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El gobierno de Hong Kong aprobó el miércoles una nueva ley de migración que le permitirá a las autoridades migratorias bloquear el abordaje de pasajeros o miembros de la tripulación en vuelos que van hacia el extranjero.
Esta medida ha generado gran preocupación en la comunidad internacional, pues plantea una nueva forma de control para evitar que los disidentes abandonen la ciudad.
La ley fue aprobada en una legislatura ahora desprovista de oposición, que fue reprimida por Beijing, por 39 votos a favor contra dos en contra. Esta se asemeja al reglamento usado por las autoridades de China continental que bloquean de forma los viajes de disidentes y extranjeros mientras abre casos contra ellos en el sistema judicial chino.
Con esto, Beijing continúa dando pasos para que esta región semiautónoma adopte medidas más represivas, luego de las protestas a favor de la democracia que se han presentado desde 2019. A finales de 2020, Hong Kong adoptó una nueva ley de seguridad nacional, impuesta por Beijing, que estaba redactada para suprimir los intentos de levantamiento democrático y aplastar a la oposición en la región.
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El colegio de abogados de Hong Kong (HKBA, por sus siglas en inglés) señaló que esta medida le otorga un poder “casi ilimitado” al director del Departamento de Inmigración, Au Ka-wang, y advirtió que no se sabe cómo lo podrían usar. Esta también podría facilitar la detención y deportación de refugiados. Hong Kong, cabe resaltar tiene una de las tasas más bajas de solicitudes de refugio aprobadas del mundo.
El gobierno de Hong Kong, entre tanto, señala que esta medida era necesaria para evaluar a la migración ilegal antes de partir hacia la ciudad. John Lee, secretario de Seguridad de Hong Kong, reprochó las críticas y señaló que se trataban de una “distorsión deliberada” del documento, y negó que esta ley afectara el movimiento de los residentes de Hong Kong.
Debido a la represión estatal y a la aprobación de la nueva ley de seguridad, varias figuras de la oposición huyeron al extranjero para evitar enfrentar penas de prisión. Es por esto que se teme que la nueva ley sea una forma del gobierno de evitar el escape de los opositores antes de que sean sometidos a dudosos procesos judiciales en la isla.
Beijing tiene otros planes para ejercer aún más control sobre la región: a finales de marzo anunció el plan apodado “los patriotas gobiernan Hong Kong” para reducir aún más el número de escaños elegidos directamente en la legislatura hongkonesa, en donde ya solo queda una pequeña minoría de opositores.
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