El jefe del movimiento islamista palestino en Gaza, Yahya Sinuar, de 61 años, es el artífice del ataque del 7 de octubre, en el que cientos de comandos asaltaron bases militares, kibutzs y una fiesta rave en Israel, que sufrió su peor ataque contra civiles desde su creación en 1948.
Ese día 1.200 personas fueron asesinadas y unas 240 fueron secuestradas, según Israel. Entre los muertos hubo más de 300 militares.
“Es su estrategia, él montó la operación”, probablemente en un año o dos, explica a la AFP Leila Seurat, investigadora en el Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos (CAREP) en París.
Este hombre ascético, de pelo canoso y espesas cejas negras, “impuso su propio tempo para cambiar la relación de fuerzas en el terreno y pilló a todo el mundo por sorpresa”.
El que ha sido calificado de “rostro del diablo” y declarado “hombre muerto” por el ejército israelí, no ha aparecido en público desde octubre.
“Es el hombre de seguridad por excelencia” que, con un “carisma de líder”, “toma decisiones con gran calma”, afirmaba a la AFP Abu Abdallah, un excompañero de prisión de Hamás, en 2017, cuando Yahya Sinuar toma las riendas del movimiento islamista.
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Radical, pragmático
En 1987, estalló la primera Intifada (el levantamiento contra la ocupación israelí) en un campo de refugiados del norte de la Franja de Gaza. Yahya Sinuar, nacido en un campo de refugiados de Jan Yunis (sur) se unió al recién fundado Hamás.
A los 25 años, dirigió la unidad de inteligencia de Hamás que castiga a los “colaboradores”, esos palestinos condenados por espiar para el enemigo israelí. En 1988, fundó Majd, el servicio de seguridad interior de Hamás.
Encarcelado en 1989, se impuso como líder de los prisioneros. Condenado varias veces a cadena perpetua, salió en 2011 junto a un millar de detenidos liberados por Israel a cambio del soldado Gilad Shalit, rehén de Hamás durante cinco años.
Actualmente, la sociedad y el aparato de Estado israelí no han superado el trauma.
Yahya Sinuar vio cómo Israel eliminaba a sus mentores, como el jeque Ahmed Yassin y Salah Shehade, fundador de las Brigadas Ezzedin al Qassam, brazo armado de Hamás, de quien se lo consideraba la mano derecha.
Sinuar fue añadido a la lista estadounidense de “terroristas internacionales” en 2015, año en el que es objeto de múltiples intentos de asesinato.
Elegido en 2017 jefe de Hamás en Gaza, impulsó una estrategia “radical en el ámbito militar y pragmática en el político”, analiza Seurat. “No es favorable a la fuerza por la fuerza, sino a la fuerza para empujar [a los israelíes] a la negociación”.
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Estrangulado “con mi kufiya”
Los medios israelíes publicaron extractos de sus interrogatorios, en los que cuenta que secuestró a un traidor: “Lo llevamos al cementerio de Jan Yunis [...], le metí en una tumba y le estrangulé con una kufiya [...]. Estoy seguro de que sabía que merecía morir”.
En el ámbito político, sueña con un Estado palestino que reagrupe a todos los territorios ocupados: la Franja de Gaza, actualmente gobernada por Hamás en el sur; Cisjordania, en la que el Fatah de Mahmud Abbas dirige zonas enteras en el norte; y Jerusalén este.
“Hizo saber que castigaría a cualquiera que intentara obstaculizar la reconciliación con el Fatah”, recuerda el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
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Mientras que su predecesor alentó esfuerzos por presentar una cara moderada de Hamás al mundo, Sinuar prefiere poner la cuestión palestina en primer plano por medios más violentos.
En respuesta al ataque del 7 de octubre, Israel bombardea sin respiro la Franja de Gaza, territorio bajo bloqueo desde 2016, hasta la entrada en vigor de la actual tregua, dejando cerca de 15.000 muertos, entre ellos más de 6.150 menores de 18 años, según el Ministerio de Salud de Hamás.
En 2018-2019, en un contexto de desinterés mundial por la causa palestina, y una creciente normalización de las relaciones entre Israel y países árabes, Sinuar alentó las “Marchas del retorno”, enfrentamientos a lo largo de la valla de separación entre Gaza e Israel que se saldaron con cerca de 300 muertos.
El canje de los rehenes israelíes en el marco de la tregua entre Israel y Hamás, en la cual por el momento privilegió a los presos de Jerusalén este y de Cisjordania ocupada, ha hecho que la popularidad de Yahya Sinuar se dispare en Cisjordania.
En sus discursos pronunciados delante del Cúpula de la Roca, mezquita emblemática de Jerusalén, no olvida nunca a Cisjordania, donde los eslóganes en su honor resuenan ahora a diario.
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