ONU pide investigar el asesinato de una madre que buscó a su hijo durante 3 años
En abril de 2020, el hijo de Teresa Magueyal desapareció en el estado de Guanajuato, México. Desde entonces, ella se dedicó a buscar su paradero. Con el suyo, han sido al menos cinco los asesinatos de personas que buscan a familiares desaparecidos en los últimos dos años en ese país.
El 6 de abril de 2020 José Luis Apaseo Magueyal desapareció en el estado mexicano de Guanajuato. A partir de ese día y hasta el pasado 2 de mayo cuando fue asesinada, su madre, Teresa Magueyal, se dedicó incansablemente a buscarlo.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en México, informó que la mujer habría sido seguida mientras iba a una tienda y cuando regresaba en su bicicleta fue abatida por dos hombres encapuchados que le dispararon al pasar junto a ella en una moto.
Los hechos se presentaron en la localidad de San Miguel Octopan, en el municipio de Celaya, Guanajuato, a plena luz del día y, al parecer, cerca se encontraban varias personas que esperaban en la puerta de un jardín de niños la salida de sus hijos.
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La Oficina de Derechos Humanos condenó en los términos más enérgicos el asesinato de Magueyal, quien era integrante del colectivo “Una Promesa por Cumplir”, formado hace un año por familiares de desaparecidos que buscan a sus seres queridos.
Por lo que hizo un llamado a las autoridades a brindar medidas inmediatas de atención y protección integral a la familia de Teresa Magueyal, a su colectivo y a todas las personas y organizaciones de búsqueda de personas desaparecidas en México.
ONU: las familias de los desaparecidos merecen protección y justicia
El representante adjunto de México de ONU-Derechos Humanos, Jesús Peña Palacios, afirmó que las familias de los desaparecidos “merecen protección y justicia, no la muerte o la desdicha de morir sin saber dónde está su ser amado”.
“Estremece recibir la noticia de otra madre buscadora asesinada en Guanajuato. Ni la desaparición de su hijo; ni los riesgos que enfrentaron ella y sus compañeras en su exigencia de efectiva búsqueda, verdad y justica; ni su asesinato tenían que suceder. Se trata de un conjunto de agravios que nunca debieron haber ocurrido”, recalcó Palacios.
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Se han documentado, al menos, el asesinato de cinco personas defensoras de derechos humanos que buscaban a sus familiares desaparecidos en Guanajuato desde 2020 hasta la fecha.
Peña Palacios llamó a detener estos crímenes y alertó sobre la urgencia de analizar a fondo los patrones alrededor de estos crímenes para que las autoridades federales y estatales adopten medidas adecuadas de protección y resguardo efectivo de las personas que demandan el reencuentro con sus familiares desparecidos.
El reto sigue siendo llevar ante la justicia a los responsables de las desapariciones por ello en relación al más reciente caso el funcionario de la ONU afirmó que “la efectiva, pronta y diligente investigación del asesinato de Teresa Magueyal, con perspectiva de género, y el adecuado castigo a los autores es esencial para desalentar la comisión de semejantes conductas delictivas en Guanajuato y el resto del país”.
Le recordó a las autoridades mexicanas que los Principios Rectores para la Búsqueda de Personas Desaparecidas del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada establecen que las autoridades tienen la obligación ineludible de garantizar la seguridad y protección de las víctimas que participan en procesos de búsqueda, y agregó que el colectivo “Una Promesa por Cumplir” es beneficiario del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
Colectivo “Una promesa por cumplir”
Una promesa por cumplir es colectivo que se describe como “un grupo de hermanos, hermanas, padres, madres, hijas, hijos, tías, tíos buscando a nuestros desaparecidos”. Teresa Magueyal hacía parte de este colectivo el cual rechazó categóricamente los hechos y solicitaron a las autoridades protección para las familia con mecanismos de no repetición y agregaron “las mujeres que buscamos no estamos seguras, nos matan a plena luz del día, en espacios públicos y con total impunidad.
