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Estados Unidos y la delegación europea del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunieron para discutir la crisis migratoria en la frontera de Polonia con Bielorrusia. Los países llegaron a la conclusión de que se necesita una respuesta más contundente por parte de la comunidad internacional, para así fortalecer la cooperación y orillar a Bielorrusia a rendir cuentas, “dada la instrumentalización de seres humanos, cuyas vidas se han puesto en peligro por propósitos políticos”.
En la reunión de emergencia, los países de Occidente afirmaron que “el propósito de Bielorrusia es desestabilizar a los países vecinos, así como la frontera exterior de la Unión Europea, y desviar la atención frente a sus propias violaciones de derechos humanos. Esto demuestra cómo el régimen de Lukashenko se ha convertido en una amenaza para la estabilidad regional. Hacemos un llamado a las autoridades de Bielorrusia para que pongan fin a estas acciones inhumanas y no pongan en peligro la vida de las personas”.
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La declaración de estos Estados no incluyó a Rusia, aliado de Bielorrusia, que ha negado las acusaciones de complicidad con Minks para enviar migrantes a la frontera. “No es así”, aseguró el diplomático Dmitry Polyanskiy. Ahora bien, recientemente se conoció que los dos países realizan maniobras militares en la zona fronteriza. Según un comunicado del Ministerio de Defensa bielorruso, una unidad “táctica” de paracaidistas de ambos países están practicando en un campo de la región de Grodno. Aviones de transporte de tropas rusas IL-76 y helicópteros de las fuerzas bielorrusas participan en las maniobras.
“Tras saltar, los paracaidistas rusos y bielorrusos están llevando a cabo una serie de ejercicios de combate, que incluyen la toma y el mantenimiento de una posición, la búsqueda y la eliminación de objetivos”, señaló el comunicado de Bielorrusia. Por su parte, de acuerdo a información de la agencia Interfax, el ejército ruso dijo que se trata de una “inspección sorpresa” de la preparación de las tropas.
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En medio del revuelo internacional, Kremlin garantizó que las entregas de gas ruso a Europa no serán suspendidas, pese a las amenazas de Bielorrusia de bloquear el suministro, usando un gasoducto que transita por su territorio, en caso de nuevas sanciones.
Polonia, con el apoyo de otros países, ha afirmado que el régimen de Lukashenko ha impulsado la crisis migratoria que se vive en la frontera, en un intento por desafiar las sanciones impuestas tras resultar reelecto en medio de una violenta represión a manifestantes.
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