Renegociar acuerdo nuclear supone abrir "una caja de pandora", según Irán
El viceministro iraní Mayid Tajte Ravanchí insistió en que renegociar el pacto como pretende Estados Unidos es complicado porque cada parte querrá modificar distintos artículos del documento.
Marina Villén/ EFE
El negociador y viceministro iraní Mayid Tajte Ravanchí advierte que renegociar el acuerdo nuclear firmado por Irán y seis grandes potencias supondría "abrir una caja de pandora" y que todo lo pactado quedara reducido a "escombros".
"En términos prácticos no se puede volver a abrir este dosier porque nunca se cerrará esta caja de pandora de nuevo, todo se hará escombros", subrayó en una entrevista con Efe Ravanchí en su despacho del Ministerio de Exteriores.
Este destacado miembro del equipo negociador iraní, que concluyó el acuerdo nuclear en julio de 2015, insistió en que renegociar el pacto como pretende Estados Unidos es complicado porque cada parte querrá modificar distintos artículos del documento.
"El expediente nuclear está cerrado y no aceptamos ni reabrirlo ni incluir otros artículos", aseveró con calma el responsable iraní, citando la exigencia actual de Washington de eliminar los plazos de las restricciones al programa nuclear iraní, algunos de las cuales expiran en 10 años.
El llamado formalmente Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés), firmado por Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) impone limitaciones al programa atómico de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó en un discurso el pasado viernes con abandonar el pacto multilateral si no se corrigen sus "defectos" mediante una negociación internacional o una ley del Congreso estadounidense, y pidió incluir cláusulas para frenar también el desarrollo del sistema de misiles de Irán.
Sobre este punto, el viceministro iraní de Exteriores para Europa y América afirmó que el sistema de misiles "solo está diseñado para proteger Irán de cualquier agresión extranjera y para portar armas convencionales", y no cabezas nucleares como clama EE.UU.
Si el programa de misiles "no es negociable", como remarcó con firmeza Ravanchí, otra línea roja es el apoyo iraní al régimen sirio de Bachar al Asad y al grupo chií libanés Hizbulá, lo que Trump considera un "patrocinio del terrorismo".
Al respecto, el viceministro dijo que Irán está "preparado para sentarse y hablar de distintos asuntos regionales" pero adelantó que la presencia de los asesores militares iraníes en Siria continuará "mientras sea necesaria".
Estos temas candentes en la actualidad no fueron tratados durante las negociaciones nucleares, cuando se adoptó, en opinión de Ravanchí, la decisión "muy sabia" de centrarse en "un asunto específico".
"Sabíamos que si mezclábamos distintos temas no podríamos obtener resultado de ninguno de ellos", señaló, algo que tampoco está dispuesto a hacer Teherán ahora.
El negociador destacó que el JCPOA fue el resultado de "duras negociaciones durante más de dos años" y que el pacto cuenta con el respaldo de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.
En este contexto, Ravanchí subrayó que "el presidente de EE.UU. o el Congreso de ese país no están en posición de hacer ningún movimiento contra el acuerdo nuclear".
El resto de países firmantes, así como la Unión Europea, han expresado su determinación a mantener el pacto intacto, una postura que el negociador iraní no espera que cambie pese a las presiones de EE.UU.
"Todos los miembros de la comunidad internacional, excepto unos pocos, han dicho que no aceptan una renegociación del acuerdo (...) No anticipo ningún cambio de posición porque es una posición de principios", afirmó tras quedarse pensativo unos segundos.
Preguntado por la reacción de Irán ante una eventual reimposición de sanciones por parte del Congreso estadounidense, Ravanchí aseveró que esa medida sería una "clara violación" del acuerdo nuclear.
El negociador insistió en que, como ha certificado el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en ocho ocasiones, Irán ha cumplido con sus obligaciones, algo que -denunció- "no se puede decir de la parte estadounidense".
"Si después de la retirada de EE.UU. del acuerdo nuclear, Irán siente que no obtiene beneficios permaneciendo en el pacto, definitivamente en ese caso no esperaremos ni un segundo (para abandonarlo) y volveremos fácilmente a nuestro programa atómico", apostilló.
En este sentido, indicó que las infraestructuras del programa nuclear siguen en pie y que este se pondrá en marcha "según las necesidades del país", incluyendo el enriquecimiento de uranio al 20%, ahora limitado al 4%.
