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La violencia y la crueldad contra los niños nuevamente estremecen a Colombia. Los casos ocurridos el pasado 29 de abril en Bogotá y en Soacha evocan casos atroces como el ocurrido con la pequeña Yuliana Samboní, la menor de siete años que, en diciembre de 2016, fue secuestrada, torturada, violada y, finalmente, asesinada por Rafael Uribe Noguera. Los casos de esta semana demuestran que muchos pequeños siguen en riesgo.
Uno de los casos se registró pasadas las 8:00 de la noche del pasado domingo. Hasta el Hospital Santa Clara fue remitida una menor, de apenas tres años, quien llegó con signos de maltrato y abuso sexual. Hoy su pronóstico es reservado y se debate entre la vida y la muerte. Presenta fractura de cráneo, tiene golpes y moretones en todo su cuerpo, quemaduras y lesiones en sus genitales, incluso en su boca encontraron rastros de tierra y papel, según denunció Yohana Jiménez, hija de la exsenadora Gilma Jiménez y quien, así como su madre, hoy libra una batalla para que violadores y asesinos de niños sean condenados a prisión perpetua.
Pasada una semana, es incierto el paradero de los responsables del hecho. La Policía ha logrado establecer que ese día la pequeña se encontraba en un inmueble de la localidad de Santa Fe, en el centro de la ciudad, donde es frecuente que trabajadoras sexuales dejen a sus hijos al cuidado de terceros. Aún se desconoce si en ese lugar se habría perpetrado el maltrato, lo cierto es que mujeres que se encontraban allí se percataron del mal estado de la menor y, a través de un tercero, la trasladaron hasta la Unidad de Servicios de Salud Jorge Eliécer Gaitán.
La menor fue transportada en un vehículo particular, manejado por un hombre que, luego de dejarla en el centro asistencial, se retiró del sitio. Hoy no se sabe su identidad ni su paradero. Los buscan para que dé más detalles de lo ocurrido ese día. Ante la gravedad del caso, la niña tuvo que ser trasladada de la Unidad de Servicios hasta el Hospital Santa Clara, donde recibe tratamiento especializado.
Una vez notificado el caso, la Policía comenzó las primeras pesquisas y entrevistó a las mujeres que advirtieron el estado de la niña, para reconstruir lo sucedido. Sin embargo, tras seis días, aún no hay capturas por el hecho y se desconocen detalles de sus familiares o allegados, pues nadie se ha acercado hasta el centro médico. “Una persona dejó a la menor en ese hogar y parece que allí se percataron de que estaba mal, por lo que la llevaron al centro asistencial. Aún no tenemos identificada a la madre o de la familia de esta niña”, declaró el coronel Javier Martín, comandante operativo de la Policía de Bogotá, precisando que el caso ya fue asumido por el CTI de la Fiscalía.
“Han pasado seis días y no tenemos ni idea de la familia. No sabemos qué dicen las autoridades, no hay pistas de los presuntos hampones, porque temo que no haya sido sólo una persona la responsable del hecho, sino muchos los que le hicieron tal daño a esta niña”, agregó Yohana Jiménez.
El otro hecho se registró en la madrugada del domingo, en un conjunto residencial del municipio de Soacha. Otra menor, también de tres años, fue trasladada hasta un centro médico en grave estado de salud. Al parecer, su padrastro le propinó una golpiza. La gravedad de las lesiones causaron que la pequeña falleciera horas después. Los médicos reportaron el hecho a la Policía que, fruto de las labores de investigación y entrevistas, capturó al supuesto asesino.
Al parecer, el constante llanto de la menor habría desatado la ira del sujeto, quien, inicialmente, le arrojó agua helada y luego le habría propinado golpes contundentes hasta causarle traumas severos. Pese a su situación, la niña fue acostada y minutos después se despertó con llanto. El detenido, de 21 años, fue judicializado y cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario. Tendrá que responder por homicidio agravado, delito que no aceptó.
Estos dos casos son apenas una muestra de la violencia que se ha ensañado contra los niños. Hasta febrero de este año se habían reportado 1.038 hechos violentos en contra de menores de edad en el país. Es decir, 17 cada día. Según cifras de Medicina Legal, el año pasado –entre homicidios, presuntos delitos sexuales y violencia intrafamiliar– se registraron 47.055 delitos contra menores en Colombia. Preocupa que el 30 % de estos casos (14.044) se hayan registrado en Bogotá y Cundinamarca.
Desde el Congreso de la República se hizo un llamado para establecer penas cada vez más robustas y tratamientos poscarcelarios diferenciados para los condenados por delitos sexuales cuyas víctimas sean menores de edad. “Hasta cuándo vamos a permitir que en Colombia nuestra infancia sea exterminada de esta forma. En Colombia ya van más de 400 casos de presunto abuso sexual contra bebés, con edades entre los 0 y 4 años”, alertó la senadora Gloria Díaz (Movimiento Mira).
Ante este panorama y en repudio por los casos registrados en Bogotá y Soacha, este viernes a las 6:00 de la tarde se realizará un plantón, convocado por el Distrito, en la calle 22 con carrera 15, para repudiar la violencia contra los menores y clamar para que no sigan presentándose hechos que atenten contra los más vulnerables.
jgonzalez@elespectador.com