No, lo que hizo Petro con Castillo no es igual a lo que hizo Duque con Guaidó
El apoyo de Gustavo Petro a Pedro Castillo no es una situación comparable con el de Iván Duque a Juan Guaidó, dicen expertos. ¿Por qué?
La política exterior de Colombia siempre ha sido conservadora, según explica el profesor e investigador Enrique Serrano de la Universidad del Rosario. En el ADN del Ministerio de Exteriores está una posición muy marcada por el respeto de los conceptos internacionales. Es por eso que las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre Perú resultan tan inéditas, sorpresivas. Luego del intento de golpe de Estado en Perú por parte de su expresidente, Pedro Castillo, y tras su posterior destitución, el mandatario colombiano salió en apoyo de Castillo a quien pintó como una especie de víctima de la situación.
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La política exterior de Colombia siempre ha sido conservadora, según explica el profesor e investigador Enrique Serrano de la Universidad del Rosario. En el ADN del Ministerio de Exteriores está una posición muy marcada por el respeto de los conceptos internacionales. Es por eso que las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre Perú resultan tan inéditas, sorpresivas. Luego del intento de golpe de Estado en Perú por parte de su expresidente, Pedro Castillo, y tras su posterior destitución, el mandatario colombiano salió en apoyo de Castillo a quien pintó como una especie de víctima de la situación.
“Pedro Castillo por ser profesor de la Sierra y presidente de elección popular fue arrinconado desde el primer día. No logró la movilización del pueblo que lo eligió, se dejó llevar a un suicidio político y democrático. Ojalá que Perú encuentre la senda del diálogo de su sociedad”, dijo Petro.
El presidente colombiano también le pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares en favor del destituido Castillo, una solicitud que no tenía cómo prosperar y que se encontró con que dicha entidad condenó enfáticamente las acciones del expresidente peruano y su intento de quebrar el orden institucional.
Las palabras de Petro no quedaron en el olvido. Para la nueva presidenta del Perú, Dina Boluarte, lo que del mandatario colombiano se trató de una “intromisión en los asuntos del Perú”, por lo que llamó al embajador de Lima en Bogotá, Félix Denegri Boza, a consultas. Este es un paso que, en algunos casos, precede a la ruptura de relaciones diplomáticas. ¿Qué significa esto para el país?
“Petro nos pone en una situación muy difícil. Es una especie de ruptura de relaciones, ya que no se reconoce, al menos de facto, ese gobierno que se deriva de esta acción del Congreso peruano y que pone a Dina Boluarte en el poder. Al canciller Álvaro Leyva seguramente le tocará empezar de cero. Perú, pues está haciendo un ensayo, es el país que más ensayos hace sobre lo que llamamos el poder presidencial. Cambian mucho más rápido y de manera más intempestiva que otros países”, dice Serrano.
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Mientras Colombia espera a que se calmen los ánimos y que se reconstruyan los lazos con pragmatismo, hay quienes sostienen que lo de Petro es igual a lo que en su momento hizo el expresidente Iván Duque con Juan Guaidó, líder opositor de Venezuela que fue proclamado presidente interino por la Asamblea Nacional en 2019 en un episodio que agravó la crisis política en el vecino país. Para Serrano, el caso de Duque con Guaidó y de Petro con Castillo no tienen nada en común.
“Lo de Juan Guaidó fue una respuesta de muchos años de acción política de Venezuela. Por eso, no veo que haya una situación comparable con el caso de Petro y Castillo. Duque era un político muy ortodoxo en política exterior y hacía lo que otros le habían recomendado hacer. Así que, si bien era la primera vez que Colombia tomaba una posición riesgosa que llevaría a la ruptura de relaciones, este rechazo a Maduro y su gobierno de manera tan abierta estaba también mediado por el reconocimiento de otros 70 países a la figura de Guaidó. Así que, en esa lógica, apoyar a alguien que ha cometido un golpe de Estado, que disuelve los poderes constitucionales del Perú, no se ubica en la misma línea del otro caso”, explica el académico.
En el caso de Guaidó había un gran respaldo internacional debido a la validación que le daba la Asamblea Nacional, órgano legislativo que sostenía que la elección de Nicolás Maduro era irregular. En el caso de Castillo estaba una figura presidencial que, por evitar un nuevo juicio político, lanzó una ofensiva contra la democracia, saltándose todas las reglas para alcanzar su objetivo.
Según Serrano, Petro cometió un error al minimizar la crisis en Perú, una que no era nueva, que venía de varios meses y que condujo al estallido que el propio Castillo había calculado. Pero el colombiano no fue el único presidente que adoptó esta postura: en México, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, también salió en defensa de Castillo, e incluso llegó a ofrecerle asilo. Esto dista de la posición que tienen los mandatarios, también de izquierda, de Chile y Brasil.
“Los golpes están un poco perdidos en la memoria, esos que procedían con estos mismos criterios con los que procedió Castillo. Pero se pensaba esto como una característica de las derechas de su momento, en la década de 1970, no de las izquierdas actuales. Eso es lo que desconcierta a personas como Gustavo Petro que no tienen experiencia en política exterior y menos en política exterior transcontinental. Y eso nos ha sorprendido a todos, incluyendo al canciller Álvaro Leyva. Para Petro como para López Obrador, lo de Castillo es una derrota. Lo que pasa es que López Obrador está finalizando su gobierno, Petro está comenzando, por lo que tiene que corregir estas posiciones”, dice Serrano.
El profesor de la Universidad del Rosario dice que “la reconstrucción de las relaciones con Perú tardará unos meses, pero hay que recuperarlas. A Colombia no le conviene cerrarle las puertas a un país tan importante como Perú. Hemos en alguna medida sido compañeros en asuntos de migración, son también esenciales para recuperar la política exterior andina. Hay lazos muy largos e históricos que ocupan un lugar muy importante”, por lo que se tienen que enderezar.
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