“Las intenciones no son suficientes”: María Corina Machado sobre Petro y Lula
María Corina Machado agradece la gestión de países como Colombia y Brasil en los intentos para resolver la crisis política de Venezuela, pero pide a la comunidad internacional “hacer su parte”, aumentando la presión contra Maduro y “llamando las cosas por su nombre”. Asegura que la oposición se mantiene unida y avanzando hacia sus objetivos tras la salida de Edmundo González hacia España.
María Alejandra Medina
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Yo estoy en Venezuela y como la inmensa mayoría de los venezolanos que trabajamos en la enorme victoria del 28 de julio hemos tenido que tomar muchas precauciones por nuestra seguridad. Muchos de mis compañeros han tenido que dejar el país, muchos han ido a Colombia, otros han sido detenidos, otros están asilados, muchos escondidos.
¿Cómo es un día suyo?
No hay un día normal, ni un día igual al otro, parece mentira. Yo les comento a mis compañeros en estos días y a mis hijos que nunca me imaginé que yo podía tener más trabajo después de ganar una elección que antes para ganarla. Ha sido un periodo difícil porque mis últimos años han estado todos llenos de permanente contacto con miles y miles de personas, de abrazarnos, de besarnos, de recorrer juntos toda Venezuela, y de repente estar así: más de dos meses sin ver a nadie. Es muy duro, pero al mismo tiempo es un momento de mucho trabajo avanzando en los planos indispensables para hacer valer la verdad y la soberanía popular del 28 de julio, que tiene que ver con mucho trabajo dentro y fuera de Venezuela. Así que no he descansado un minuto y estoy muy orgullosa de ver cómo millones de venezolanos alrededor de todo el mundo estamos comprometidos con esta causa, ahora más que nunca.
¿Qué ha cambiado desde la salida de Edmundo González de Venezuela?
A estas alturas nadie duda de la inmensa victoria, de la estruendosa derrota de Maduro. La victoria de los demócratas fue algo tan impresionante estamos hablando de 67 a 30 [%], pero fueron unas elecciones que tuvieron lugar con las reglas de la tiranía. Si esto hubiese sido una elección mínimamente competitiva, habría quedado 90-10 [%]. Por lo tanto, esto es un descalabro para el chavismo, no solo como movimiento social y grupo político, también en sus estructuras de control social y de terror que han aplicado siempre en estos procesos electorales.
El chavismo no creyó que esto iba a pasar, que iba a ir tanta gente a votar, que íbamos a sacar tal nivel de ventaja y muchísimo menos que íbamos a comprobar el resultado. No solamente logramos recoger las actas, digitalizarlas, colocarlas en una página web donde la han visto Raimundo y todo el mundo, donde desde el Centro Carter hasta el panel de expertos de las Naciones Unidas, profesores de universidades como Michigan, Berkeley o Stanford, todos han dicho que son absolutamente auténticas, pero es que además logramos la semana pasada que las actas originales del CNE llegaran de la mano del Centro Carter a la OEA, y allí las vieron los embajadores de todos los países. Todo el mundo sabe lo que pasó.
En paralelo, Maduro ha desatado la ola represiva más brutal que ha habido en la historia de Venezuela, al punto que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lo ha calificado como prácticas de terrorismo de Estado, y la misión de verificación de los hechos y el alto comisionado para los Derechos Humanos en Ginebra han calificado de crímenes de lesa humanidad. Entonces ya no es solamente que Maduro pretende robarse una elección, no es solo una dictadura más. Estamos hablando de un sistema criminal que ha secuestrado y torturado niños acusándolos de terrorismo.
Ha sido un periodo difícil porque mis últimos años han estado todos llenos de permanente contacto con miles y miles de personas, de abrazarnos, de besarnos, de recorrer juntos toda Venezuela, y de repente estar así: más de dos meses sin ver a nadie.
¿Cómo está la oposición internamente tras la salida de Edmundo González, la cual algunos leyeron como una forma de claudicar?
Absolutamente no, no es ninguna forma de claudicar. El mundo sabe muy bien lo que pasó: el presidente electo de Venezuela fue chantajeado en una operación cruel en la sede diplomática de un país en Venezuela, y el presidente electo, Edmundo González Urrutia, consideró que entre las opciones que tenía, que eran la cárcel o el exilio, era más útil a la causa saliendo de Venezuela, y es lo que ha ocurrido.