No obstante, llegado este caso, Ravanchí garantizó que Irán como miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear se ceñirá a sus obligaciones y al compromiso de no desarrollar el arma nuclear.
El negociador y viceministro iraní Mayid Tajte Ravanchí advierte que renegociar el acuerdo nuclear firmado por Irán y seis grandes potencias supondría "abrir una caja de pandora" y que todo lo pactado quedara reducido a "escombros".
"En términos prácticos no se puede volver a abrir este dosier porque nunca se cerrará esta caja de pandora de nuevo, todo se hará escombros", subrayó en una entrevista con Efe Ravanchí en su despacho del Ministerio de Exteriores.
Este destacado miembro del equipo negociador iraní, que concluyó el acuerdo nuclear en julio de 2015, insistió en que renegociar el pacto como pretende Estados Unidos es complicado porque cada parte querrá modificar distintos artículos del documento.
"El expediente nuclear está cerrado y no aceptamos ni reabrirlo ni incluir otros artículos", aseveró con calma el responsable iraní, citando la exigencia actual de Washington de eliminar los plazos de las restricciones al programa nuclear iraní, algunos de las cuales expiran en 10 años.
El llamado formalmente Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés), firmado por Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) impone limitaciones al programa atómico de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó en un discurso el pasado viernes con abandonar el pacto multilateral si no se corrigen sus "defectos" mediante una negociación internacional o una ley del Congreso estadounidense, y pidió incluir cláusulas para frenar también el desarrollo del sistema de misiles de Irán.
Sobre este punto, el viceministro iraní de Exteriores para Europa y América afirmó que el sistema de misiles "solo está diseñado para proteger Irán de cualquier agresión extranjera y para portar armas convencionales", y no cabezas nucleares como clama EE.UU.
Si el programa de misiles "no es negociable", como remarcó con firmeza Ravanchí, otra línea roja es el apoyo iraní al régimen sirio de Bachar al Asad y al grupo chií libanés Hizbulá, lo que Trump considera un "patrocinio del terrorismo".
Al respecto, el viceministro dijo que Irán está "preparado para sentarse y hablar de distintos asuntos regionales" pero adelantó que la presencia de los asesores militares iraníes en Siria continuará "mientras sea necesaria".
Estos temas candentes en la actualidad no fueron tratados durante las negociaciones nucleares, cuando se adoptó, en opinión de Ravanchí, la decisión "muy sabia" de centrarse en "un asunto específico".
"Sabíamos que si mezclábamos distintos temas no podríamos obtener resultado de ninguno de ellos", señaló, algo que tampoco está dispuesto a hacer Teherán ahora.
El negociador destacó que el JCPOA fue el resultado de "duras negociaciones durante más de dos años" y que el pacto cuenta con el respaldo de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.
En este contexto, Ravanchí subrayó que "el presidente de EE.UU. o el Congreso de ese país no están en posición de hacer ningún movimiento contra el acuerdo nuclear".
El resto de países firmantes, así como la Unión Europea, han expresado su determinación a mantener el pacto intacto, una postura que el negociador iraní no espera que cambie pese a las presiones de EE.UU.
"Todos los miembros de la comunidad internacional, excepto unos pocos, han dicho que no aceptan una renegociación del acuerdo (...) No anticipo ningún cambio de posición porque es una posición de principios", afirmó tras quedarse pensativo unos segundos.
Preguntado por la reacción de Irán ante una eventual reimposición de sanciones por parte del Congreso estadounidense, Ravanchí aseveró que esa medida sería una "clara violación" del acuerdo nuclear.
El negociador insistió en que, como ha certificado el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en ocho ocasiones, Irán ha cumplido con sus obligaciones, algo que -denunció- "no se puede decir de la parte estadounidense".
"Si después de la retirada de EE.UU. del acuerdo nuclear, Irán siente que no obtiene beneficios permaneciendo en el pacto, definitivamente en ese caso no esperaremos ni un segundo (para abandonarlo) y volveremos fácilmente a nuestro programa atómico", apostilló.
En este sentido, indicó que las infraestructuras del programa nuclear siguen en pie y que este se pondrá en marcha "según las necesidades del país", incluyendo el enriquecimiento de uranio al 20%, ahora limitado al 4%.
No obstante, llegado este caso, Ravanchí garantizó que Irán como miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear se ceñirá a sus obligaciones y al compromiso de no desarrollar el arma nuclear.