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Una batalla más en la guerra por el manejo de las basuras en Bogotá

Se impuso una medida preventiva en el predio Buenos Aires, donde el propio Distrito se encarga de la separación de los residuos mixtos, tras quitarle la tarea al operador de Doña Juana. Mientras la Secretaría de Ambiente pidió mejoras para evitar contaminación, la Uaesp niega que existan afectaciones en la zona.

Mónica Rivera Rueda
24 de septiembre de 2020 - 02:29 a. m.
A diario se tratan entre 500 y 800 toneladas de residuos mixtos en la ciudad.
A diario se tratan entre 500 y 800 toneladas de residuos mixtos en la ciudad.
Foto: GUSTAVO TORRIJOS

La Secretaría de Ambiente impuso una medida preventiva sobre parte del predio Buenos Aires, denominado Punto Limpio, donde hoy se separan los residuos mixtos que produce la ciudad (escombros con basuras). Lo paradójico es que la operación la hace el propio Distrito, a través de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp). La decisión se adoptó luego de una visita de control, en la que se evidenciaron posibles afectaciones al corredor ecológico de la ronda del río Tunjuelo. Si bien la Secretaría de Ambiente señala que se pidieron mejoras, la Uaesp niega afectaciones en el lugar.

El hecho se supo esta semana, tras una respuesta que le dio la Secretaría de Ambiente al abogado Daniel Largacha, apoderado de CGR, actual operador de Doña Juana y empresa que por años se encargó del aprovechamiento de estos residuos, hasta el pasado mes de abril cuando fue sustituida por la Uaesp. Esta entidad le quitó el manejo bajo el argumento de que esa actividad no le competía, pues no estaba en el contrato de operación del relleno. Fue así como subcontrató a otra empresa distrital (Aguas de Bogotá), habilitó un predio aledaño al relleno (Buenos Aires) y comenzó, por su cuenta, la separación de los mixtos.

La afectación

Según la Secretaría de Ambiente, en visita al predio el pasado 5 de agosto, identificó posibles afectaciones derivadas del proceso de aprovechamiento de la Uaesp. Encontró, por ejemplo, que debido al peso y al volumen de los residuos llevados al sitio se podría generar compactación en el suelo, “afectando porosidad, composición o sellamiento de espacios intergranulares, así como endurecimiento de zonas blandas con residuos de concreto”. Esto, en su concepto, podría detener el crecimiento de la flora. También llamó la atención por el aumento del material particulado en el aire, así como por los sedimentos, que podrían caer por escorrentía al río Tunjuelo, ante la falta de cobertura vegetal.

En una primera acción se identificó que el 54,4 % del predio estaba en la zona de manejo y prevención ambiental (zampa) del río Tunjuelo, es decir, la que rodea el afluente, por lo que se le pidió al Distrito no realizar actividades de descargue, separación, traslado y acopio transitorio de los residuos mixtos en este sitio y se impuso una medida preventiva. Ante esto, la Uaesp solicitó levantar la medida en un polígono que estaba por fuera de la zampa, para seguir con los trabajos, lo que se permitió el pasado 7 de agosto. Asimismo, se generó un concepto sancionatorio por $16 millones por el presunto daño ambiental.

Al respecto, la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, manifiesta que aunque para el aprovechamiento de residuos mixtos no se requieren licencias ni permisos ambientales, sí se realizan controles a este tipo de actividades. “Lo que hicimos fue abrir un proceso sancionatorio, pidiéndoles que detengan algunas actividades y adelanten mejoras, por lo que podría cesar el proceso si cambian las condiciones de operación”.

De igual manera, indicó que parte de las recomendaciones ya se han cumplido, dado que las operaciones se están realizando por fuera de la zampa. Sin embargo, se evalúa el concepto sancionatorio, ya que “no hay evidencia de aprovechamiento forestal, sino que cambiaron la cobertura vegetal”, por lo que se podría solicitar compensación ambiental.

Por su parte, la Uaesp informó que hoy la separación de los mixtos la están haciendo en el Punto Limpio, por fuera de la zampa del río, y aclaró que la medida de la Secretaría de Ambiente se adoptó bajo el principio de precaución. “La actividad no genera afectaciones en la operación, porque los residuos que ingresan no sufren ningún tipo de descomposición biológica que llegase a generar lixiviados. Por ser transitorio, no se genera compactación ni endurecimiento de zonas blandas ni afectación directa de capa vegetal, ni hay medición que identifique la concentración del material particulado”.

Este episodio de la separación de residuos es tan solo una de las múltiples discordias entre el operador de Doña Juana y el Distrito, que este año libran una guerra por el manejo de las basuras en la capital y que encontraron en los mixtos un punto de inflexión. La Uaesp, luego de quitarle el manejo al operador, firmó en mayo un contrato con Aguas de Bogotá para que asumiera este proceso, en el que tratan a diario entre 500 y 800 toneladas de basura con escombros, que deben pesarse e inspeccionarse para separar el material reciclable, entre ellos escombros (que son triturados y reutilizados en construcciones) y madera (entregada a la Asociación Colombiana de Recicladores de Bogotá, para compostaje).

La disputa se originó luego de que el Distrito se negara a pagarle a CGR por el tratamiento que había hecho de los residuos mixtos, al considerar que no se podían cobrar en la tarifa de aseo, ni entraban en el contrato de concesión para el manejo de Doña Juana, al no ser residuos ordinarios. Esto elevó el conflicto hasta los tribunales, cuando el operador de Doña Juana denunció a la directora de la Uaesp, Amanda Camacho, por incurrir supuestamente en contaminación ambiental y prevaricato por acción, por impedirles dicha actividad.

Asimismo, se dio a conocer una grabación privada entre funcionarios de la Uaesp y delegados de la Asociación Colombiana de Ingenieros, en la que se habla de los procesos administrativos en contra del operador del relleno por irregularidades en su operación, que podrían terminar en la finalización del contrato y, por consiguiente, dejaría el manejo del relleno en manos del Distrito.

Por ahora se espera que la Secretaría de Ambiente realice nuevas visitas al predio Buenos Aires, para determinar si sigue el proceso sancionatorio por el manejo de residuos mixtos en áreas aledañas al río Tunjuelito. Lo cierto es que la mira está puesta en Doña Juana, y el pleito se resolverá según avancen los procesos que promueve el Distrito contra el operador y si se amplía la vida útil del relleno, clave en esta discusión.

Mónica Rivera Rueda

Por Mónica Rivera Rueda

Periodista de planeación, hábitat, salud y educación. Estudiante de la maestría de análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos.@Yomonrivermrivera@elespectador.com

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