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Viktor Orbán, un polémico líder conservador y nacionalista que repite mandato

Para sus críticos es un demagogo con claras tendencias autoritarias que no tiene en cuenta a quienes no piensan como él.

El Espectador
06 de abril de 2014 - 10:18 p. m.
Viktor Orbán, un polémico líder conservador y nacionalista que repite mandato
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Tras una legislatura cargada de polémicas, el primer ministro conservador Viktor Orbán ha logrado este domingo una nueva victoria electoral, con casi el 45 por ciento de los votos.

Para sus seguidores, Orbán es un jefe de gobierno batallador y decidido, que no ha dudado en hacer frente a oligarcas, a la banca y al propio Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que para sus críticos es un demagogo con claras tendencias autoritarias que no tiene en cuenta a quienes no piensan como él.

Aupado por una mayoría de dos tercios en el Parlamento en las elecciones de hace cuatro años, el ejecutivo de Orbán ha reforzado su control sobre las principales instituciones del país, incluida la Judicatura y el Banco Central, lo que le ha valido duras críticas internacionales.

Esa arrolladora mayoría parlamentaria redactó y aprobó en solitario una Constitución creada a la medida de sus valores conservadores, y que ha sido criticada por la oposición por su fuerte tinte nacionalista y religioso.

Orbán, un abogado de 50 años y padre de cinco hijos, ha puesto el acento en los valores simbólicos conservadores, como la identidad y la independencia nacional.

El veterano político, primer ministro entre 1998 a 2002, es conocido por su gran oratoria, que le sirvió desde joven para convertirse en uno de los líderes del conservador partido Fidesz, fundado tras el fin del comunismo (1989).

Conocido por no morderse la lengua, son recordadas las criticas de Orbán a la Unión Europea (UE), a la que llegó a comparar con la Unión Soviética.

Como consecuencia de sus conflictos con Bruselas los discursos de Orbán se caracterizan por cierto euroesceptisismo.

Aún así en los últimos años el primer ministro anunció la llamada "apertura hacia el Este", o sea hacia Rusia, China, India, entre otros países.

En las últimas semanas, durante la campaña electoral, Orbán seguro de su victoria afirmó que seguirá adelante con su política económica "heterodoxa".

El apoyo de su partido se debe en gran medida a la figura de Orbán, señalan muchos analistas, al tiempo que destacan que el primer ministro controla todo en el seno del partido Fidesz.

Por El Espectador

 

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