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Ante el más reciente anuncio del Premio Nobel de la Paz, otorgado a la iraní Narges Mohammadi por su lucha a favor de las mujeres y de los derechos humanos en su país, se conoció que Rusia optó por no dar una opinión al respecto. “Sin comentarios”, aseguró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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Los más recientes pronunciamientos se suman a la polémica que desde hace semanas se desató alrededor de los asistentes a la entrega de los reconocimientos escandinavos, que se dan en Suecia y Noruega. Aunque en un principio la Fundación Nobel había decidido invitar a los embajadores de Rusia y Bielorrusia a Estocolmo, tras estar excluidos anteriormente por la invasión de Moscú a Kiev, el revuelo político que eso ocasionó hizo que la organización se echara para atrás.
A través de un comunicado, se dio a conocer que los organizadores “optarán por repetir la excepción a la práctica habitual del año pasado; es decir, no invitar a los embajadores de Rusia, Bielorrusia e Irán a la ceremonia de entrega del Premio Nobel” en la capital sueca. Sin embargo, añadió el texto, su invitación a una ceremonia paralela en Oslo, dónde únicamente se entrega el Nobel de la Paz, sigue en pie.
Sobre ese tema, el comité noruego del galardón dio a conocer que es de su interés que todos los embajadores asistan a la ceremonia del 10 de diciembre para que “se familiaricen con los importantes mensajes de los Premios Nobel de la Paz”. Según se lee en una declaración pública, “este es un reconocimiento universal y queremos comunicar lo que este significa a una audiencia global. Esto se aplica, en particular, a los países con regímenes autoritarios que hacen la guerra contra otros países o contra su propia población, y a los que se oponen nuestros premios de la paz”.
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Los drones iraníes en la guerra de Ucrania
Recientemente, una investigación realizada por Conflict Armament Research, un grupo independiente con sede en Gran Bretaña que identifica y rastrea armas y municiones utilizadas en las guerras, estableció que Rusia ha comenzado a hacer copias de los drones de ataque que adquirió de Irán el año pasado y los está utilizando en combate contra las fuerzas ucranianas, informó The New York Times.
Al parecer, los restos de dos drones de ataque que se utilizaron en combate en el sureste de Ucrania parecen ser Shahed-136 iraníes, pero con módulos electrónicos que coinciden con componentes previamente recuperados de drones de vigilancia rusos, según el informe citado por el diario estadounidense.
En septiembre del año pasado, Rusia comenzó a utilizar drones Shahed de fabricación iraní para atacar el interior de Ucrania. Se cree que transportan alrededor de 80 libras de explosivos y tienen un alcance de aproximadamente 600 millas. “Esta nueva versión permitirá a Rusia mantener sus patrones de ataque y su dependencia de estos drones unidireccionales”, le dijo al Times Damien Spleeters, quien dirigió la investigación del grupo. “Así que el hecho de que lo fabriquen en el país les permitirá seguir dependiendo de él”.
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