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A dos meses de que Gustavo Petro termine su mandato, es claro que algunas de las metas más ambiciosas que se trazó en su Plan de Desarrollo no las alcanzará a cumplir. Al menos así lo señaló ayer la Contraloría Distrital, que se dio a la tarea de hacer un listado de lo que calificó como las 30 deudas de Petro con la ciudad, las cuales tocan casi todos los sectores: movilidad, educación, salud, hábitat, servicios públicos y seguridad.
Según el contralor Diego Ardila Medina, son incumplimientos que afectan la calidad de vida de los capitalinos. Sin embargo, lo que más preocupación le genera al jefe del ente de control son 45 obras inconclusas, por valor cercano a $1 billón, entre las que sobresalen algunas contratadas por el Acueducto, el Fondo Financiero de Salud y el Fondo de Vigilancia, aunque vale aclarar que algunas vienen de administraciones anteriores.
Movilidad
El informe de la Contraloría destaca once metas que corresponde a este sector, entre las que se destacan la construcción de 5 kilómetros del metro (dejó estudios y diseños), la construcción de la troncal de Transmilenio (TM) por la Avenida Boyacá (dejó estudios y diseños), la licitación para elegir nuevos operadores de las fases I y II de TM (está en prepliegos), la reconstrucción de las troncales de la avenida Caracas y la autopista Norte (sólo se han hecho reparcheos), la construcción de 7 kilómetros de metrocables (sólo adjudicó 3,3 km) y la implementación al 100 % del SITP.
A estos se suma el retraso en la ampliación de la red de ciclorrutas (de 145 km, construyó 56 km), la construcción de 16 nuevos puentes peatonales (sólo construyó tres), la reconstrucción de la malla vial local (apenas intervino 872 tramos de los 1.908 priorizados) y la construcción de once obras por valorización (sólo adelantó dos).
Educación, salud y hábitat
En educación se destacan seis metas incumplidas, que no son menores. Por ejemplo, prometió construir 86 colegios nuevos, de los cuales sólo ha terminado diez y algunos comenzaron obra, pero quedaron abandonados por líos con los contratistas. A esto se suma la promesa de construir 405 jardines (apenas terminó seis y 51 los hizo en contenedores); no terminó ninguna de las sedes nuevas de la Universidad Distrital, ni amplió la planta docente del Distrito.
En materia de salud, se mencionó también la promesa de reabrir el hospital San Juan de Dios (que no ha podido cumplir porque no se sabía quién era el propietario), el déficit de obras del plan de equipamiento de salud (van 16 de las 127 obras planeadas) y la recuperación de Capital Salud (que arroja pérdidas por $211.741 millones).
Quizás una de las metas incumplidas que más ha sonado es el de la construcción de 70.000 viviendas de interés prioritario, la mayoría para víctimas, de las cuales apenas hizo 2.934.
Por ahora, estas son apenas algunas de las metas incumplidas que, según el contralor, pasarán a ser deudas con la ciudad, que heredará la nueva administración. “El alcalde electo va a recibir una deuda grande en materia de atención a los proyectos que debió adelantar esta administración”, concluyó el contralor.