El comité para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, reunido en la isla de Balí (Indonesia), agregó en total 14 elementos a la lista que ya cuenta con 213 tradiciones del mundo.
En el caso colombiano, el reconocimiento por parte de la Unesco fue posible gracias al trabajo de la Asociación de Capitanes y Autoridades Tradicionales Indígenas del Pirá-Paraná (Acaipi) creada en 1996. Durante los últimos años, gracias al apoyo de la Fundación Gaia, la asociación y los miembros de la comunidad se involucraron en procesos de investigación participativa para recuperar y fortalecer su tradición.
“Desde la creación del mundo, los Ayawa nos entregaron este territorio y un modelo cosmológico fundamentado en saberes, rituales y prácticas tradicionales que ordenan y reglamentan su manejo”, explicó Ernesto Villegas, uno de los indígenas de esta región, en una conferencia que ofreció la semana pasada en Brasil.
El río Pirá (He Oko-ba, Río de Aguas de Yuruparí) es en la tradición indígena “el corazón-vientre” de un gran territorio muy especial llamado He Yaia Godo o Territorio de los Jaguares de Yuruparí. Según la tradición, se denomina así por el fundamento del conocimiento tradicional: “todo el poder del conocimiento de la Ciencia y de la Sabiduría, está concentrado en los espíritus Jaguares de Yuruparí”.
Para Martín von Hildebrand, director de la Fundación Gaia, “este es un reconocimiento a las culturas indígenas del Amazonas, que contribuirá a protegerlas de presiones externas, como la minería o sistemas educativos ajenos, así como a aumentar la autoestima por sus tradiciones”.