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El menor de los Castro, quien llegó al poder de forma interina en 2006 por la enfermedad de su hermano Fidel y de forma oficial en 2008, traspasó en abril pasado al presidente Miguel Díaz-Canel el cargo de primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) durante el VIII Congreso de la formación.
Fue una sucesión que ya había anunciado el propio Raúl Castro en 2018, cuando dejó la Presidencia en manos de Díaz-Canel, para garantizar la continuidad del sistema socialista de partido único y economía centralizada.
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La última aparición pública del expresidente fue precisamente en el cónclave de los comunistas cubanos, donde se le vio en aparente buen estado físico, en contraste con las constantes especulaciones sobre su estado de salud que regularmente circulan por las redes sociales.El desde hoy nonagenario general mantiene su influencia política tras el relevo generacional consumado en VIII Congreso, un hecho que reiteró este jueves Díaz-Canel en un artículo en el diario oficial Granma en el que alaba la trayectoria de su mentor.
Felicitaciones desde Rusia
Este diario, órgano oficial del PCC, dedicó también un suplemento especial a los 90 años del expresidente, una iniciativa replicada en otros medios estatales de prensa.En Twitter, dirigentes como el propio Díaz-Canel o el primer ministro, Manuel Marrero, felicitaron a Raúl Castro, a quien describen como “referente de los comunistas cubanos” al tiempo que resaltan la “colosal” obra emprendida por él en los últimos años.
El general Castro también recibió felicitaciones de los mandatarios de países aliados como el presidente ruso, Vladimir Putin, o el de Venezuela, Nicolás Maduro.Durante sus diez años como jefe de Estado, el general Castro disminuyó las apariciones públicas y los discursos en comparación con su hermano y antecesor, Fidel Castro, notable por sus intervenciones de horas.
Las reformas raulistas
”Durante su mandato, implementó una serie de reformas económicas para “actualizar” el modelo económico y social de la isla, pero que a una década de implementadas aún son insuficientes, según economistas conocedores de la realidad cubana.
El paquete de medidas “raulistas” de 2011 amplió las posibilidades de la iniciativa privada (nombrada por el Estado como “sector no estatal” y popularmente como “cuentapropismo”), impulsó nuevas reglas para captar inversión extranjera y eliminó prohibiciones y permisos como el que necesitaban los cubanos para salir de la isla.En el plano exterior amplió los vínculos con los aliados de Cuba -Venezuela, Rusia, Irán-, reforzó los lazos con China, Vietnam y Corea del Norte y buscó “reinsertar” a Cuba en el escenario latinoamericano como su espacio natural.
Un breve deshielo
Raúl Castro encabezó en 2015 junto al entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el proceso hacia la normalización de relaciones con ese país bautizado como “deshielo”.
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El acercamiento se selló con la reapertura de embajadas en ambas capitales, la visita de Obama a Cuba en 2016 (la primera de un mandatario estadounidense desde 1928), y medidas para impulsar el intercambio académico y los viajes de estadounidenses a la isla.Sin embargo, la administración republicana de Donald Trump que sucedió a Obama revirtió los avances, congeló las relaciones y reforzó las sanciones económicas.
Ello, unido a la lenta implementación de las reformas económicas anunciadas por Castro en 2011 y a la pandemia del coronavirus, ha agravado la crisis económica en el país caribeño, reflejada en el desabastecimiento de productos de primera necesidad y alimentos.
Raúl Castro cumple 90 años jubilado, pero sigue presente en calles cubanas
Desde que cedió la jefatura del Partido Comunista de Cuba el 19 de abril pasado, Raúl Castro se tomó en serio su jubilación y desapareció de la escena pública, pero su imagen sigue en las calles cubanas este jueves, cuando cumple 90 años.
Incluso en la víspera del cumpleaños, se presentó el libro “Revolución, la obra más hermosa”, una compilación de discursos y entrevistas del expresidente, en el Palacio de la Revolución de La Habana, a la que no asistió.
Su sucesor, el presidente Miguel Díaz-Canel, ahora también primer secretario del PCC, estuvo presente en el homenaje junto con José Ramón Machado y Ramiro Valdés, comandantes históricos que acompañaron a los hermanos Castro en el triunfo de la revolución en 1959, ahora casi nonagenarios.
Durante 62 años, Raúl, como se le conoce popularmente, ha estado en la vida de los cubanos como segundo de su hermano, el líder Fidel Castro (1926-2016).
El único General de Ejército de Cuba (cuatro estrellas) ocupó a partir de 2008 los más altos cargos del país, generando fuertes lealtades entre militares y simpatizantes, y odio y rechazo entre opositores y críticos.
Los medios oficiales saludaron la fecha, pero no se realizaron festejos públicos, como muchas veces se hizo en los cumpleaños de Fidel Castro, debido a la pandemia de covid-19. Aunque también debido a su personalidad más introvertida y familiar que la de su hermano.