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Aunque algunos de sus compañeros de equipo lograron escapar después de la toma del talibán en agosto, Mahjabin Hakimi quedó atrapada en Afganistán. Ella era una estrella en ascenso del equipo juvenil del Club de Voleibol del Municipio Kabul, pero fue asesinada por el régimen a principios de este mes, quienes publicaron fotos de los hechos.
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“Todas las jugadoras del equipo de voleibol y el resto de las mujeres atletas están en una mala situación, desesperadas y con miedo”, dijo su entrenador en una entrevista con el Persian Independent. “Todo el mundo se ha visto obligado a huir y vivir en lugares desconocidos”, agregó. El talibán prohibió todos los deportes femeninos desde que asumió el poder, lo que obligó a muchas de las atletas de alto perfil del país a esconderse.
La noticia del asesinato se conoció recientemente, pues el régimen amenazó a la familia de la deportista, según informó el mismo medio. El equipo nacional de voleibol femenino del país solicitó ayuda a organizaciones internacionales para poder salir del país, pero hasta ahora no han tenido éxito, informó el Daily Mail.
Y es que no es la primera vez que el régimen ataca a los deportistas. Zahra Fayazi, miembro del equipo senior que huyó al Reino Unido en agosto, dijo que el talibán asesinó a uno de sus compañeros de equipo. “Nuestros jugadores que vivían en provincias tuvieron que irse y vivir en otros lugares”, dijo Fayazi a la BBC. Muchos de ellos quemaron su equipo deportivo para salvarse a sí mismos y a sus familias.
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“Los talibanes pidieron a las familias de nuestras jugadoras que no permitieran que sus niñas hicieran deporte, de lo contrario se enfrentarán a una violencia inesperada”, agregó.
Entre 1996 y 2001, cuando los talibanes controlaron por última vez el país, aplicaron una dura interpretación de la ley islámica: las mujeres no podían estudiar, ir al médico o dejarse ver los tobillos y las obligaban a usar burkas, el vestido que las cubre de pies a cabeza; hablar, dar la mano y reír eran pecados castigados con azotes. Quienes violaron las reglas fueron ejecutadas públicamente o apedreadas. En 1996, a una mujer de Kabul le cortaron la punta del pulgar por llevar esmalte de uñas, según Amnistía Internacional.
Muchos dicen que la situación puede ser igual, o peor, a la de hace unos 20 años. “La ley islámica para ellos significaba falta de acceso a la educación, acceso restringido a los servicios de salud, sin acceso a la justicia, sin refugio, sin seguridad alimentaria, sin empleo, literalmente nada”, dijo Hosna Jalil, exviceministra de asuntos de la mujer en Afganistán, a la DW.
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La Federación italiana de voleibol lamentó hoy con un mensaje en sus redes sociales la noticia que han publicado algunos medios internacionales sobre la decapitación de la jugadora afgana.
”Su culpa: practicar el deporte que amaba, el voleibol. Mahjabin, como muchas otras chicas en Italia y en todo el mundo, cultivó su pasión por el voleibol en el Club de Voleibol del Municipio de Kabul, pero en comparación con otras compañeras, no había logrado salir de Afganistán en los últimos meses. Parece imposible que en 2021 alguien sea asesinado solo porque juega al voleibol, o aún peor, porque persigue sus sueños”, se lee en Facebook.
El mensaje añade que “toda la comunidad del voleibol está de luto”.”Mahjabin, donde estés, nos gustaría imaginarte con un balón en las manos libre de poder jugar al voleibol”, termina el mensaje.
Con información de Efe*