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Este sábado se llevó a cabo la audiencia de legalización de captura de Julián Valente Ortegón, señalado por la Fiscalía como uno de los presuntos implicados en la muerte de Ana María Castro, de 21 años, quien el pasado 5 de marzo fue encontrada en la calle con un golpe contundente en la cabeza y murió horas después en el hospital Simón Bolívar. Ortegón, quien fue capturado el pasado viernes y llevado ante una jueza con función de control de garantías, no aceptó los cargos que le imputó la Fiscalía por el delito de feminicidio agravado.
Durante la audiencia, la defensa de Ortegón solicitó que se declarara ilegal su captura. Su fundamento fue que la privación de libertad de una persona se hace por orden de captura o por haber sido aprehendido en flagrancia. Si bien existía la orden de captura, para el abogado del imputado no se argumentaron de forma suficiente las razones para el procedimiento.
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”No fue capturado en flagrancia y es deber del delegado de la Fiscalía ser coherente con su petición en lo fáctico y lo jurídico. No es cierto que Julián haya sido capturado en flagrancia. Por falta de argumentación jurídica considero que no es válido que se imparta legalidad de esta captura”, aseguró la defensa de Ortegón. No obstante, la juez del caso no evidenció irregularidades durante la detención y declaró legal la captura.
En cuanto a lo cargos imputados a Ortegón, el fiscal del caso determinó que el agravante se dio porque la joven de 21 años se encontraba en estado de indefensión, al estar en alto estado de alicoramiento en el momento en que ocurrieron los hechos. Las conductas punibles por las que la Fiscalía acusó al imputador ocurrieron en la madrugada del pasado 5 de marzo de 2020, en la localidad de Engativá.
“Ese día, usted, la persona occisa y otros dos hombres se encontraban departiendo en un bar. Toman la determinación de salir del lugar y continuar la fiesta en su apartamento. Deciden subirse a un vehículo para llegar hasta el barrio Pontevedra. Cuando se desplazan en esa ruta, metros antes de llegar al lugar, evidencian que Ana María y Mateo están teniendo comportamientos libidinosos al interior del vehículo y debido a los estereotipos que tienen sobre los comportamientos que debería tener una mujer en sociedad, se salen de sus casillas y toman un comportamiento agresivo”, resumió el fiscal durante la audiencia.
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Luego de lo ocurrido, según el relato del ente acusador, frenaron la camioneta para sacar a Mateo y posteriormente continuar la ruta. “Cierran la puerta del vehículo y continúan la ruta, dejándola incomunicada con Mateo, con quien ella tenía una cita previamente acordada. Se presenta una discusión y uno de ustedes le propina un golpe certero en el rostro”, agregó el fiscal.
Este, sin embargo, no fue el golpe que le causó la muerte a Ana María. Posteriormente, cuenta el fiscal, a ella la habrían lanzado de forma violenta de la camioneta en la que se movilizaban, por lo que ella recibió un golpe contundente que le generó un trauma craneoencefálico que terminó con su vida. Ortegón no aceptó los cargos, por lo que la audiencia se suspendió y reanudará su curso a las 6:00 a.m. del próximo martes, cuando se llevará a cabo la solicitud de medida de aseguramiento.
El día de su muerte, Ana María Castro estaba celebrando su cumpleaños número 21, que había sido el 16 de febrero de 2020. Antes de su trágica muerte, la joven estaba muy emocionada con un curso de maquillaje que acababa de iniciar. En 2019 la joven había iniciado la carrera de Psicología en la Universidad Manuela Beltrán, pero decidió aplazar el semestre pues entre sus planes estaba continuar sus estudios o emigrar a Estados Unidos.