Terror en tiempos de crisis: ¿qué pasa con la seguridad en Pakistán?
En épocas anteriores, la población civil y las edificaciones ya habían sido víctimas de ataques terroristas. Sin embargo, el último atentado, que ocasionó al menos 84 muertes, revive un episodio viejo en la historia de Pakistán: el deterioro de la seguridad.
Tras años de relativa calma, las alertas de terrorismo volvieron a sonar en las ciudades de Pakistán. Con el último ataque suicida en Peshawar, que dejó al menos 84 muertos* y cerca de 200 heridos en una mezquita dentro del cuartel general de la Policía, el país asiático ha visto frustrado, una vez más, su “guerra contra el terror”, promovida por Estados Unidos desde el 11 de septiembre.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Tras años de relativa calma, las alertas de terrorismo volvieron a sonar en las ciudades de Pakistán. Con el último ataque suicida en Peshawar, que dejó al menos 84 muertos* y cerca de 200 heridos en una mezquita dentro del cuartel general de la Policía, el país asiático ha visto frustrado, una vez más, su “guerra contra el terror”, promovida por Estados Unidos desde el 11 de septiembre.
A raíz del atentado, ocurrido el 30 de enero y que la Policía ha interpretado como un represalia por las operaciones contra grupos islamistas armados, 23 sospechosos han sido detenidos. Incluso se estudia la hipótesis de que el ataque se hubiera perpetrado con colaboración interna.
La situación de seguridad en Pakistán no es nueva. Así lo considera Nick Allan, CEO de Control Risks, una firma de consultoría y análisis de riesgos a nivel mundial. Para Allan, hay muchos factores que desembocan en que la violencia dentro del país se siga reciclando y recrudeciendo. Por ejemplo, el ataque contra una mezquita hace pocos días por parte de un “hombre bomba” es muestra de las dificultades de “años de lucha por hacer cumplir la ley” en zonas donde esto siempre ha sucedido, como lo son las ciudades del norte y oriente específicamente.
📝 Sugerimos: Pakistán: esto se sabe del ataque contra mezquita que deja ya cerca de 100 muertos
Según la agencia AFP, uno de los motivos por el que hoy se hace evidente el deterioro de la seguridad pakistaní consiste en los grupos extremistas que funcionan en su interior y en los países aledaños. “Los movimientos islamistas violentos han encontrado refugio, beneficiándose del terreno montañoso y poroso” de los países vecinos.
Por ejemplo, en su frontera norte se encuentra Afganistán. En este país, desde el año pasado los talibanes tomaron control del gobierno y el poder de la nación. Este grupo, considerado por el New York Times como “una nueva fuerza de puristas islámicos declarados”, ha sido denunciada en varias ocasiones de cooperar o permitir ataques contra sus vecinos, especialmente contra Pakistán.
“Desde que los talibanes tomaron el poder”, explica AFP, “los atentados en Pakistán aumentaron en un 50 % […]”.
📰 También recomendamos: Afganistán: prohibición del talibán de emplear mujeres en ONG agrava crisis de salud
A esto hay que sumar la existencia de la facción pakistaní de los talibanes, denominada como Tehreek-e-Taliban (TTP), que se ha atribuido un gran porcentaje de los ataques con bombas y contra la población civil de los últimos años. No obstante, las tropas del Estado Islámico (EI), otra organización extremista funciona en las fronteras del país. Solo para mencionar un ejemplo, el EI cometió otro ataque bomba en 2022 que dejó mínimo 64 personas asesinadas.
Según aseguró Imtaz Gul, vocero del Centro de Investigación y Estudios sobre Seguridad de la capital de Pakistán a AFP, todos estos grupos “son franquicias del terrorismo que operan bajo diferentes nombres pero que tienen el mismo objetivo: sembrar el miedo y el caos en el país”.
Terror en época de crisis política y económica
La presencia de grupos rebeldes o insurgentes no es, pues, la única razón que atribuyen los analistas al grave detrimento de seguridad en Pakistán. De acuerdo con Christina Goldbaum, reportera del New York Times en Kabul (Afganistán), “cuando los servicios de emergencia sacaron cuerpos entre los escombros, se intensificaron las dudas sobre la capacidad del gobierno para luchar contra una nueva ola de militancia en medio de la crisis económica y política”, aseguró para el diario estadounidense.
Esta versión es respaldada por la economía del país. Los registros del Fondo Monetario Internacional (FMI) reportaron que la economía de Pakistán se encontraba en un declive desde hace cerca de un año. Las finanzas se han afectado hasta tal punto que los bancos pakistaníes alertaron que el país alcanzó su nivel más alto de inflación en 50 años, algo que lo obligó a negociar con el FMI “para salir de la grave crisis económica”, según amplió EFE. Sumado a esto, la moneda local, la rupia, ha caído a niveles considerados como “históricos” según los bancos del mundo frente al dólar.
La política es también uno de los factores que muchos consideran causales en este asunto. Desde hace cerca seis meses, Pakistán vive una “amplia volatilidad” política. Su primer ministro fue destituido por el parlamento y dejó el cargo de jefe de Gobierno huérfano en el país. Imran Khan, el primer ministro revocado, fue acusado de colaborar con Rusia o China en contra de los intereses de Estados Unidos, algo que desde la Casa Blanca se descartó en aquel entonces.
📌Le puede interesar: ¿Obedecer o marcharse? El dilema que tienen las ONG en Afganistán
Sin embargo, desde la misma posesión de Khan en el poder fue acusado de haber falsificado los números en los comicios e incluso de no tener la experiencia necesaria para afrontar el cargo más importante de Pakistán, pues Khan es una “estrella de críquet convertido en político”, según explicó la BBC.
Finalmente, un nuevo hecho de terrorismo en Pakistán se traduce en sinónimo de la imposibilidad del gobierno de poder mitigar esta violencia. En primer lugar, es importante recordar que las fuerzas armadas del país se han manifestado en varias ocasiones contra las figuras que ocupan el cargo de primer ministro. Además, a esto hay que añadirle la fractura que hay dentro del Legislativo: mientras Khan estuvo en el poder, su partido no pudo conseguir los apoyos necesarios para conseguir la mayoría simple, y por ende, tuvo que “gobernar en solitario”.
Pero para la población, uno de los mayores errores que tiene la política en Pakistán son las promesas incumplidas de parte de los gobernantes. En sus propuestas de campaña, Khan aseguró construir un “nuevo Pakistán” libre de terrorismo, corrupción y con una economía saludable. Hoy, sin embargo, la desigualdad ha aumentado en la nación, y el antiguo mandatario tuvo que abandonar el cargo sin haber constituido los millones de empleos y obras sociales que juró en su campaña.
*Nota de la editora: la cifra de muertos fue actualizada luego de que las autoridades del país la revisaran a la baja, de 101 a 84.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.