Municiones de ataque a escuela en Gaza son de fabricación estadounidense: CNN
Esta es la segunda vez en dos semanas que la CNN ha afirmado luego de verificaciones el uso de municiones de fabricación estadounidense en ataques mortales israelíes contra palestinos desplazados. El primero fue un ataque mortal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra un campo de desplazados en Rafah el 26 de mayo.
Según un análisis de la CNN, las municiones que se utilizaron en el bombardeo aéreo que se reportó este jueves, y que el Ejército de Israel reivindicó, contra una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en la Franja de Gaza, eran de fabricación estadounidense.
Luego de una revisión del video de la escena y el análisis de un experto en armas explosivas, “CNN identificó fragmentos de al menos dos bombas de pequeño diámetro GBU-39 de fabricación estadounidense en un video filmado en el lugar de los hechos por un periodista que trabajaba para CNN”, comunicó el medio.
Al menos 37 personas murieron, según fuentes médicas, en el bombardeo que, según Israel servía de “base” al movimiento islamista Hamás.
“Aviones de combate (...) realizaron un ataque preciso contra una base de Hamás situada en el interior de una escuela de la UNRWA en la zona de Nuseirat”, matando a “varios terroristas”, indicó el ejército israelí.
“Terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica (...), que habían participado en el ataque mortífero contra las comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, operaban en ese recinto”, añadió.
El hospital Mártires de Al Aqsa, en la ciudad cercana de Deir al Balah, informó que había recibido los cuerpos de “37 mártires”.
“¿Por qué nos bombardean? Hemos huido de un lugar a otro. No hay un lugar seguro. Ninguna escuela de la UNRWA es segura. Ninguna tienda de campaña es segura. No hay un lugar seguro”, dijo a AFP una de las personas alojadas en el recinto bombardeado, Faisal Thari.
Hamás, en el poder en Gaza, denunció un “nuevo crimen” e instó a la comunidad internacional a presionar a Israel para poner fin a “estas masacres brutales”.
Esta es la segunda vez en dos semanas que la CNN ha afirmado luego de verificaciones el uso de municiones de fabricación estadounidense en ataques mortales israelíes contra palestinos desplazados. El primero fue un ataque mortal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra un campo de desplazados en Rafah el 26 de mayo.
“Círculo de la muerte”
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que el ataque contra la escuela constituía “un nuevo ejemplo terrible del precio que pagan los civiles, los hombres, las mujeres y los niños palestinos que simplemente tratan de sobrevivir y se ven obligados a desplazarse en una especie de círculo de la muerte en Gaza para tratar de protegerse”, indicó su portavoz, Stéphane Dujarric.
Estados Unidos pidió que Israel dé informaciones “totalmente transparentes” sobre lo ocurrido.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, reclamó una investigación independiente.
Se reportaron otros ataques
Un médico del hospital Mártires de Al Aqsa indicó que otro ataque israelí antes del amanecer del 6 de mayo mató a seis personas en una vivienda del campo de refugiados de Nuseirat y testigos dieron parte de intensos bombardeos en los campos de Bureij y Al Maghazi, en la misma zona.
La aviación israelí también bombardeó Rafah, señaló a AFP una fuente en esa ciudad del sur de la Franja de Gaza, fronteriza con Egipto.
El ejército indicó que había abatido a tres sospechosos que habían intentado cruzar la valla fronteriza de Gaza en la zona Rafah.
También, las FDI informaron de la muerte de un soldado, lo cual eleva a 295 sus bajas desde el inicio de la ofensiva terrestre en el territorio palestino, el 27 de octubre.
Los enfrentamientos estallaron el 7 de octubre con el ataque de Hamás contra Israel, que causó la muerte de 1.194 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales. Ese mismo día, 251 personas fueron tomadas como rehenes en Gaza. De ellas, 120 continúan retenidas en el enclave, aunque 41 estarían muertas, según el Ejército israelí.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado hasta la fecha más de 36.500 víctimas mortales, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza, territorio gobernado por Hamás.
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Según un análisis de la CNN, las municiones que se utilizaron en el bombardeo aéreo que se reportó este jueves, y que el Ejército de Israel reivindicó, contra una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en la Franja de Gaza, eran de fabricación estadounidense.
Luego de una revisión del video de la escena y el análisis de un experto en armas explosivas, “CNN identificó fragmentos de al menos dos bombas de pequeño diámetro GBU-39 de fabricación estadounidense en un video filmado en el lugar de los hechos por un periodista que trabajaba para CNN”, comunicó el medio.
Al menos 37 personas murieron, según fuentes médicas, en el bombardeo que, según Israel servía de “base” al movimiento islamista Hamás.
“Aviones de combate (...) realizaron un ataque preciso contra una base de Hamás situada en el interior de una escuela de la UNRWA en la zona de Nuseirat”, matando a “varios terroristas”, indicó el ejército israelí.
“Terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica (...), que habían participado en el ataque mortífero contra las comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, operaban en ese recinto”, añadió.
El hospital Mártires de Al Aqsa, en la ciudad cercana de Deir al Balah, informó que había recibido los cuerpos de “37 mártires”.
“¿Por qué nos bombardean? Hemos huido de un lugar a otro. No hay un lugar seguro. Ninguna escuela de la UNRWA es segura. Ninguna tienda de campaña es segura. No hay un lugar seguro”, dijo a AFP una de las personas alojadas en el recinto bombardeado, Faisal Thari.
Hamás, en el poder en Gaza, denunció un “nuevo crimen” e instó a la comunidad internacional a presionar a Israel para poner fin a “estas masacres brutales”.
Esta es la segunda vez en dos semanas que la CNN ha afirmado luego de verificaciones el uso de municiones de fabricación estadounidense en ataques mortales israelíes contra palestinos desplazados. El primero fue un ataque mortal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra un campo de desplazados en Rafah el 26 de mayo.
“Círculo de la muerte”
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que el ataque contra la escuela constituía “un nuevo ejemplo terrible del precio que pagan los civiles, los hombres, las mujeres y los niños palestinos que simplemente tratan de sobrevivir y se ven obligados a desplazarse en una especie de círculo de la muerte en Gaza para tratar de protegerse”, indicó su portavoz, Stéphane Dujarric.
Estados Unidos pidió que Israel dé informaciones “totalmente transparentes” sobre lo ocurrido.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, reclamó una investigación independiente.
Se reportaron otros ataques
Un médico del hospital Mártires de Al Aqsa indicó que otro ataque israelí antes del amanecer del 6 de mayo mató a seis personas en una vivienda del campo de refugiados de Nuseirat y testigos dieron parte de intensos bombardeos en los campos de Bureij y Al Maghazi, en la misma zona.
La aviación israelí también bombardeó Rafah, señaló a AFP una fuente en esa ciudad del sur de la Franja de Gaza, fronteriza con Egipto.
El ejército indicó que había abatido a tres sospechosos que habían intentado cruzar la valla fronteriza de Gaza en la zona Rafah.
También, las FDI informaron de la muerte de un soldado, lo cual eleva a 295 sus bajas desde el inicio de la ofensiva terrestre en el territorio palestino, el 27 de octubre.
Los enfrentamientos estallaron el 7 de octubre con el ataque de Hamás contra Israel, que causó la muerte de 1.194 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales. Ese mismo día, 251 personas fueron tomadas como rehenes en Gaza. De ellas, 120 continúan retenidas en el enclave, aunque 41 estarían muertas, según el Ejército israelí.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado hasta la fecha más de 36.500 víctimas mortales, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza, territorio gobernado por Hamás.
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