Edmundo González se ha reunido con presidentes, expresidentes, parlamentos y ha sido reconocido entre otros por el propio Parlamento colombiano, y aprovecho para darles mi reconocimiento y agradecimiento a todas las fuerzas políticas y los senadores a lo largo del espectro ideológico que nos han apoyado; también lo hizo el Parlamento Europeo. Entonces, hoy Edmundo González es el presidente electo de Venezuela que está haciendo un enorme trabajo alineando las fuerzas de la comunidad internacional mientras nosotros hacemos lo propio desde Venezuela.
Con relación al país, nunca Venezuela ha estado tan unida como está hoy. El chavismo buscó separarnos y enfrentarnos con todos los criterios, dividiéndonos por el color de la piel o la ideología o las creencias religiosas o el nivel socioeconómico o los que estamos adentro y los que están afuera, y con este movimiento social que nosotros hemos construido, un movimiento por la redención y la liberación de Venezuela, hemos logrado unificar este país como nunca antes.
A mí los venezolanos por todos los rincones, en comunidades minúsculas donde hay ocho casitas o pueblos y grandes ciudades, todos me decían lo mismo: “Quiero a mis hijos de vuelta en casa, María Corina, tráeme a mis hijos de vuelta”, y eso se convirtió en una fuerza que nos cohesionó, no solo en contra de un sistema que representa violencia, maldad, división, pobreza, pero alrededor de los valores que queremos como sociedad; una Venezuela donde la dignidad humana es sagrada, donde todos somos iguales ante la ley, una Venezuela solidaria, generosa y honesta, donde se respeta el trabajo productivo y decente, donde hay oportunidades para todos. Esto es muy poderoso, nunca antes lo habíamos logrado, y quienes quieren dividirnos, obviamente desde el régimen, buscan crear estas dudas, pero nunca ha habido una conducción política tan legítima.
Vamos a cumplir un año el 22 de octubre desde que casi tres millones de venezolanos participamos en las primarias; se escogió un liderazgo y se legitimó con nuestro presidente electo el 28 de julio. Estamos unidos y estamos decididos a llegar hasta el final.
Lo preguntaba por el ruido de noticias como la renuncia de Henrique Capriles a la dirección de Primero Justicia: se habló de falta de unidad y de consensos internos. ¿Cuál es su percepción sobre eso?
Esos son procesos que ocurren naturalmente en todas las dinámicas políticas, procesos de decantación o de reagrupación, pero eso es un problema interno de un partido sobre el cual no podemos extrapolar, todo lo contrario. Lo hablaba con los compañeros de los partidos en estos días porque obviamente en estas luchas uno tiene muchas diferencias y en el pasado hemos tenido posiciones a veces con 180 grados de distancias, y paradójicamente la brutal represión del régimen a miles de venezolanos ha logrado cohesionar una dirección como no había antes, confianza y afecto entre nosotros, no son los presos políticos de un partido a o b, son todos nuestros presos políticos, son todos nuestros niños presos, son todos nuestros hijos que hoy sufren el horror de este sistema.
Aquí hay una dirección política cohesionada, un liderazgo legitimado, un país unido, una estrategia robusta que hemos venido cumpliendo paso a paso y obviamente una comunidad internacional que nunca como hoy entiende la urgencia de una transición a la democracia, y esto es muy importante. Aquí ya nadie duda del resultado del 28 de julio y nadie se chupa el dedo de que es Maduro. Maduro ha pasado a otra dimensión donde se ha quitado todas las caretas y ha demostrado una vez más su naturaleza criminal. Entonces aquí hay que llamar las cosas por su nombre y sin eufemismos, y en particular desde Colombia, donde ustedes tienen la evidencia tan directa en los millones de venezolanos que han tenido que huir para poder salvar sus vidas.
Aquí hay una dirección política cohesionada, un liderazgo legitimado, un país unido, una estrategia robusta que hemos venido cumpliendo paso a paso.
Han hecho todo lo que se podía hacer (primarias, participar en las elecciones, recoger las actas), pero Maduro sigue en el poder y muchos se cuestionan cómo es que Edmundo González se va a posesionar el 10 de enero. ¿Qué sigue o qué falta?
