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Aunque la Secretaría de Planeación ya tiene en sus manos el concepto del Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD) sobre el proyecto del Plan de Desarrollo de Claudia López (“Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del siglo XXI”), al parecer, tendrá muchas cosas que ajustar en los próximos días. Fuera de evaluar las recomendaciones del grupo de expertos, tendrá que incluir en sus lineamientos la forma como la ciudad enfrentará la crisis por el COVID-19.
Esto lo dejó claro ayer el secretario de Hacienda, Mauricio Ramírez, quien, en su intervención en el foro sobre el nuevo coronavirus en el Concejo, aseguró que la ciudad cuenta con los recursos para atender la emergencia el primer mes, pero requerirá adecuaciones presupuestales por si la cuarentena se extiende. Además, advirtió que necesitarán aumentar el cupo de endeudamiento para enfrentar la crisis que se viene y revitalizar la economía de la ciudad, para amortiguar los efectos colaterales.
Pese a ello, la base se mantiene y seguirá sobre cinco pilares: Vivir sin miedo (paz, justicia y seguridad), ¡Con oportunidades, empleo y educación somos imparables! (educación, salud y oportunidades), Tiempo para la familia y el desarrollo no para el trancón (prosperidad, movilidad, empleo y desarrollo), ¡Reverdecer a Bogotá, para vivir y respirar! (agua, energía, cambio climático y medioambiente) y Unidos somos el mejor hogar de los colombianos (desarrollo regional, humano, incluyente y sostenible). Bajo esta mirada, el grupo de expertos que conforman el CTPD reconocen acciones como la inclusión de la Ciudad Región en uno de los pilares, así como que se aprovechen aspectos del proceso de paz y que el proyecto sea inclusivo tanto con mujeres como con jóvenes.
De la misma forma, reconoce que se incentiven mecanismos de participación ciudadana a través de los presupuestos participativos, que se incluya de manera innovadora la atención integral a la fauna silvestre y que incluya una política pública distrital de lectura, escritura y bibliotecas, así como la meta de reducir el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Junto a esto se hace una serie de recomendaciones que, como indicó la secretaria de Planeación, Adriana Córdoba, se evaluarán en abril, “para que entre todos podamos entender qué observaciones atender, cuáles no y cuáles se deben ajustar a la luz del coronavirus”.
Las recomendaciones
De entrada, el CTPD pide a la administración reforzar la importancia de la participación ciudadana, pero sin confundirla con la cultura ciudadana. La sugerencia es que sea pilar transversal y quede de forma explícita. Frente a los presupuestos participativos, considera que son tan valiosos, que deberían llevarlos no solo a las localidades, sino también a todos los niveles distritales. En lo relacionado con la concepción del nuevo contrato social, dicen, es necesario reevaluar a los actores implicados, ya que consideran que no se tuvo en cuenta al sector privado y propone incluir a las empresas medianas, pequeñas, redes solidarias de economía y cooperativismo.
De igual forma, reconoce el valor de la idea de reforzar temas de género y jóvenes, pero advierte que, si la idea es apuntarle a un nuevo contrato social y ambiental, debe fundamentarse en la inclusión de todos los grupos poblacionales, para no generar nuevas exclusiones, como los grupos étnicos, afros y rRom en la ciudad.
En cuanto a la estructura del proyecto, señala que no hay interrelación, interafectación e interdependencia entre los cinco grandes propósitos, las 30 metas de ciudad y los programas, ni “existen mecanismos certeros para la medición y el seguimiento de los logros. Se hace necesario que los indicadores de gestión sean transformados en indicadores de impacto, para que se haga un seguimiento efectivo por parte de la ciudadanía”.
Finalmente, con respecto a la ciudad región, resalta que es clara su relación con el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero manifiesta que esto solo se dará si hay voluntad política, talento humano y capacidad para generar el conocimiento necesario para solucionar los desafíos de cada uno de los ODS. “Hay que comprender los factores que inciden en las problemáticas y sin el conocimiento de cómo se puede incidir en los complejos procesos que se están desarrollando”.
El plan del Distrito
Tras la presentación del documento, la alcaldesa Claudia López agradeció el aporte del CTPD, que acompañó parte del proceso final de estructuración. Sin embargo, aprovechó para responder algunas de las críticas, como la participación ciudadana, pues sostiene que debe ir de la mano de la cultura ciudadana, pues una depende de la otra.
Además, indicó que no se ha dejado a un lado al sector privado. “Si los dejáramos por fuera les lavaríamos las manos y les diríamos que no son corresponsables de lo público”. Recalcó, además, que los próximos días serán claves, pues dada la coyuntura, “tendremos que tener una versión (del Plan de Desarrollo) para la pandemia y otra para cuando la superemos. Estamos pasando por un momento que requiere dar sin pensar en qué vamos a recibir y confiar sin esperar nada a cambio. Todos vamos a tener que soltar, todos vamos a tener que dar, porque esa prácticamente es la única manera en la que vamos a poder sobrevivir”.
Ahora se tendrá un mes para ajustar el proyecto a la pandemia y, bajo esto, llevar el 30 de abril la propuesta ante el Concejo Distrital, donde los cabildantes contarán con un mes para discutirlo, de tal forma que en agosto comience a regir el nuevo Plan de Desarrollo, el de Claudia López, bien sea por acuerdo o por decreto.