Los hechos se presentaron a ocho días de la conmemoración de la movilización de las madres buscadoras, una marcha por la dignidad nacional, en las que una de las consignas es “nada que celebrar”, frase que hoy toma más fuerza al conmemorar el asesinato de otra madre más.
El 6 de abril de 2020 José Luis Apaseo Magueyal desapareció en el estado mexicano de Guanajuato. A partir de ese día y hasta el pasado 2 de mayo cuando fue asesinada, su madre, Teresa Magueyal, se dedicó incansablemente a buscarlo.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en México, informó que la mujer habría sido seguida mientras iba a una tienda y cuando regresaba en su bicicleta fue abatida por dos hombres encapuchados que le dispararon al pasar junto a ella en una moto.
Los hechos se presentaron en la localidad de San Miguel Octopan, en el municipio de Celaya, Guanajuato, a plena luz del día y, al parecer, cerca se encontraban varias personas que esperaban en la puerta de un jardín de niños la salida de sus hijos.
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La Oficina de Derechos Humanos condenó en los términos más enérgicos el asesinato de Magueyal, quien era integrante del colectivo “Una Promesa por Cumplir”, formado hace un año por familiares de desaparecidos que buscan a sus seres queridos.
Por lo que hizo un llamado a las autoridades a brindar medidas inmediatas de atención y protección integral a la familia de Teresa Magueyal, a su colectivo y a todas las personas y organizaciones de búsqueda de personas desaparecidas en México.
ONU: las familias de los desaparecidos merecen protección y justicia
El representante adjunto de México de ONU-Derechos Humanos, Jesús Peña Palacios, afirmó que las familias de los desaparecidos “merecen protección y justicia, no la muerte o la desdicha de morir sin saber dónde está su ser amado”.
“Estremece recibir la noticia de otra madre buscadora asesinada en Guanajuato. Ni la desaparición de su hijo; ni los riesgos que enfrentaron ella y sus compañeras en su exigencia de efectiva búsqueda, verdad y justica; ni su asesinato tenían que suceder. Se trata de un conjunto de agravios que nunca debieron haber ocurrido”, recalcó Palacios.
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Se han documentado, al menos, el asesinato de cinco personas defensoras de derechos humanos que buscaban a sus familiares desaparecidos en Guanajuato desde 2020 hasta la fecha.
Peña Palacios llamó a detener estos crímenes y alertó sobre la urgencia de analizar a fondo los patrones alrededor de estos crímenes para que las autoridades federales y estatales adopten medidas adecuadas de protección y resguardo efectivo de las personas que demandan el reencuentro con sus familiares desparecidos.
El reto sigue siendo llevar ante la justicia a los responsables de las desapariciones por ello en relación al más reciente caso el funcionario de la ONU afirmó que “la efectiva, pronta y diligente investigación del asesinato de Teresa Magueyal, con perspectiva de género, y el adecuado castigo a los autores es esencial para desalentar la comisión de semejantes conductas delictivas en Guanajuato y el resto del país”.
Le recordó a las autoridades mexicanas que los Principios Rectores para la Búsqueda de Personas Desaparecidas del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada establecen que las autoridades tienen la obligación ineludible de garantizar la seguridad y protección de las víctimas que participan en procesos de búsqueda, y agregó que el colectivo “Una Promesa por Cumplir” es beneficiario del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
Colectivo “Una promesa por cumplir”
Una promesa por cumplir es colectivo que se describe como “un grupo de hermanos, hermanas, padres, madres, hijas, hijos, tías, tíos buscando a nuestros desaparecidos”. Teresa Magueyal hacía parte de este colectivo el cual rechazó categóricamente los hechos y solicitaron a las autoridades protección para las familia con mecanismos de no repetición y agregaron “las mujeres que buscamos no estamos seguras, nos matan a plena luz del día, en espacios públicos y con total impunidad.
Los hechos se presentaron a ocho días de la conmemoración de la movilización de las madres buscadoras, una marcha por la dignidad nacional, en las que una de las consignas es “nada que celebrar”, frase que hoy toma más fuerza al conmemorar el asesinato de otra madre más.