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La venezolana Jennifer Ramírez Rivero, de 39 años, fue encontrada sin vida en su apartamento, mientras su hijo de dos años de edad estaba con vida y con un grave cuadro de desnutrición.
Hija de padres colombianos, y oriunda del estado de Táchira, en Venezuela, la empresaria y diseñadora de modas, fue asesinada el pasado 20 de agosto. Sin embargo, el crimen fue conocido hasta el pasado viernes, cuando un fuerte olor alertó a los vecinos del edificio en el centro de Cúcuta, y al ver que nadie atendía la puerta, decidieron llamar a la policía.
Las autoridades confirmaron que la causa de la muerte de la mujer sería por asfixia mecánica, lo que indica que, al parecer, fue estrangulada.
Ramírez era propietaria de las marcas de ropa y accesorios Mac River y Jenn River. En el 2000 participó en el reinado de las ferias de San Sebastián, y era modelo de su propia marca. También era madre soltera y vivía desde el nacimiento de su hijo en Cúcuta, donde recientemente vendía tortas para mejorar su situación económica.
“Yo viví con ella 22 meses en Cúcuta, me fui cuando ya el niño tenía dos años y siempre estuve con ella. En lo bueno y en lo malo siempre estuvimos juntas, como hacemos las madres. Espero que ese criminal pague”, afirmó la madre al diario La Opinión.
Según los familiares de la víctima, su plan era salir de Colombia, por lo que ahorraba todo el dinero que tenía.
Las autoridades judiciales analizan la versión de un aparente robo, que coincide con la inspección realizada al inmueble, en donde los investigadores no hallaron dinero, joyas, ni elementos de valor. Además, la mujer fue encontrada sin documentos de identidad, y al parecer, sin gran parte de sus prendas de vestir y bolsos.
Otro de los documentos de análisis fue presentado por una de las amigas de la víctima, quien reveló que era amenazada por otra mujer.
“Una mujer le decía que la quería matar y la amenazó junto al niño. Por eso, instauró una denuncia”, indicó la amiga, mientras mostraba en su mano la citación a dicha mujer, afirmó el diario La Opinión.
Otro posible sospechoso es un hombre de tez morena, que acompañaba generalmente a la víctima, y a quien, desde el lunes, los vecinos del sector dejaron de ver. El hombre tampoco asistió al entierro de la mujer.
Para las autoridades lo más claro es que el homicida, seguramente era conocido por Jennifer Ramírez, ya que la puerta nunca fue forzada.
Por su parte, los expertos en criminalística tomaron huellas dactilares y fluidos corporales de la escena del crimen para poder dar con el responsable.
Su hijo, que logró sobrevivir 5 días, fue encontrado junto al cadáver en estado de descomposición. Estaba sucio y en su boca podían verse unos gusanos. Actualmente el menor se encuentra recluido bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y se encuentra con tratamiento de antibióticos por una infección en una de sus mejillas.
“El niño logró sobrevivir porque comió de unas tortas que su mamá preparó y no vendió, además, tomó agua que ella tenía en unas botellas. Lo extraño fue que nadie lo escuchara llorar, pues el apartamento no tenía ni una sola luz prendida. Nos imaginamos que en la noche él se asustaba y lloraba”, manifestó una fuente judicial cercana a las pesquisas, según informó el diario La Opinión.