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Si no tiene planes para las noches de este fin de semana la lluvia de meteoros perseidas es un evento imperdible. Un espectáculo gratuito y agradable que tendrá lugar en el cielo durante la madrugada del sábado 11 y la de los dos días siguientes. Estas últimas fechas ofrecen mejores condiciones para la observación de esos objetos espaciales ya que se espera que no salga la luna para menguar la oscuridad.
El plan es tan prometedor que en una hora se podrán ver hasta 50 o 60 meteoros. De manera que los observadores tendrán el placer de contemplar estas pequeñas partículas originadas por el cometa Swift-Tuttle tras orbitar el Sol, como lo acostumbra cada 133 años. La próxima vez que ocurra este proceso será en el año 2126.
La razón porque la que estos granos de polvo pueden observarse está en que la Tierra se cruza con ellos mientras recorre su órbita. La estela de material entra a la atmósfera terrestre consumiéndose a una altura de 80 kilómetros. De ahí que luzcan como rayos de luz, muy fugaces, considerados meteoros. Se les apellida perseidas porque los astrónomos sugieren que provienen de la constelación Perseo.
Cada uno tiene sus características y sus descripciones son tantas que se conservan registros sobre este evento desde el año 36 a manos de los chinos. En relatos japonenes y coreanos, la lluvia de meteoros perseidas datan de los siglos ocho y 11. Su importancia es tal que este evento astronómico es uno de los dos más esperados del año. El otro es la lluvia de gemínidas que ocurre en diciembre.
Para disfrutar este evento debe tener en cuenta lo siguiente:
Intente mantenerse en la oscuridad, es decir, ubíquese en un lugar libre de contaminación lumínica. Un espacio fuera de la ciudad es el ideal para ver la lluvia de meteoros. Luego, permanezca cómodo sobre el suelo, mirando el cielo. Es importante saber que no necesita instrumentos ópticos para disfrutar de este evento, no obstante, sea paciente. Los ojos humanos necesitan alrededor de 20 minutos para adaptarse a la oscuridad. Y, por último, disfrute el espectáculo de polvo estelar.