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No está bien. Debido a los crímenes en los que se han visto involucrados algunos migrantes y la advertencia sobre “una minoría excesivamente violenta”, hoy se vive una tensión que se evidencia en las calles. En algunas zonas, como la localidad de Kennedy, empezaron a aparecer panfletos que promueven la xenofobia, un hecho, a todas luces, reprochable.
“No des limosnas, comida, ni ropa. No arriendes ni des trabajo. No seas cómplice de sus crímenes” decían los panfletos con los que amanecieron los habitantes del barrio Techo, los cuales causaron asombro e indignación por varios de los habitantes.
Para Irene Cabrera, Codirectora del Observatorio de Migraciones de la Universidad Externado de Colombia y Codirectora del Barómetro de Xenofobia, este tipo de acciones responden a procesos de fragmentación social, donde hay señalamientos y rechazos explícitos hacia la comunidad migrante.
Esto se explicaría con el excesivo énfasis en la responsabilidad de las personas migrantes en los problemas estructurales (como los de seguridad), los que según ella, “vienen desde tiempo atrás y además son también el resultado de las acciones de los mismos colombianos.”
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Cabrera agrega que ese tipo de mensajes generar una reacción similar en los bogotanos y en los migrantes: el miedo. Por un lado, haciendo que los habitantes de la ciudad se sientan amenazados por los venezolanos y eso generara un ambiente de hostilidad y agresividad hacia ellos. Por otro, terror en los mismos migrantes, quienes, al sentirse en peligro, dejarían de pedir ayuda o de intentar buscar soluciones para su situación, lo que llevaría a que sus condiciones se precarizaran en mayor medida.
Por su parte, los habitantes del sector en los que aparecieron estos mensajes manifestaron que, aunque sí hay una situación compleja de hurtos, esto no debe dar pie para que se genere xenofobia y estigmatización contra ellos, ya que en su mayoría “hacen el bien”.
“Deberían sacar a los malos. Ellos son un peligro, los que son malos son muy desalmados. Hay que perseguirlos, pero a los malos, no a la gente buena, que a duras penas trabaja para comer”, manifestó uno de los vecinos del sector a Blu Radio.
Entre tanto, la aparición de los panfletos es la muestra tangible de la situación tensa que se vive en las calles de la capital, sobre todo luego de los últimos hechos de violencia registrados en los que la inseguridad y las declaraciones de la alcaldesa causaron revuelo y opiniones encontradas.
Por ahora, el reto para el Distrito está en contrarrestar la inseguridad y la violencia en la capital, la cual no solo se evidencia en los casos de hurtos hacia los ciudadanos, sino también en este tipo de casos en los que se amenaza y pone en riesgo, no solo a la población migrante sino todo aquel que los ayude o no discrimine en la ciudad.