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En la madrugada del 5 de marzo de 2020, la joven Ana María Castro, de 21 años, salió de un bar al norte de Bogotá en compañía de tres conocidos hacia un apartamento en el barrio Pontevedra. No obstante, la joven nunca llegó pues fue encontrada con un golpe contundente en la cabeza en la calle y murió en el hospital Simón Bolívar horas después. Uno de esos acompañantes, cuyo nombre no fue revelado, fue capturado el viernes en la noche por el CTI de la Fiscalía General. (Le puede interesar: Alguien está mintiendo en el caso de Ana María Castro Romero)
Según la Fiscalía, Ana María Castro iba en la parte trasera del carro con uno de los hombres “al cual bajaron del vehículo” y ella siguió en la ruta con dos jóvenes más. “Labores de policía judicial demuestran que Ana María habría sido golpeada en el rostro y lanzada fuera del automóvil en la calle 80 con 69 P”, señaló la entidad que anunció que Julián Valente Ortegón será presentado ante un juez con función de control de garantías, como presunto responsable del delito de feminicidio agravado.
#ÚltimoMinuto | El Fiscal Francisco Barbosa anunció la captura de presunto implicado en muerte de Ana María Castro, en hechos ocurridos el 5 de marzo del año pasado. Detenido será presentado ante un juez, como presunto responsable del delito de feminicidio agravado. pic.twitter.com/YqfAdAGaJz
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) January 23, 2021
“La joven fue trasladada al Hospital de Engativá, en el noroccidente de Bogotá, y luego al Hospital Simón Bolívar donde murió a raíz de un trauma craneoencefálico producto de los golpes recibidos al caer, según el dictamen médico legal. La víctima fue registrada en los centros asistenciales como desconocida, debido a la falta de documentos de identificación; tiempo después fue su madre la encargada de reconocerla”, dijo la Fiscalía en un comunicado.
(Contexto: Investigan extraña muerte de una estudiante hallada en la Av. 68 con calle 80 en Bogotá)
La historia
En marzo de 2020, este periódico reconstruyó el caso de Ana María Castro Romero, cuya muerte generó en ese momento indignación y dudas por lo poco que se sabía del caso. La joven salió en la noche del miércoles 4 de marzo al bar Zona 116, en la calle 116 con avenida 19, norte de Bogotá, con un grupo de amigos. Esa noche, compartieron en algún momento con ella, Mateo Reyes y Paul Naranjo, este último que había ido por invitación de ella-según dijo a este diario.
Paul dice que fueron a comer a la Taquería don Clemente en donde estaba terminando turno su amigo Julián Ortegón, administrador del lugar, pero que ella se devolvió a donde sus amigos. Al cerrar el lugar, Paul y Julián se fueron al bar donde ella estaba con Mateo y se sentaron en una mesa contigua. Y en un momento de la noche, Mateo la besó, según Paul, hecho que le generó incomodidad porque ellos estaban teniendo una relación cercana, por lo que se fue del lugar.
No obstante, no se fueron porque cuando se estaba subiendo a su camioneta, junto con Julián, vieron a Ana María supuestamente incómoda con Mateo por lo que ofrecieron llevarla a casa, cosa que finalmente no sucede pues se quedaron un rato más de rumba. Ya más tarde, Paul y Julián deciden irse. Según Paul, como Ana María estaba alicorada terminaron optando por llevarla a él y a Mateo también en su camioneta hacia el apartamento de Julián, ubicado detrás del centro comercial Titán Plaza.
(Lea: Justicia colombiana, en deuda con las víctimas de feminicidio)
Sobre lo que pasa luego, Paul y Mateo tienen versiones distintas. Según el primero, salieron del parqueadero, toman la calle 116, la autopista Norte, la calle 100, la avenida 68 y hacen el giro hacia la calle 80. A la altura de la estación de Transmilenio de las Ferias, Paul se percata que Mateo y Ana María venían atrás besándose y tocándose. “Yo veo esa escena, paro el carro, y les digo ‘oigan ¿es en serio ustedes en eso? No, respétenme. Quédense acá y váyanse para otro lado porque ustedes están es en plan pareja. Miren si se van para un motel’”. Ellos no se bajaron, por lo cual Julián les dijo que no los llevaría a su apartamento, se bajó y los bajó a los dos de la camioneta. Luego se sube y arranca con Paul para el apartamento.
Y Mateo dio dos versiones distintas a las autoridades y a la mamá de Ana María. En un primer momento dijo que él venía en un taxi detrás de la camioneta y vio cómo la arrojaron del vehículo. Y luego dijo a Nidia Romero, mamá de Ana María, que él también venía a bordo de la camioneta. “Él me dice ‘ellos discuten por celos por mí y nos bajan del carro. Él se vuelve a subir, discuten (Paul y Ana María), y de pronto el tipo arranca muy fuerte, se la lleva, ella da unos giros y cae’. Dice que empezó a metérsele a los carros buscando auxilio, pero que nadie paraba. Llamó a la Policía y finalmente consigue auxilio para ella”, dice la madre de Ana María.
Ana María Castro celebró su cumpleaños número 21 el 16 de febrero de 2020, antes de su trágica muerte, ahora catalogada como feminicidio por la Fiscalía. Según sus conocidos, para esos días, no hacía más que hablar del curso de maquillaje que apenas había iniciado y en el que tenía clase el jueves siguiente a lo que ocurrió. En 2019 había iniciado Psicología en la universidad Manuela Beltrán, pero decidió aplazar el semestre. Entre sus planes estaba o continuar Psicología o irse a buscar una vida en Estados Unidos, donde una amiga.