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La polémica sobre si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debía hacerse la prueba del coronavirus surgió después de que el jueves se conociera la noticia de que el jefe de prensa del Gobierno brasileño, Fabio Wajngarten, había dado positivo por COVID-19. En un primer momento el mandatario aseguró que no se lo haría, quitándole importancia a un virus del que todos los líderes del mundo se están cuidando.
Sin embargo, ayer en la noche, durante una rueda de prensa Trum aseguró "Tomé el test la pasada noche". Durante el evento, además, explicó que la prueba fue enviada a un laboratorio y los resultados estarán disponibles en unos días.
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El riesgo de contagio no es poco, teniendo en cuenta que el funcionario brasileño infectado formaba parte de la delegación brasileña que el pasado fin de semana acompañó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a su reunión con Trump en su club privado de Mar-a-Lago (Florida). Al menos otras dos personas que formaban parte de la delegación brasileña han dado positivo: el embajador de Brasil en Washington, Nestor Forster, y uno de los senadores de Brasil, Nelsinho Trad.
Ayer los focos estuvieron puestos en Bolsonaro, quien también se hizo los exámenes y, aunque en un primer resultado parecía estar contagiado, una contraprueba afirmó lo contrario. El presidente de Brasil incluso apareció en un video con mascarilla, al igual que sus colaboradores.
La noticia de un posible contagio en las altas esferas del gobierno estadounidense ha llevado a los senadores Rick Scott y Lindsey Graham, además del alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, a someterse a una cuarentena voluntaria.
El hecho de que el mandatario se haya sometido a los tests supone un brusco cambio de postura, puesto que hasta ahora tanto él como la Casa Blanca habían restado importancia al contacto que mantuvo con los afectados por coronavirus en su club privado de Mar-a-Lago.
Por otro lado, ante la propagación del COVID-19, la Casa Blanca anunció este sábado que tomará la temperatura a todos aquellos que estén cerca de Trump y del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence. "Por precaución, ahora se realizarán controles de temperatura a cualquier persona que esté en contacto cercano con el presidente y el vicepresidente", indicó en un comunicado uno de los portavoces presidenciales, Judd Deere.
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De esa forma, este sábado los periodistas que acudieron a cubrir la rueda de prensa de Trump en la Casa Clanca fueron sometidos a meticulosos exámenes para poder quedarse en el evento.
De acuerdo a los datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), EE.UU. ha registrado un total de 1.629 contagios y 41 muertes por COVID-19; mientras que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel global hay 142.538 casos confirmados y 5.388 fallecidos.
La situación en Estados Unidos es particularmente difícil, teniendo en cuenta que las medidas y las delcraciones de Trump han sido fuertemente criticadas. La OMS, por ejemplo, ha establecido que la tasa de mortalidad por el coronavirus es del 3,4 %, pero el mandatariono está muy de acuerdo. "Bueno, creo que el 3,4 % es realmente un número falso. Ahora, esto es solo mi intuición, pero basada en muchas conversaciones con mucha gente que hace esto, porque mucha gente lo tendrá y es muy leve. Se pondrán mejor muy rápido. Ni siquiera ven a un médico", dijo.
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Además, el mismo día -26 de febrero- en que responsables sanitarios avisaban de que EE. UU. debía prepararse para un aumento de los contagios y CDC confirmaban el primer caso de alguien que no había viajado al extranjero ni había estado expuesto a ningún infectado, el presidente quitaba importancia a su posible expansión.
"Por todo lo que hemos hecho, el riesgo para los estadounidenses sigue muy bajo (...) Estamos listos para adaptarnos y preparados para hacer lo que tengamos que hacer si la enfermedad se expande, si es que se extiende. Como todos ustedes saben, el nivel que tenemos en nuestro país es muy bajo, y esa gente se está recuperando, o creemos que la mayoría de los casos están mejor o están mejorando", indicó en una rueda de prensa en la Casa Blanca.