al anterior monarca, que reinó durante siete décadas.
No se atrevió a pedir cambios en la institución real, pero recordó que los hombres tienen prioridad a la hora de heredar la corona frente a las mujeres.
El debate en torno a la monarquía es un tema casi tabú en Tailandia, donde la ley de lesa majestad prevé penas de entre 3 y 15 años de cárcel para quienes critiquen a la familia real.
Wassana Sintopeng, una funcionaria de 43 años, apuntó que la monarquía garantiza la "paz y estabilidad" en Tailandia y celebró que el monarca se casara con una mujer común que le ayudará a "trabajar para el país". "El rey ha visto algo especial en ella", comentó la tailandesa, también ataviada con una camiseta amarilla.
Casado y divorciado en tres ocasiones, Vajiralongkorn tiene siete hijos de tres mujeres diferentes, de los que cuatro vástagos viven en Estados Unidos y no forman parte de la familia real.
De la tercera esposa, Srirasmi, se divorció en 2014 y al año siguiente los padres y varios hermanos de ella fueron condenados a entre dos años y medio y cinco años y medio de prisión por lesa majestad.
Vajiralongkorn fue proclamado monarca en diciembre de 2016, tras pasar tres meses de luto por la muerte de su padre el 13 de octubre de ese año. Tradicionalmente, la proclamación y la coronación de los reyes tailandeses no coinciden y, en el caso de Bhumibol, este fue declarado soberano en 1946 y coronado cuatro años más tarde.
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El padre del actual monarca era considerado el padre de la nación y un guía para la mayoría de los tailandeses, que lo veneraban con un fervor casi religioso.
Vajiralongkorn no ha heredado el carisma de su progenitor y pasa largas temporadas en el extranjero, aunque ha seguido patrocinando numerosos proyectos iniciados por Bhumibol en zonas rurales y en hospitales de Tailandia.
Aunque la monarquía se considera por encima de la política, la figura del rey anterior fue decisiva en momentos históricos y el actual ha empezado el reinado con una junta militar que está previsto que se disuelva en las próximas semanas tras las formación de un Parlamento elegido en las urnas el pasado marzo.
Al menos 10.000 miembros de las fuerzas de seguridad han sido movilizados en torno al palacio, donde los actos de coronación se alargarán hasta el lunes con un presupuesto de 1.000 millones de bat (unos 31 millones de dólares o 27,9 millones de euros).
En las celebraciones de esta coronación participan miembros del cuerpo diplomático pero no mandatarios o representantes de las casas reales extranjeras por decisión de las autoridades locales.
El rey Vajiralongkorn de Tailandia se coronó hoy con boato en el Gran Palacio Real de Bangkok, lo que consolida el inicio de una nueva época en el país tras la de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, fallecido en 2016. Durante la ceremonia, el nuevo rey se convirtió en un semidios para los tailandeses, eregido como divina representación del budismo en la tierra.
El monarca, de 66 años, estuvo acompañado en el acto de su esposa, la reina Suthida, una antigua azafata de vuelo con la que se desposó y elevó al trono por sorpresa el pasado miércoles, así como de miembros de la familia real, el Gobierno y el Consejo Privado del Rey.
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Vajiralongkorn fue purificado con agua sagrada y recibió en el momento álgido la corona dorada, de 7,3 kilogramos y con forma de espiral, en una ceremonia de inspiración hindú y budista, lo que refleja el sincretismo religioso en Tailandia.
Mientras tenía lugar la coronación por la mañana en el palacio, algunas de las avenidas vecinas preparadas para acoger a multitudes con pantallas gigantes se encontraban con escasa afluencia en medio de un calor sofocante.
Jinnarat, una tailandesa de 25 años que se atrevió a desafiar las temperaturas, dijo a Efe que no quería perderse una ceremonia que ocurre "una vez en la vida". La joven, vestida con una camiseta amarilla, color que representa al rey, señaló que la mayoría de sus compatriotas todavía tienen muy presente al anterior monarca, que reinó durante siete décadas.
No se atrevió a pedir cambios en la institución real, pero recordó que los hombres tienen prioridad a la hora de heredar la corona frente a las mujeres.
El debate en torno a la monarquía es un tema casi tabú en Tailandia, donde la ley de lesa majestad prevé penas de entre 3 y 15 años de cárcel para quienes critiquen a la familia real.
Wassana Sintopeng, una funcionaria de 43 años, apuntó que la monarquía garantiza la "paz y estabilidad" en Tailandia y celebró que el monarca se casara con una mujer común que le ayudará a "trabajar para el país". "El rey ha visto algo especial en ella", comentó la tailandesa, también ataviada con una camiseta amarilla.
Casado y divorciado en tres ocasiones, Vajiralongkorn tiene siete hijos de tres mujeres diferentes, de los que cuatro vástagos viven en Estados Unidos y no forman parte de la familia real.
De la tercera esposa, Srirasmi, se divorció en 2014 y al año siguiente los padres y varios hermanos de ella fueron condenados a entre dos años y medio y cinco años y medio de prisión por lesa majestad.
Vajiralongkorn fue proclamado monarca en diciembre de 2016, tras pasar tres meses de luto por la muerte de su padre el 13 de octubre de ese año. Tradicionalmente, la proclamación y la coronación de los reyes tailandeses no coinciden y, en el caso de Bhumibol, este fue declarado soberano en 1946 y coronado cuatro años más tarde.
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El padre del actual monarca era considerado el padre de la nación y un guía para la mayoría de los tailandeses, que lo veneraban con un fervor casi religioso.
Vajiralongkorn no ha heredado el carisma de su progenitor y pasa largas temporadas en el extranjero, aunque ha seguido patrocinando numerosos proyectos iniciados por Bhumibol en zonas rurales y en hospitales de Tailandia.
Aunque la monarquía se considera por encima de la política, la figura del rey anterior fue decisiva en momentos históricos y el actual ha empezado el reinado con una junta militar que está previsto que se disuelva en las próximas semanas tras las formación de un Parlamento elegido en las urnas el pasado marzo.
Al menos 10.000 miembros de las fuerzas de seguridad han sido movilizados en torno al palacio, donde los actos de coronación se alargarán hasta el lunes con un presupuesto de 1.000 millones de bat (unos 31 millones de dólares o 27,9 millones de euros).
En las celebraciones de esta coronación participan miembros del cuerpo diplomático pero no mandatarios o representantes de las casas reales extranjeras por decisión de las autoridades locales.