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Un periodista de Bloomberg News acreditado en China fue agredido violentamente este domingo por miembros de la seguridad en Pekín donde cubría una convocatoria de manifestaciones y tuvo que ser atendido en un hospital, anunció este lunes el grupo de prensa norteamericano.
La policía estaba desplegada en masa este domingo, sobre todo en Pekín, e impedía en un ambiente muy cargado cualquier veleidad de protesta en las "concentraciones del jazmín" que convocaban a los chinos en 13 ciudades desde una página de internet.
El periodista fue rodeado al menos por cinco hombres de paisano que le propinaron puñetazos y patadas antes de arrebatarle la cámara y de llevárselo a una tienda cercana de la calle Wanfujing.
Luego fue conducido a una comisaría por policías uniformados. Bloomberg no precisó la gravedad de sus heridas aunque sí indicó que el videasta tuvo que acudir a un hospital para recibir cuidados.
La Embajada de Estados Unidos calificó de "inquietantes" las brutalidades contra la prensa extranjera en China.
"Apelamos al Gobierno chino a respetar los derechos de los periodistas extranjeros a informar sobre China y pedimos encarecidamente a la Seguridad Pública que garantice la seguridad de toda persona víctima de acoso o intimidación", declaró el portavoz de la Embajada, Richard Buangan, en un comunicado.
"Instamos también a China a respetar las libertades fundamentales reconocidas en el mundo, incluida la libertad de expresión", añadió.
El Club de Corresponsales de la Prensa Extranjera en China (FCCC, organización "ilegal") expresó su indignación por la agresión de un periodista "que intentaba hacer su trabajo".
En Pekín, cientos de policías uniformados y centenares de paisano, acompañados algunos por perros, hicieron una demostración de fuerza el domingo en la calle Wangfujing, restringieron el acceso e impedían sin miramientos el trabajo de los periodistas, sobre todo videastas y fotógrafos.
Una docena de periodistas pasaron por comisaría.
La seguridad era muy alta también en Shanghai, otra ciudad incluida en el llamamiento a favor de las "concentraciones del jazmín", al estilo de la revolución tunecina, a favor de una mayor transparencia gubernamental y libertad de expresión.
Las autoridades chinas están visiblemente nerviosas ante la idea de un contagio y decididas a no dejar germinar ninguna protesta.
Los reportajes televisados sobre Wanfujing fueron censurados en China, con pantalla negra, en cadenas como la norteamericana CNN o la francófona TV5.
El Ayuntamiento de Pekín convocó a los medios extranjeros acreditados el sin de semana para pedirles que presentaran solicitudes de autorización para toda entrevista y, en ciertos casos, que no intentaran acercarse a la calle Wanfujing, principal arteria comercial de Pekín, no lejos de la plaza Tiananmen.