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En octubre pasado, la abogada María Angélica Trujillo fue designada para asumir la Gerencia de los Venezolanos en Bogotá. Un mes después fue creado el campamento en Engativá que, según la funcionaria, fue una medida urgente y de carácter humanitario, mas no permanente. Por ello advierte que este martes cerrarán definitivamente el campamento y que no tienen previsto abrir otro, como esperan algunos de los migrantes que pasan su última noche en el lugar.
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Ante la situación de decenas de familias que quedarán a la deriva, la funcionaria responde en diálogo con El Espectador que han sensibilizado a la población para hacerle entender que el campamento se enmarcaba como un proceso de estabilización transitorio. Según Trujillo, los migrantes firmaron un acta de compromiso y “es imposible que no cumplan”.
Asegura además que, para facilitar la salida de los venezolanos, brindarán servicio de transporte para los enseres de los pobladores. Señaló que hay medidas permanentes para la población migrante, como un centro de atención integral, un Supercade social en la Terminal o un alojamiento temporal para las 50 personas más vulnerables.
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Tras dos meses de la instalación del campamento y ahora que será cerrado, ¿cuál es el balance que hacen desde la administración?
Lo primero que hay que decir es que nadie está preparado para la atención de un fenómeno migratorio como este. Sin duda, el proceso que hemos llevado a cabo y que se ha desarrollado en los últimos meses ha sido un aprendizaje para todos. La Secretaría de Integración Social, y en general la Alcaldía, ha desplegado todos sus esfuerzos, a través de todas las entidades y creo que el balance es muy positivo.
El hecho de que iniciáramos con una población que estaba asentada en los alrededores de El Salitre —calculamos que eran alrededor de 700 personas— y que hoy, dos meses después, sean cerca de 127 es una muestra de que todas las ofertas de servicios que les hemos dado han tenido su resultado.
Hay muchos casos de familias que han podido definir su situación, ya sea que continuaran para otros destinos o que hayan encontrado un lugar donde habitar diferente al campamento y de manera permanente. Esta ayuda de carácter humanitario sirvió para que tuvieran un periodo de estabilización y ese era el fin primordial.
¿Cómo prevén que sea el levantamiento del campamento?
El desmonte ha sido implementado de manera paulatina, teniendo en cuenta que hemos brindado acompañamiento a la población de manera permanente.
Si bien hay un día cero, que es este martes cuando definitivamente se acaba el campamento, las personas han ido saliendo con anterioridad, por lo que esperamos que haya éxodo pequeño comparado con la población inicial.
Está previsto que el operativo se lleve con total tranquilidad. Es liderado por la Secretaría de Integración Social, acompañado de otras secretarías como Seguridad y Gobierno, sumado a la presencia de instituciones como Policía, Migración Colombia, Contraloría o Personería. Queremos garantizar el absoluto cumplimiento de todas nuestras obligaciones y el respeto total de los derechos de la población migrante.
Hay muchas familias que no saben a dónde ir y otras que están amagando con quedarse en un lote cercano que es privado. ¿Cómo van a hacer con ellos?
Nosotros como Distrito, de manera reiterada y en los últimos dos meses, hemos ido haciéndole una sensibilización a esta población, con el fin de recordarles de manera casi que diaria, que este era un proceso de estabilización de carácter transitorio. Adicional a esto, ellos firmaron un acta de compromiso de salida al momento de su ingreso y, en ese orden de ideas, es imposible que no cumplan.
Hemos brindado acompañamiento, incluso, para que ellos puedan dejar sus pertenencias en caso de que aún no hayan encontrado un lugar a dónde dirigirse. Hemos podido brindarles, a través de terceros, el servicio de transporte para los que se desplazan a otros sitios y quieren llevar consigo sus enseres. Todas las medidas han sido tomadas con antelación.
En todo caso, este martes habrá presencia de la Policía, lo que ayudará significativamente a controlar y evitar cualquier tipo de asentamiento ilegal en los alrededores del campamento. Esperamos que las personas asuman su compromiso y procedan a salir del espacio.
¿Habrá algún tipo de servicio o ayuda para quienes serán desalojados?
Vamos a brindar acompañamiento para que los que quieran puedan tomar un servicio de transporte para movilizar sus enseres, pues ya hay algunos que consiguieron donde alojarse. Tenemos también el servicio de almacenamiento y bodegaje para que ellos puedan dejar por un mes sus pertenencias. Ese es el alcance de nuestro acompañamiento.
¿Hasta dónde llega el acompañamiento del Distrito? Este martes es el desalojo, ¿y luego?
Esta no era la respuesta puntual que teníamos para esta población. El Distrito tiene contempladas medidas de carácter permanente y a largo plazo. El campamento era una medida para atender una situación particular y tuvimos que tener una respuesta urgente y de carácter humanitario.
Nuestra respuesta como administración es muy amplia y no solo estamos entregando un alojamiento temporal, sino que hemos construido otras alternativas, como el Centro Integral de Atención a Migrantes, el Supercade Social del terminal de El Salitre o un alojamiento temporal para las 50 personas que están en mayor situación de vulnerabilidad y que previamente han sido valoradas por nuestro personal psicosocial.
El campamento era una medida transitoria de carácter humanitario para atender una situación específica, pero no significa que esto se vaya a repetir. Nuestra respuesta sí es a largo plazo y es brindar una oferta muy amplia en asesoría, acompañamiento, remisión y oferta de servicios, que esperamos seguir ampliando de la mano de cooperación internacional.
Lo cierto es que cada día siguen llegando más y más venezolanos, que no se dejan de preguntar si se abrirá un nuevo campamento…
Insisto, esta era una única medida y de carácter temporal. El Distrito no tiene previsto abrir ningún otro campamento.