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La tragedia ocurrida en la ciudad oriental de Malang, Indonesia, es uno de los episodios más mortales del mundo registrados en estadios. Al menos 125 personas murieron la noche del sábado en el estadio Kanjuruhan luego de que fanáticos enardecidos invadieron la cancha y la policía respondiera con gases lacrimógenos, alimentando el pánico y provocando una estampida, dijeron las autoridades.
¿Cómo llegamos a esta tragedia?
El Arema Malang recibía en su casa al Persebaya Surabaya para disputar un partido de la liga local. En el estadio había unos 42.000 espectadores, todos simpatizantes del Arema porque el organizador vetó a los fanáticos del equipo visitante para evitar peleas. Aquí se identificó un primer error.
El Estadio Kanjuruhan, ubicado en Java Oriental, cuenta con una capacidad estimada para 38.000 espectadores. Sin embargo, se emitieron 42.000 boletos, lo que indica que pudo haber un exceso de personas en el recinto. Esto habría hecho más difícil las tareas de logística.
“(El estadio se había) llenado más allá de su capacidad máxima”, dijo el ministro jefe de Seguridad de Indonesia, Mahfud MD.
Rivalidad problemática
Estos dos clubes guardan una gran rivalidad que a veces ha llevado a episodios de violencia entre sus fanáticos. De hecho, el fútbol en Indonesia ha despertado un fanatismo impresionante bajo el que se han levantado profundas enemistades.
Luego de que el árbitro pitó el final del encuentro y el Persebaya Surabaya se hizo con la victoria sobre los locales por 3 goles a 2, la primera en este estadio, los hinchas del Arema reaccionaron de forma violenta e invadieron el campo de juego. Desde las gradas, los aficionados arrojaron botellas y otros objetos a los jugadores.
La policía entró a mediar la situación y lanzó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, pero esto solo hizo que cientos de espectadores corrieran hacia una de las puertas de salida y la obstruyeran. Luego se lanzaron gases frente a las salidas del estadio 12 y 13. El pánico se apoderó de la gente que empezó a correr por todo el lugar, aplastando y asfixiando a decenas de personas que murieron casi instantáneamente.
Sam Gilang corrió hacia salida del estadio, como otros tantos miles, llenos de pánico, cuando la policía indonesia lanzó gas lacrimógeno contra hinchas iracundos.
“La gente se empujaba los unos a los otros (...) Muchos fueron pisoteados cuando iban hacia la salida”, dijo a AFP este superviviente de 22 años que perdió a tres amigos en la tragedia. “Fue espantoso, estremecedor”, explica.
Los espectadores, entre ellos mujeres y niños, se abalanzaron para salir del estadio Kanjuruhan, en la ciudad de Malang, en el este de la isla de Java.
La versión de los supervivientes a la estampida en Indonesia
Al menos tres supervivientes describieron los hechos tras el final del partido. La policía dijo que se produjeron “disturbios”, pero varios testigos dijeron lo contrario.
“No pasaba nada, no había motín. No sé cuál fue el motivo, de repente nos dispararon gas lacrimógeno. Eso me chocó, ¿no pensaron que había niños y mujeres?”, declaró a AFP Doni, un espectador de 43 años.
“Había humo por todas partes (...) y me entró el pánico. La salida ya estaba abarrotada de gente, no sabía qué hacer ni dónde ir”, dijo Fian, un aficionado de 17 años, que tampoco quiso dar su apellido.
Todavía respirando con dificultad y con los ojos enrojecidos, recuerda los gritos que oía: “Vayan hacia las salidas de emergencia de la izquierda”, pero esa a estrecha puerta de escape fue como un atolladero mortal para muchos. Algunos de los hinchas que consiguieron salir fueron vistos cargando cuerpos sin vida.
La ira prendió en los alrededores del estadio. Seguidores lanzaron proyectiles, piedras y botellas de plástico contra la policía, que intentaba evacuar a los agentes del estadio. Coches de la policía y camiones fueron volteados y quemados.
“La policía fue tan arrogante. Podrían haber dirigido a los hinchas”, dice Sam Gilang. “Con las porras bastaba, no se necesitaba usar gas lacrimógeno”.
La ciudad de Malang estaba en duelo el domingo, con muchas familias que vieron a sus parientes ir hacia el estadio y no volver más.
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¿Qué medidas se tomaron?
El gobierno indonesio se disculpó por el incidente y prometió investigar las circunstancias de la estampida.
“Lamentamos este incidente (...) Es un incidente lamentable que ‘perjudica’ a nuestro fútbol en momentos que los hinchas pueden ir al estadio a ver los partidos”, declaró el ministro indonesio de Deporte y Juventud, Zainudin Amali, a la red Kompas.
“Evaluamos rigurosamente la organización del partido y la presencia de aficionados. ¿Volveremos a prohibir la presencia de afición en los partidos? Eso es lo que discutiremos”, agregó.
El presidente indonesio, Joko Widodo, ordenó el domingo revisar la seguridad en los estadios tras la tragedia en Malang.
En un mensaje por televisión, Widodo ordenó al ministro de Deporte y Juventud, la policía nacional y la asociación local de fútbol “realizar una evaluación a fondo de los partidos de fútbol y los procedimientos de seguridad”.
La Asociación de Fútbol de Indonesia (PSSI) suspendió los partidos de fútbol por una semana, prohibió al Arema FC organizar partidos en casa por el resto de la temporada y anunció que enviará un equipo investigador a Malang para determinar las causas de la tragedia.
“Lo lamentamos y nos disculpamos con las familias de las víctimas y a todas las partes por el incidente”, declaró el presidente del PSSI, Mochamad Iriawan.
*Con información de AFP
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