Perros de diseño: ¿una aberración?

Desde hace años crece un rentable negocio: las fábricas de mascotas, lugares en donde se cruzan razas—generalmente de perros o gatos— con el fin de suplir antojos de belleza o tamaño.

La Red Zoocial
05 de octubre de 2019 - 03:00 a. m.
Perros de diseño: ¿una aberración?
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El debate volvió a estallar esta semana, cuando Wally Conron, el hombre que creó el “labradoodle” (cruce entre labrador retriever y el poodle), aseguró que se arrepentía de haber creado este “Frankestein”. Lo dijo en entrevista a ABC News, cadena pública de Australia.

Según Conron, hoy de 92 años, creó el primer “labradoodle”, respondiendo a la necesidad de una mujer ciega que quería un perro pero era alérgica a ellos. Su “invento” estuvo listo en 1989, luego de pensar en qué razas eran las mejores para cruzar. “Necesitaba un perro con capacidad de trabajo y el pelo del poodle, por eso lo creé; pero me arrepiento porque después de eso, muchos empezaron a cruzar una serie de razas sin pensar en las consecuencias”. señaló. Agregó que ya son 400 razas las que ha creado el hombre en ensayos “reprobables”.

“Pomsky”, mezcla del husky siberiano y el pomerania. Crédito: Paulconwall - Wikimedia Commons
 

Muchos críticos del cruce irresponsable de perros dicen que los criadores no se ponen a pensar en los problemas genéticos que ya trae cada raza y los cruzan sin pensar que esos males se están potenciando. En una entrevista en la cadena BBC, el presidente de la Asociación de Comportamiento Canino y Felino de Gran Bretaña explicó que, “los poodle tienen problemas oculares, de oído y de cadera y los labradores, luxación de rodilla, displasia de cadera y osteocondritis disecante, lo que hace que se unan muchos males”.

Sin embargo, hay un lado que asegura que el cruce precisamente busca mejorar estas condiciones genéticas de un raza. El cruce de perros por mano humana comenzó después de la II Guerra Mundial, cuando se criaron y vendieron cachorros para suplir la falta de animales. Sin embargo, el negocio floreció recientemente. Hay millones de criaderos que cruzan animales de manera poco ética.

En EE. UU., en donde cualquiera puede abrir una fábrica de mascotas, los animales son reproducidos en condiciones poco higiénicas y sin un seguimiento veterinario.

El negocio se salió de control y no está regulado casi en ninguna parte. De acuerdo con el Pet Industry Advisory Council, hay fábricas de cachorros que llegan a tener cerca hasta 400.000 cachorros al año en las peores condiciones. Muchas perras destinadas a tener crías, jamás salen de las jaulas; son cruzadas cada seis meses, sin darles un descanso y no reciben la atención veterinaria que requieren.

El “puggle”, cruce entre un pug y un beagle. Crédito: Pixabay

Los cachorros son destetados inmediatamente y enviados en cajas a sus nuevos dueños: muchos no sobreviven porque explica Jairo Pérez, veterinario en Bogotá, un cachorro necesita pasar por lo menos dos meses con su mamá, para luego sí ser enviado a sus dueños. Si no, tendrán problemas.

¿Cuáles? Etólogos dicen que les cuesta adaptarse, son indiferentes o en ocasiones agresivos. Conron contó en la entrevista que una trabajadora del Consejo Nacional Australiano de Razas de Perros le contó que parte de todas las razas de perro son cruces con poodles. “Un día me llamó un hombre para decirme que había sido el creador del “roodle”, cruce entre rottweiler y poodle... ¡En nombre de Dios!”.

Razas artificiales famosas

Un perro de diseño puede costar hasta 2.000 dólares, y se hace para suplir el gusto de gente que cree que son un juguete, pues los quieren para ponerles ropas y otros accesorios, dicen los críticos.

Estos animales generalmente tienen problemas de salud y de comportamiento y muchos son abandonados porque no suplen las expectativas.

“Cockapoo”, híbrido entre coker spaniel y poodle. Crédito: Pixabay

Los perros más conocidos de estos cruces son: el “labradoodle”, ideales para niños, pero sufren de displasia de cadera y la visión. Luego está el “Pomsky”, mezcla del husky siberiano y el pomerania; populares y costosos por su tamaño.

El “puggle”, cruce entre un pug y un beagle, vienen en varios colores, pero pueden sufrir de epilepsia. Y el “cockapoo”, híbrido entre coker spaniel y poodle, pequeños y con problemas de visión y oídos.

Mientras tanto hay refugios llenos de animales esperando llegar a una familia. ¡Adopte!

Por La Red Zoocial

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