La tarea completa, así como nos dijeron que era imposible unir un país y levantarlo y lo hicimos; así como nos dijeron que era imposible hacer unas primarias sin que las organizara el régimen, el CNE, sin plata o sin las Fuerzas Armadas, y lo hicimos; así como nos dijeron mil veces que era imposible llegar a una elección con un candidato que no fuera electo o designado por el propio régimen, y lo hicimos; así como dijeron mil veces que era imposible demostrar la victoria nuestra y el fraude del régimen, y lo hicimos; ahora hay que cobrar esta victoria, hay que hacer valer la verdad.
Nadie dijo que iba a ser fácil, siempre advertimos sobre los riesgos enormes que esto implicaba porque estamos frente a un sistema criminal mucho peor que una dictadura convencional. Hay gente que decía que con un margen de 70-30 no son capaces de quedarse a la fuerza. Nosotros sabíamos lo que aquí estamos enfrentando.
En qué momento Maduro va a aceptar los términos de una negociación: el día en el que el costo de permanecer en el poder sea más alto que el costo de salir del poder, y no estamos allí todavía, pero nos estamos acercando porque cada día que pasa el costo de permanencia en el poder a la fuerza es mayor para Nicolás Maduro, cada día está más aislado dentro y fuera de Venezuela.
Hacia adentro lo único que le queda es como hizo: se atrincheró detrás de un alto mando militar y utiliza un brazo represivo armado y un brazo represivo judicial, que a su vez están siendo cuestionados y presionados desde dentro y desde fuera de Venezuela. Por eso son tan importantes acciones internacionales firmes y decisivas, insisto, sin eufemismos, llamando las cosas por su nombre: cómo se llama un régimen y un tirano que se llevan niños secuestrados, que los acusa de terrorismo, que los obliga a grabar videos en contra de su voluntad, que los acusan a diez años de cárcel o si se declaran culpables se los rebajan a seis o a cinco, menores de edad. Eso está pasando hoy. Niñas que se llevaron de sus casas porque habían tuiteado o porque habían salido a protestar a la calle o porque tenían un meme o una foto en su celular y se les han llevado a cárceles comunes y han abusado de ella sexualmente, entonces llamemos las cosas como son.
Este es un momento de hacerle ver a Maduro y a su entorno que quienes han sido perpetradores de crímenes de lesa humanidad, de violaciones de derechos humanos, van a ser responsables de ello y, al transmitirlo con esta claridad, el resto de los actores que están siendo presionados para que continúen la represión, pues bueno, se van a inhibir y así seguimos debilitando la estructura represiva, que es lo único que le queda a Nicolás Maduro hoy.
Para muchos analistas, el quiebre en las fuerzas militares sería determinante en esa transición. ¿Está de acuerdo con eso? ¿Alguien de ese círculo se ha acercado a usted o estaría usted dispuesta a negociar con ellos?
Por supuesto que he tenido contactos a lo largo de mi carrera y de mis recorridos por toda Venezuela, pero, es más, y lo he dicho muchas veces: no hubiéramos podido recoger todas las actas si no hubiese sido por la cooperación que hubo de los efectivos del Plan República porque el CNE había dado instrucciones de que nos sacaran a los testigos y de que no les dieran las actas, y ellos colaboraron. Es muy importante este mensaje porque fueron testigos de primera fila, las Fuerzas Armadas saben la verdad de lo que ocurrió, estaban allí, es más: el sobre número uno con las actas que se imprime antes de la transmisión lo recoge el Plan República.
Ellos saben la verdad y también saben que no tienen un futuro con Maduro. Los oficiales venezolanos ganan sueldos de hambre y ven cómo el país ha sido entregado a redes criminales de extracción de oro y otros minerales, de narcotráfico, a la guerrilla, al tráfico de seres humanos. Más de la mitad del territorio venezolano está bajo el control del grupos criminales de diversa naturaleza, y ellos lo saben, mientras que tenemos una fuerza armada mal pagada, mal dotada, mal entrenada, y saben muy bien que nosotros estamos ofreciendo un proceso de reconceptualización y fortalecimiento de nuestras Fuerzas Armadas.
