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Aunque desde hace mucho tiempo, gracias a la ciencia ficción, se suele hablar de automóviles voladores capaces de transportar pasajeros, lo cierto es que se trata de una realidad no tan lejana. Esta semana la conocida compañía Audi presentó su primer prototipo (aunque más pequeño que le original) mientras se llevaba a cabo la Semana Internacional del Dron, celebrada en Ámsterdam, Holanda. (Lea Un colombiano, líder de una de las alianzas científicas mundiales más importantes del agro)
Pop.Up Next es el nombre con el que la empresa bautizó a su taxi aéreo que, ante miles de personas, hizo su primer vuelo en público. (Vea Bebés modificados genéticamente en China despiertan polémica mundial)
Desarrollado junto a las compañías Airbus e Italdesign, este coche es 100% eléctrico. También es autónomo y está capacitado tanto para circular por las carreteras como por las grandes ciudades. (Lea La primera fotografía enviada por InSight, la nave de la Nasa que acaba de llegar a Marte)
"Los servicios como este nos ayudan a comprender mejor las necesidades de nuestros clientes porque en el futuro, los taxis voladores atraerán a una amplia gama de habitantes de la ciudad. Con Pop.Up Next, estamos explorando simultáneamente los límites de lo que es técnicamente posible. El siguiente paso es que un prototipo de tamaño completo vuele y conduzca", le dijo al diario El País de España Bernd Martens, responsable de Suministro de Audi y presidente de Italdesign.
Con dos plazas, esta máquina de Audi está diseñada para despegar y aterrizar de manera vertical gracias a una estructura que le permite dividirse en tres partes diferentes. Y aunque es difícil pronosticar el año en el que se pondrá en marcha, de acuerdo con la compañía, ya hay un proyecto en Suramérica con una filial de Airbus para calcular cómo sería la demanda de este servicio.
La idea es que, como sucede en Ciudad de México o Sao Paulo con los helicópteros, los clientes reserven vuelos para transportarse de un lugar a otro en poco tiempo.
Sin embargo, pese a la presentación de este prototipo, aún hay muchas dudas que quedan por resolver en torno a ese mercado que, según las autoridades, está evaluado en unos 112 mil millones de euros. ¿Cómo se regulará cuando ya esté listo? ¿De qué manera garantizar la seguridad? ¿Cómo se reglamentarán los vuelos en zonas prohibidas? Por ahora, todos son interrogantes sin responder, pero como le dijo a El País Patrick Kay, director ejecutivo de la Agencia Europea de Seguridad Aérea, esta “es una industria en expansión y hay que estar preparado”.