En Bogotá, la reactivación económica avanza con el regreso a la operación de 79.727 empresas, de las cuales, 38.468 se encuentran agrupadas en el sector comercio; 19.224 en servicios; 15.413 en manufactura y 6.602 en construcción.
Esto se traduce en más de 550.000 personas que han podido retornar a sus trabajos. El sector que más agrupa a trabajadores es comercio, con 171.646; seguido por manufactura, con 145.816; servicios, con 128.407 y construcción, con 104.344.
A pesar de que semana a semana la cifra de reactivación ha ido creciendo, esta podría verse afectada, en los próximos días, ante la amenaza de que en Bogotá se declare la alerta roja. La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ha dicho en repetidas ocasiones que si la ocupación de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) alcanzan una ocupación de más del 70 %, la capital entraría en la alerta anteriormente mencionada, lo que se traduce en volver al confinamiento más estricto.
Para hacerse una idea de cómo sería ese panorama, hay que recordar cómo funcionaba la ciudad tan pronto comenzó la cuarentena, es decir, con una economía muy básica que solo permitía el trabajo de personas inmersas en servicios esenciales como el de la salud, la seguridad y la alimentación.
Esta alta ocupación de UCI se presenta a pesar de que la semana pasada el Ministerio de Salud le entregó al Distrito 130 ventiladores, con lo que se habilitaron 130 UCI´s más. Mientras avanza la instalación de estas nuevas unidades, hoy por hoy la capital dispone de 826 camas, de las cuales, 575 se encuentran ocupadas.
La esperanza de recibir el restante de los 1.000 ventiladores que prometió el Gobierno Nacional, hace que se prevea que la actual situación por la que atraviesa la ciudad sea manejable, por lo menos, en el mediano plazo.
Sin embargo, la misma alcaldesa ha reconocido que la demora en la entrega de estos dispositivos no ha sido a por falta de voluntad del Gobierno, sino porque el mercado para adquirir los ventiladores está demasiado competido.
Es por lo anterior que la recomendación para la ciudadanía sigue siendo la misma, y de hecho, más urgente que nunca, en la medida de lo posible mantener el confinamiento, respetar el distanciamiento social, el uso del tapabocas y reportar ante el sistema de salud si presenta síntomas asociados a la enfermedad.
