Un extremista del Estado Islámico apuñaló a seis personas en Nueva Zelanda
El atacante permanecía en la lista de vigilancia de terrorismo desde 2016, por lo que surge la pregunta de por qué las autoridades no reaccionaron antes.
El terrorismo regresó a Nueva Zelanda. Un seguidor del Estado Islámico, proveniente de Sri Lanka, apuñaló a seis personas en un supermercado de Auckland antes de recibir un disparo mortal por parte de la policía.
“Lo que sucedió hoy fue despreciable, odioso y estuvo mal. Lo llevó a cabo un individuo, no una fe”, dijo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern.
El ataque tuvo lugar en el supermercado Countdown en LynnMall, distrito de New Lynn. El atacante tomó un cuchillo que estaba en una de las vitrinas de la tienda y comenzó a apuñalar a los compradores. La policía, que mantenía vigilancia sobre el hombre, reaccionó en menos de 60 segundos.
“La gente salía corriendo histéricamente, solo gritando asustada”, dijo un testigo en el lugar de la escena.
Tres de las seis personas heridas se encuentran en estado crítico, y uno más está en estado grave, según el alcalde de Auckland, Phil Goff.
El extremista, cuya identidad no puede revelar por las órdenes judiciales que mantiene Nueva Zelanda sobre la difusión de información de terroristas, llegó al país en 2011 y entró a la lista de interés para la seguridad nacional y en la lista de vigilancia de terror en 2016. Hasta ahora no había cometido ningún delito.
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“La realidad es que cuando se está vigilando a alguien las 24 horas del día, los 7 días de la semana, no es posible estar inmediatamente a su lado en todo momento. El personal intervino lo más rápido que pudo y evitaron más lesiones en lo que fue una terrible situación”, dijo el comisionado de policía de Auckland, Andrew Coster. Sin embargo, queda la pregunta sobre por qué las autoridades no tomaron medidas antes contra el atacante.
El agresor sí había sido condenado a 12 meses de libertad vigilada por poseer propaganda de apoyo al Estado Islámico. Ardern explicó que no había razones legales para que el hombre estuviera encarcelado.
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La primera ministra recordó que una nueva ley antiterrorista ha sido preparada para colmar estos vacíos legales, pero aún no ha sido examinada por el Parlamento.
“El hecho de que él estuviera libre entre la población demuestra que no hemos aplicado la ley como debiéramos”, reconoció la jefa de gobierno.
Ardern no reveló cuántos sospechosos de terrorismo están en este mismo caso y son vigilados en el país, pero aseguró que son “muy pocos”.
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El terrorismo regresó a Nueva Zelanda. Un seguidor del Estado Islámico, proveniente de Sri Lanka, apuñaló a seis personas en un supermercado de Auckland antes de recibir un disparo mortal por parte de la policía.
“Lo que sucedió hoy fue despreciable, odioso y estuvo mal. Lo llevó a cabo un individuo, no una fe”, dijo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern.
El ataque tuvo lugar en el supermercado Countdown en LynnMall, distrito de New Lynn. El atacante tomó un cuchillo que estaba en una de las vitrinas de la tienda y comenzó a apuñalar a los compradores. La policía, que mantenía vigilancia sobre el hombre, reaccionó en menos de 60 segundos.
“La gente salía corriendo histéricamente, solo gritando asustada”, dijo un testigo en el lugar de la escena.
Tres de las seis personas heridas se encuentran en estado crítico, y uno más está en estado grave, según el alcalde de Auckland, Phil Goff.
El extremista, cuya identidad no puede revelar por las órdenes judiciales que mantiene Nueva Zelanda sobre la difusión de información de terroristas, llegó al país en 2011 y entró a la lista de interés para la seguridad nacional y en la lista de vigilancia de terror en 2016. Hasta ahora no había cometido ningún delito.
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El agresor sí había sido condenado a 12 meses de libertad vigilada por poseer propaganda de apoyo al Estado Islámico. Ardern explicó que no había razones legales para que el hombre estuviera encarcelado.
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“El hecho de que él estuviera libre entre la población demuestra que no hemos aplicado la ley como debiéramos”, reconoció la jefa de gobierno.
Ardern no reveló cuántos sospechosos de terrorismo están en este mismo caso y son vigilados en el país, pero aseguró que son “muy pocos”.
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