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La universidad más antigua de Hong Kong ordenó la retirada de una estatua que conmemora a los manifestantes muertos en la represión de la Plaza de Tiananmen en 1989, según una carta legal publicada el viernes.
La estatua de cobre, de ocho metros de altura, fue la pieza central de la vigilia con velas que tuvo lugar en Hong Kong el 4 de junio para conmemorar a los muertos cuando las tropas chinas, respaldadas por tanques, abrieron fuego contra los manifestantes desarmados a favor de la democracia en Pekín.
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La estatua muestra 50 rostros angustiados y cuerpos apilados unos sobre otros, y ha estado expuesta en la universidad durante más de dos décadas.
La decisión fue criticada por el escultor danés de la obra, Jens Galschiot, que declaró a la AFP que su retirada ilustraba la actual purga de la disidencia en el otrora centro empresarial semiautónomo.
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En una carta legal dirigida a la ya disuelta Alianza de Hong Kong (HKA) -organizadora de la gran vigilia anual de Tiananmen-, la universidad de Hong Kong exigió al grupo que “tomara inmediatamente las medidas necesarias para retirar la escultura de las instalaciones de la universidad”, antes de las 09H00 GMT del 13 de octubre.
“Si no retiran la escultura, sera considerará como abandonada”, precisa la carta, indicando que, en ese caso, la universidad se ocuparía de la estatua de la manera que considere oportuna, sin más detalles.
Richard Tsoi, antiguo miembro del comité permanente de la HKA, señaló que la petición era “poco razonable” y envió una solicitud al rector de la HKU para que mantenga la estatua. “Como espacio con libertad de expresión y libertad académica, la universidad de Hong Kong tiene la responsabilidad social y la misión de preservar el ‘Pilar de la Vergüenza’”, destacó Tsoi en un comunicado.
En una respuesta por correo electrónico a la AFP el lunes, el creador de la estatua, Jens Galschiot, dijo que estaba “conmocionado ante la posibilidad de que se profane el único monumento conmemorativo de un evento tan consecuente como importante en la historia de China”.
“Deseo que permanezca en Hong Kong, en el mismo lugar en el que se encuentra actualmente. Eso sería históricamente correcto. Es una obra de arte importante que tiene un vínculo histórico con Hong Kong y debería permanecer en tierra china”, subrayó Galschiot.
La HKU no respondió a una pregunta de la AFP sobre la orden de retirada.