El papa Francisco será operado de urgencia: estas son las razones
Por riesgo de obstrucción intestinal, el papa será sometido a una operación este 7 de junio, a sus 86 años. Preocupan los problemas que tuvo el pontífice en su anterior intervención con anestesia general.
Mientras el papa presidía tranquilamente en la plaza de San Pedro la audiencia general de los miércoles, la Santa Sede informó que poco después iba a desplazarse al Hospital Gemelli de Roma, “donde será sometido bajo anestesia general a una intervención quirúrgica de laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis”.
El Vaticano explicó que “la operación, dispuesta en los últimos días por el equipo médico que asiste al papa, se ha hecho necesaria a causa de una hernia incisional incarcerada que está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”. El sumo pontífice requerirá varios días de hospitalización.
El martes por la mañana, el papa pasó por el hospital Gemelli para someterse a unos exámenes, pero el Vaticano no detalló la naturaleza de los mismos.
En una reciente entrevista con la agencia estadounidense AP, el papa reveló que volvía a sufrir de diverticulos, el problema por el que tuvo que ser operado en el Gemelli el 4 julio de 2021, cuando se le extirpó una pequeña parte del colon, pero aseguró estar bien de salud.
Esta es la tercera vez que el papa Francisco es ingresado en el hospital al que Juan Pablo II llamaba “El Vaticano Tercero”, debido a que allí fue varias veces hospitalizado.
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Problemas de salud
La primera operación de Francisco fue en 1957, cuando, con 21 años, padeció una infección pulmonar que derivó en una intervención quirúrgica urgente para extirparle el lóbulo superior del pulmón derecho.
El médico y periodista argentino Nelson Castro, amigo de Jorge Bergoglio desde que era arzobispo de Buenos Aires, presentó recientemente en Roma un libro sobre la salud de los papas y en esa charla Francisco revelaba que cuando residía en Argentina fue tratado con acupuntura china por el dolor de espalda, que sufría de “cálculos en la vesícula biliar” y que en 2004 tuvo un problema cardíaco “temporal” debido al ligero estrechamiento de una arteria”.
Otro problema recurrente del papa son los dolores debidos a la inflamación del nervio ciático y que le obligaron a suspender algunas celebraciones.
Durante 2019, en gran secreto, Francisco se sometió a una pequeña intervención de cataratas en sus ojos en la Clínica Pío XI, en Roma.
También por sorpresa, el 4 de julio de 2021 se anunció que el papa sería operado en el colón ese mismo día. En aquella ocasión se le extirparon 33 centímetros de intestino, debido a la diverticulitis y estuvo diez días ingresado, a los que siguió una lenta recuperación.
Desde hace más de un año, el papa tiene un problema en la rodilla derecha que le obliga a caminar con un bastón o en silla de ruedas y aunque los médicos le habían aconsejado operarse, Francisco siempre lo ha rechazado.
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Durante una rueda de prensa de regreso de un viaje confesó que la anestesia le afectó mucho durante la operación en el colón y "aún arrastra algunos efectos". "No se juega con la anestesia y por eso se piensa que no es conveniente", dijo respecto a esa posible operarse.
El pasado 29 de marzo, el papa fue ingresado de urgencias en el hospital romano por “una pulmonía aguda” y pasó allí tres noches.
“Lo que he tenido es que me sentí mal después de la audiencia, no quise comer y me fui a dormir, pero no perdí el sentido, solo tenía fiebre alta”, dijo al ser preguntado por los motivos de su hospitalización.
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Mientras el papa presidía tranquilamente en la plaza de San Pedro la audiencia general de los miércoles, la Santa Sede informó que poco después iba a desplazarse al Hospital Gemelli de Roma, “donde será sometido bajo anestesia general a una intervención quirúrgica de laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis”.
El Vaticano explicó que “la operación, dispuesta en los últimos días por el equipo médico que asiste al papa, se ha hecho necesaria a causa de una hernia incisional incarcerada que está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”. El sumo pontífice requerirá varios días de hospitalización.
El martes por la mañana, el papa pasó por el hospital Gemelli para someterse a unos exámenes, pero el Vaticano no detalló la naturaleza de los mismos.
En una reciente entrevista con la agencia estadounidense AP, el papa reveló que volvía a sufrir de diverticulos, el problema por el que tuvo que ser operado en el Gemelli el 4 julio de 2021, cuando se le extirpó una pequeña parte del colon, pero aseguró estar bien de salud.
Esta es la tercera vez que el papa Francisco es ingresado en el hospital al que Juan Pablo II llamaba “El Vaticano Tercero”, debido a que allí fue varias veces hospitalizado.
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Problemas de salud
La primera operación de Francisco fue en 1957, cuando, con 21 años, padeció una infección pulmonar que derivó en una intervención quirúrgica urgente para extirparle el lóbulo superior del pulmón derecho.
El médico y periodista argentino Nelson Castro, amigo de Jorge Bergoglio desde que era arzobispo de Buenos Aires, presentó recientemente en Roma un libro sobre la salud de los papas y en esa charla Francisco revelaba que cuando residía en Argentina fue tratado con acupuntura china por el dolor de espalda, que sufría de “cálculos en la vesícula biliar” y que en 2004 tuvo un problema cardíaco “temporal” debido al ligero estrechamiento de una arteria”.
Otro problema recurrente del papa son los dolores debidos a la inflamación del nervio ciático y que le obligaron a suspender algunas celebraciones.
Durante 2019, en gran secreto, Francisco se sometió a una pequeña intervención de cataratas en sus ojos en la Clínica Pío XI, en Roma.
También por sorpresa, el 4 de julio de 2021 se anunció que el papa sería operado en el colón ese mismo día. En aquella ocasión se le extirparon 33 centímetros de intestino, debido a la diverticulitis y estuvo diez días ingresado, a los que siguió una lenta recuperación.
Desde hace más de un año, el papa tiene un problema en la rodilla derecha que le obliga a caminar con un bastón o en silla de ruedas y aunque los médicos le habían aconsejado operarse, Francisco siempre lo ha rechazado.
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Durante una rueda de prensa de regreso de un viaje confesó que la anestesia le afectó mucho durante la operación en el colón y "aún arrastra algunos efectos". "No se juega con la anestesia y por eso se piensa que no es conveniente", dijo respecto a esa posible operarse.
El pasado 29 de marzo, el papa fue ingresado de urgencias en el hospital romano por “una pulmonía aguda” y pasó allí tres noches.
“Lo que he tenido es que me sentí mal después de la audiencia, no quise comer y me fui a dormir, pero no perdí el sentido, solo tenía fiebre alta”, dijo al ser preguntado por los motivos de su hospitalización.
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