Ellos [los militares] saben la verdad y también saben que no tienen un futuro con Maduro. Los oficiales venezolanos ganan sueldos de hambre y ven cómo el país ha sido entregado a redes criminales de extracción de oro y otros minerales, de narcotráfico, a la guerrilla, al tráfico de seres humanos.
Es una parte minúscula de las Fuerzas Armadas la que hoy tiene el poder y está comprometida con este sistema, pero extender esta tiranía y esta agonía trae mucho más dolor para las Fuerzas Armadas y para todo el país. Cada día que Maduro se queda en el poder son miles y miles de venezolanos que cruzan la frontera, decenas de toneladas de drogas que llegan a Europa o Estados Unidos, pasaportes venezolanos que se entregan a grupos extremistas islámicos, pues Venezuela se ha convertido en la puerta para la penetración a nuestro hemisferio de grupos que vienen de Rusia, de Irán, terrorismo, etcétera, entonces es un proceso de desestabilización política que trasciende nuestra frontera.
Por lo tanto, esto no es un tema para que digan “allá los venezolanos con su problema”, no. Esto es un problema nuestro y lo asumimos, y el liderazgo lo llevamos los venezolanos y la estrategia la definimos los venezolanos, pero es un problema que también atañe al resto del mundo democrático y muy especialmente a Colombia y a Brasil.
¿Los esfuerzos de Colombia, Brasil y México para tratar de negociar con Maduro o para encontrar una salida dialogada a esta crisis se agotaron? ¿Qué ha faltado por parte de la comunidad internacional?
Yo agradezco las buenas intenciones, creo que las ha habido por parte del gobierno del presidente Petro y el presidente Lula, pero es que las intenciones no son suficientes. Venezuela necesita resultados y es evidente que Maduro se ha burlado al darle larga porque cree que puede extender este proceso y que el mundo va a pasar la página una vez que sientan que hay un periodo suficiente de lo que Maduro pretende imponer, que es una especie de normalización, y ahí hay que dejarle claro al mundo: Venezuela no es estabilizable con Maduro en el poder, ni en el plano económico, financiero, social, político o institucional.
El 28 de julio es un antes y un después. Los venezolanos estamos decididos a hacer valer la verdad, porque es un tema existencial, espiritual he dicho yo, porque es una lucha entre el bien y el mal. Y nosotros no vamos a rendirnos. Sabemos lo que hemos logrado. Sí pedimos que la comunidad internacional haga su parte, lo que le corresponde, y hacerle entender a Maduro que esto es insostenible.
Creo que el presidente Petro tiene mecanismos de comunicación y hay suficiente confianza por todo lo que ha sido el pasado en sus relaciones para facilitar mecanismos de transición, para darles garantías, a aquellos que faciliten esa transición dentro del régimen, de que va a ser un proceso ordenado, pacífico, sin venganza, con justicia, pero lo que yo sí quiero dejar muy claro es que todo esquema del diálogo parte del reconocimiento del 28 de julio y la soberanía popular.
Sí pedimos que la comunidad internacional haga su parte, lo que le corresponde, y hacerle entender a Maduro que esto es insostenible.
El pueblo de Venezuela con las reglas de juego de la tiranía, les recuerdo que a mí a la fuerza no me dejaron competir habiendo ganado la primaria. Nosotros no tuvimos posibilidades de hacer campaña por medios de comunicación porque la censura fue brutal, ni una entrevista puede dar yo en televisión o radio nacional; sin dinero, porque perseguían a todo el que nos ayudaba; nos trancaban en las carreteras; se llevaron detenido a nuestro comando de campaña y la otra parte está en la Embajada de Argentina; nos amenazaron, nos sacaron a los testigos; mudaron los centros de votación; no permitían que los acreditáramos; le quitaron la invitación a la Unión Europea; todos los atropellos que ocurrieron... Y ganamos por paliza, entonces no nos vengan a decir que aquí se parte de un acuerdo donde se desconoce la voz del pueblo porque la voz del pueblo es sagrada.
