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La Fiscalía quiere que la acusación contra Rafael Uribe Noguera por el secuestro, abuso, tortura y asesinato de la pequeña Yuliana Samboní se haga lo más pronto posible. El fiscal Néstor Humberto Martínez, quien prometió que no habrá impunidad y que el caso avanzará lo más rápído posible, reveló este martes nuevos detalles de lo que aconteció entre los días 4 y 5 de diciembre, cuando ocurrió toda la cadena criminal que terminó con la muerte de la niña caucana de 7 años y el intento por ocultar su cadáver en el apartamento 603 del edificio Equus, ubicado en un exclusivo sector de Chapinero. (Lea: ¿Quién es Rafael Uribe Noguera, señalado por el feminicidio de Yuliana Samboní?)
En el edificio, que ese día era custodiado por Fernando Merchán (vigilante que estuvo de turno de 6:00 a.m. a 6:00 p.m. del día del crimen), ocurrieron muchas más cosas de las que él contó a la Fiscalía en la única declaración que alcanzó a hacer sobre el caso, antes del viernes, cuando fue hallado sin vida en el baño de su casa. Según el fiscal, Merchán omitió varios detalles de ese día, en lo que sería una coparticipación en el crimen al ocultar o tratar de cambiar información vital para la investigación. (Lea: Uribe Noguera sí mató a Yuliana Samboní y el vigilante de Equus 66 mintió)
La primera incoherencia de Merchán en sus testimonios quedó consignada en la minuta del edificio, en la que escribió que el apartamento 603, en el que ocurrió el crimen de Yuliana, estaba vació a las 3:40 p.m., hora en la que ingresaron Catalina y Francisco Uribe Noguera, hermanos de Rafael. Otra de las incongruencias fue que en ese libro de ingresos no anotó todas las veces que Uribe Noguera ingresó y salió de Equus 66, y mucho menos que al interior de su vehículo había una menor de edad que no vivía en el edificio.
El ente acusador afirmó que tiene en su poder todos los registros de cámaras de seguridad en los que se observan todos los movimientos de Uribe Noguera y de la menor de 7 años al interior del edificio. Movimientos que tampoco contó Merchán. Con esos videos, más otros que ha recopilado la Fiscalía de los registros desde otros apartamentos y cámaras del sector, se completará el material probatorio que será detallado en el escrito de acusación que será presentado a más tardar el jueves. (Lea: Los argumentos de Rafael Uribe para pedir de nuevo su libertad)
¿El otro edificio de Rafael Uribe Noguera, también ubicado en Chapinero, hizo parte de la “ruta criminal” del 4 de diciembre? ¿Merchán sabía qué ocurría en el apartamento 603 de Equus 66? ¿Qué hacía Merchán mientras la menor de 7 años y Rafael Uribe estaban en la vivienda? ¿El grupo de policías que realizó el levantamiento del cadáver de Yuliana demoró intencionalmente el traslado a Medicina Legal? Esos son algunos de los nuevos interrogantes que ha planteado la Fiscalía sobre el caso y que buscarán resolver antes de la presentación formal del escrito de acusación.
"El vigilante tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo. Advertimos que el vigilante no manifestó la verdad ante la Fiscalía y tampoco las anotaciones que hizo en el libro de ingresos corresponden a la verdad. Había conocimiento y coparticipación de su parte", afirmó el fiscal general sobre el cada vez más confuso papel de Merchán en los hechos que rodearon el crimen. Pero no solo la posible participación del vigilante de Equus 66 en el crimen es un enredo. También los son las causas de su muerte, que aún no han podido ser esclarecidas del todo por Medicina legal. Por eso, el instituto tendrá que recurrir a un estudio químico para determinar si el consumo de antidepresivos fue determinante en su deceso. (Lea: 'Heridas en el cuerpo de Fernando Merchán no fueron tan graves como para causar su muerte': Medicina Legal)
Fernando Merchán, de 58 años, apareció muerto con heridas en su cuello, piernas y brazos en su casa, ubicada en la localidad de Kennedy. Lo encontró su hija sentado en la tina del baño, con un arma blanca y una nota de despedida al lado. En el escrito, que ya fue analizado para determinar que efectivamente se trata de la letra de Merchán, el vigilante les pide perdón a sus hijas y afirma que no quiere regresar a la cárcel porque es inocente, pero no hace referencia alguna a lo que ocurrió en el edificio en que trabajaba ese 4 de diciembre mientras estaba de turno.