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El presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien las autoridades chavistas le otorgaron un nuevo período de seis años como presidente, en medio de los reclamos de fraude por parte de la oposición liderada por María Corina Machado, anunció que ya cuenta con un equipo de trabajo para llevar a cabo una reforma a la Constitución. La decisión la dio a conocer a menos de un mes de la investidura presidencial, prevista para el 10 de enero, a la cual Edmundo González Urrutia, asilado en España, tiene previsto asistir.
El mandatario venezolano, durante un acto político transmitido en televisión, comentó: “He conformado un equipo con grandes asesores internacionales y nacionales para pensar junto a nuestro pueblo en una gran reforma constitucional, que democratice aún más la sociedad venezolana y empodere al ciudadano, a la ciudadana”. Sin ofrecer muchos detalles, agregó que el objetivo es consolidar la soberanía nacional y popular: “Estamos llenos de grandes ideas, estamos imbuidos en un gran sentimiento de transformaciones, de cambios”.
Esta maniobra podría tener que ver con sus intentos de permanecer como líder del Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia venezolana, y no es la primera vez que lo intenta. En 2017, en medio de las protestas sociales que exigían su salida del poder y rechazaban el arrinconamiento de las fuerzas opositoras que llegaron por vía electoral al Parlamento, pero que fueron defenestradas por la vía judicial y la persecución, Maduro convocó a una Asamblea Nacional Constituyente. Si bien esta no reformó ni redactó una nueva Carta Magna, sí asumió las funciones del Legislativo hasta 2020, cuando su presidente, Diosdado Cabello, anunció su disolución.
El funcionario chavista, quien actualmente es el ministro del Interior de Maduro, dijo entonces que el aporte de la Asamblea Nacional Constituyente fue haber traído paz a Venezuela, tras frenar las protestas antigubernamentales. Señalado de fraudulento, ese organismo fue constituido sin un referendo consultivo previo, como ocurrió en 1999, cuando se redactó la actual Constitución.
Si bien las reformas constitucionales deben pasar por la ratificación del voto popular, Hugo Chávez intentó llevar a cabo una en 2007, bajo el principio de la reelección indefinida en cargos públicos y la idea del Estado comunal, pero fracasó. Como resultado, lo que se rechazó en las urnas fue incorporado dos años después a través de una enmienda.
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