Infelicidad, otro problema asociado a la contaminación del aire

Investigadores del MIT (EE.UU.) midieron si los excesivos niveles de polución de China también podían afectar los niveles de satisfacción de sus ciudadanos. Sus conclusiones sugieren que las altas concentraciones de material particulado sí influye en el comportamiento de las personas.

Con información de EFE
21 de enero de 2019 - 09:33 p. m.
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Desde hace varios años, múltiples estudios han advertido sobre los peligros de la contaminación atmosférica. Afectaciones a la salud y causa muertes prematuras son algunas de las consecuencias que ha demostrado la ciencia. Sin embargo, hay un factor más con el que podría estar relacionado: la reducción en los niveles de felicidad. (Lea El primer país de América Latina en quitar toda la publicidad a las cajetillas de cigarrillos)

Así lo sugiere un estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y publicado hoy en Nature Human Behaviour. Para llevarlo a cabo, sus autores se concentraron en China, un país en el que la contaminación cuesta 38.000 millones de euros y provoca 1,1 millones de muertes prematuras cada año. (Lea El plato del futuro para salvar el planeta)

Los investigadores quisieron determinar por qué en una nación en la que el ritmo de crecimiento económico anual ronda el 8%, los niveles de satisfacción de la población no han aumentado tanto.

Entre sus causas se encuentran unos servicios públicos deficientes, altos precios inmobiliarios, preocupación por la seguridad alimentaria y, como sospechaba el investigador del MIT y líder del estudio Siqi Zheng, la elevada contaminación del aire, generada por la rápida industrialización del país y el uso creciente de automóviles.

Aunque estudios anteriores habían demostrado que la contaminación atmosférica afecta la salud, el rendimiento cognitivo, los resultados académicos de los estudiantes e, incluso, a la productividad laboral, Zheng pensaba que también tenía impacto en la vida social de las personas y en su comportamiento.

Para determinarlo, junto con un grupo de investigadores, Zheng analizó la información sobre la contaminación diaria, suministrada por el Ministerio chino de Protección Ambiental, además de 210 millones de tuits publicados en el país asiático entre marzo y noviembre de 2014.

Hasta entonces los niveles de felicidad se medían a través de cuestionarios, pero los investigadores consideraron que este método sólo ofrecía una visión puntual de cada encuestado. "Las redes sociales son una medida a tiempo real de la felicidad de la gente y también proporcionan una gran cantidad de datos de diferentes ciudades", sostiene Zheng.

Los tuits fueron analizados según un algoritmo que evaluaba el índice de felicidad de cada uno de 0 a 100. Al relacionarlos con los niveles de contaminación, los resultados mostraron que durante los días que el aire presentaba mayor concentración de contaminantes, los niveles de felicidad de las publicaciones en las redes sociales era significativamente menor.

Además, el estudio determinó que en los días de mayores niveles de contaminación del aire, las personas eran más propensas a tener un comportamientos impulsivos y arriesgados, "posiblemente como resultado de la depresión y la ansiedad a corto plazo", según Zheng.

"La contaminación también tiene un coste emocional. La gente es infeliz y eso significa que puede tomar decisiones irracionales", dice.

Ante estas conclusiones, Zheng espera continuar sus investigaciones sobre el impacto de la contaminación en el comportamiento humano y pide a los políticos chinos que respondan ante una demanda pública cada vez mayor por un aire limpio.

Por Con información de EFE

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