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Desde el 22 de enero de este año, la vida de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, cambió radicamente para sus once millones de habitantes. Y para los extranjeros, la mayoría jóvenes estudiantes, que llegan a algunas de sus 22 universidades. Entre ellos varios colombianos que hoy adelantan estudios de pregrado y posgrado. Ese día, luego de muchos rumores que circularon por redes sociales, las autoridades decidieron tomar una medida radical: someter este lugar a una cuarentena estricta.
Según las autoridades, la drástica medida tenía como objetivo, “cortar de forma efectiva la transmisión del virus, contener con determinación la inercia de la propagación de la epidemia y garantizar la seguridad de las vidas y la salud de la gente”. Y aunque los números son escandalosos, reportes de páginas oficiales chinas señalan que la estrategia parece estar dando resultados, pues la cifra de contagios diario está descendiendo, no así los decesos: las autoridades sanitarias de Hubei reportaron este sábado (domingo en China) 96 nuevas víctimas fatales por el nuevo coronavirus, y de esa forma el número total de muertos por la epidemia ya superó los 2.400.
De acuerdo con el balance divulgado diariamente por las autoridades, la mayoría de los decesos se registró en la capital de la provincia, Wuhan, donde el nuevo coronavirus fue inicialmente identificado, en diciembre.
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De acuerdo con los últimos reportes, se registraron 397 nuevos infectados hasta un total de 76.288 casos, informó la Comisión Nacional de Salud del país asiático. Según la fuente, hasta la pasada medianoche local, se detectaron 5.365 casos sospechosos, mientras que 20.659 pacientes se habían recuperado de la enfermedad.
De los 397 nuevos casos confirmados, 366 se han registrado en la provincia de Hubei, foco de la epidemia, y 314 en su capital Wuhan. En esa provincia, donde cerca de 50 millones de personas se encuentran en cuarentena desde hace un mes, se produjeron 106 de las 109 nuevas muertes. Los otros tres fallecimientos tuvieron lugar en las provincias o regiones administrativas de Hebei, Sanghái y Xinjiang.
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En diálogo con este diario, varios colombianos que el próximo martes serán evacuados de Wuhan, China, relataron cómo de repente esta ciudad, vibrante por la presencia de estudiantes extranjeros y la agitada vida cultural, se volvió una ciudad fantasma. Nadie sale de sus casas, a no ser que sea su turno de salir a comprar víveres, que en la mayoría de los casos es de dos veces a la semana.
Pedir domicilios se volvió el día a día, pero éstos tardan mucho en llegar. En todas las porterías de los edificios toman constantemente la temperatura a visitantes y residentes y el gobierno exige que todos los habitantes de la ciudad reporten a diario su temperatura y estado de salud, en general. Miles de extranjeros fueron evacuados hace dos semanas, cuando el virus comenzaba a cobrar más vida. El próximo martes será el turno para trece colombianos, que desde el 5 de febrero, contactaron al Ministerio de Relaciones Exteriores para pedir su evacuación.
La vida gira en torno al tema sanitario: se construyeron hospitales en tiempo récord y varios edificios fueron adaptados para alojar a los familiares de las víctimas.
Preocupación fuera de China
La epidemia del coronavirus experimentó una oleada de nuevos casos este sábado fuera de China, en particular en Corea del Sur, donde se juzga la situación "grave", y en Irán, donde ya causó cinco muertos, el mayor número de decesos en un país fuera de la región asiática. En Irán se han registrado 10 nuevos casos de contagio, lo que sitúa en número de afectados en ese país en 28.
El virus progresa y pone en riesgo países como Líbano, donde ya se registró un caso. Israel, también afectado, decidió prohibir la llegada de vuelos provenientes de Corea del Sur y Japón. "Hemos visto un aumento muy rápido (de los casos) en pocos días", constató Sylvie Briand, directora del departamento Preparación mundial para los riesgos infecciosos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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En todo el planeta el número de afectados supera los 77.000. Italia generó alarma al declarar en breve espacio de tiempo unos 40 casos, en el norte del país, donde las autoridades municipales pusieron en cuarentena una decena de ciudades. Este sábado las autoridades informaron de dos víctimas, las primeras europeas, un albañil jubilado de 78 años y una mujer de 77. Ambos estaban hospitalizados desde hacía varios días por otros problemas de salud, pero dieron positivo a las pruebas del nuevo coronavirus.
Fuera de China continental (sin incluir Hong Kong y Macao), se han confirmado 17 muertos y más de 1.300 casos de contagio, en especial en Corea del Sur y en el crucero "Diamond Princess" en Japón.
La epidemia entró en una "fase grave y el gobierno hace todo lo posible para prevenir la propagación", declaró el sábado el primer ministro surcoreano, Chung Sye-kyun, en un discurso. Las autoridades de ese país anunciaron una segunda muerte el sábado y el número de afectados aumentó por segundo día consecutivo, con 229 nuevos infectados. El país ya tiene un total de 433 casos.
En una carta de agradecimiento a la fundación Bill y Melinda Gates por su apoyo financiero contra la epidemia, el presidente chino Xi Jinping señaló que su país está en "un momento crítico", informó el sábado la agencia Xinhua.
Sin embargo, las autoridades chinas han minimizado hasta ahora el impacto a largo plazo de la epidemia sobre su economía, paralizada por los lugares en cuarentena, las carreteras bloqueadas y la falta de mano de obra.