Entonces vamos a un acuerdo, sí. Pero mucho cuidado con estos esquemas y fórmulas que podrían haber funcionado en otras partes y en otros momentos de compartir poder, etcétera, porque al final estamos hablando de una estructura criminal. Cuando hablan del poder compartido, esto es un esquema que ya intentó el chavismo hace unos años, les recuerdo cuando en el 2018 Tareck El Aissami se incorporó dentro de la presidencia de PDVSA controlando toda la dinámica petrolera, fue un esquema de poder compartido dentro de las propias familias del régimen y miren cómo terminó. Entonces aquí vamos a un proceso de transición democrática, donde nosotros vamos a darles las garantías a todos los sectores que vienen del chavismo que quieren ser parte de una convivencia democrática, pero a una Venezuela donde prevalezca la justicia, la verdad, la libertad y la ley.
Edmundo González y yo estamos muy conscientes de la responsabilidad que tenemos y el mandato que nos dieron los venezolanos y lo vamos a cumplir juntos hasta el final
En ese plan, según lo que hemos conocido en medios de comunicación, estaría contemplado que no haya negociación directa con usted, que usted no esté en el panorama. ¿Estaría dispuesta a dar un paso al costado y que cualquier diálogo quedara enteramente en manos, por ejemplo, de Edmundo González?
Eso quiere decir que el régimen decide con quién negocia. O que la comunidad internacional decide quién representa a los venezolanos. Edmundo González y yo somos un equipo y ha habido muchos intentos para separarnos porque el régimen sabe que si nos dividía nos debilitaba y eso no pasó y eso no va a pasar. Edmundo González y yo estamos muy conscientes de la responsabilidad que tenemos y el mandato que nos dieron los venezolanos y lo vamos a cumplir juntos hasta el final.
Estados Unidos ha tenido un gran interés en esta situación, ¿cómo va el panorama con los dos candidatos en campaña y cómo evalúa el rol que ha tenido Estados Unidos en este proceso?
Evidentemente Estados Unidos tiene un papel importantísimo y es absurdo desconocerlo por razones retóricas de campaña. Las cosas son como son y, además, la situación venezolana tiene un impacto enorme en la seguridad nacional de los Estados Unidos, como también en Colombia, Brasil y todo Centroamérica, todos sabemos que si Maduro se quedase a la fuerza en el poder pudiéramos estar viendo tres, cuatro o cinco millones de venezolanos cruzando el Darién y llegando muchos a la frontera sur. Todos sabemos lo que han sido los estragos de las redes criminales como el Tren de Aragua, que ya tienen operaciones desde Canadá hasta Argentina. Todos sabemos lo que significa Venezuela como un santuario para el tráfico de drogas o la operación de las guerrillas, los grupos criminales. Y todos sabemos, además, que en el contexto de este conflicto en el Medio Oriente el potencial energético de Venezuela para contribuir a la seguridad energética global es enorme, pero eso jamás va a pasar mientras Maduro está en el poder, nadie en su sano juicio va a meter millones de dólares en un país que está en el último lugar en Estado de derecho en el planeta Tierra, según el World Justice Project.
Venezuela tiene un potencial gigante de apoyar, integrarse a Colombia en materia de gas, o Trinidad, de energía hidroeléctrica en el sur hacia Brasil. Nuestros crudos pesados hacen un match perfecto con el sistema de refinerías del Golfo de los Estados Unidos. Ahora, nada de eso va a ocurrir mientras tú tengas un sistema criminal en el poder, que además es incapaz de reestructurar la deuda y pagarla. Entonces este es un momento en el cual Estados Unidos y todos los países de este hemisferio tienen que entender que el momento de actuar es ahora.
No quiero especular si el hecho de que ya están en la recta final de una elección es bueno o malo. Yo creo que todo depende de cómo se asume con la verdad lo que está ocurriendo. En Estados Unidos a ambos partidos les preocupa la migración, la crisis humanitaria, la crisis energética, la seguridad nacional y por lo tanto la situación venezolana se ha mantenido como un tema prioritario de los dos partidos. Y yo permanentemente hablo con senadores y representantes de un partido y del otro, y tengo grandes amigos y aliados en ambos partidos, y estoy convencida de que sea quien sea el que gana la elección presidencial, esta política de acompañamiento a la transición en Venezuela se va a cumplir.
El secretario Blinken, con quien hablé recientemente, pero además en su declaración en la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo dijo claramente: hay que pasar de las declaraciones a las acciones, y es el momento de actuar para que Maduro entienda que su mejor opción es aceptar los términos de una negociación con nosotros y en ese sentido creo que el gobierno del presidente Petro puede ayudar a dejar esto muy claro también.
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